En la sesión del 7 de diciembre vamos a analizar El chino de Henning Mankell, un libro que no tiene como protagonista al grandísimo comisario Wallander sino a una jueza, Birgitta Roslin.
Henning Mankell pasará a la historia de la literatura universal como el gran revulsivo de la novela negra y por darnos a conocer una Suecia no tan idílica como nos la habían vendido. Un estado rico, sin duda, con un sólido estado del bienestar, un país tolerante y de acogida para los perseguidos que va dejando ver algunas grietas como mínimo inquietantes, particularmente un sustrato fascista que vio la luz con el asesinato nunca resuelto de Olof Palme, al que El chino también dedica unas líneas.
Y aquí permitidme que haga un inciso para mencionar a Stieg Larsson, creador de la inigualable Lisbeth Salander, autor de la trilogía Millenium y perseguidor incansable de cuánto filonazi se le pusiera por delante. Murió de agotamiento y de las ingentes cantidades de café que, al igual que Honoré de Balzac, ingurgitaba diariamiente para poder llevar a cabo sus investigaciones las veinticuatro horas del día. Millenium es adictiva. No es de una calidad estilística extraordinaria pero es una escritura eficacísima y Lisbeth es mi heroína. La trilogía está compuesta por:
- Los hombres que no amaban a las mujeres.
- La chica que soñaba con un bidón de gasolina y una cerilla.
- La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Las tres impresionantes. Una crítica sin contemplaciones al estado de bienestar sueco, a su establishment, al maltrato contra las mujeres, al abuso parental y especialmente a las cloacas del Estado. Pero es también la historia de una amistad indefectible, la que unirá Lisbeth Salander con el periodista Michael Blomqvist que trabaja para la revista Millenium, especialista en mostrar los trapos sucios del sistema. Soy una fan inveterada, no sé si se me nota.... Los libros posteriores para alargar económicamente el fenómeno Larsson carecen de esa reflexión política y social que constituyen la gran baza de Millenium aunque no son malos de solemnidad.
Para aquéllos interesados por el trabajo extenuante de periodista e investigador de esta autor, un documental muy interesante: "El hombre que jugaba con fuego". Impresionante. Os dejo el trailer.
El hombre que jugaba con fuego
Mankell, a través de las novelas protagonizadas por Kurt Wallander nos mostró que los pobres son tratados como pobres en todas partes y por encima de todo, es un comisario tan empático con los verdugos como con las víctimas y, a veces, mucho más con los primeros. La quinta mujer o El guerrero solitario nos han mostrado a lo largo de sus vibrantes páginas que a veces los asesinatos tienen causas que sí no los justifican, los explican.
El comisario Wallander no es la única creación literaria de Mankell, la prueba más evidente es que vamos a comentar El chino que, con formato de novela negra va a plantearnos las atrocidades que la construcción del ferrocarril en Estados Unidos supuso para la esclavizada comunidad china martirizada por psicópatas como J. A. Andrén, pero también las nuevas derivas económicas de China, especialmente en Africa, continente en la que su presencia es actualmente muy importante.
El chino no es la primera incursión de Mankell por la triste realidad africana, lo hizo unos años antes con El cerebro de Kennedy, otra fabulosa novela negra sobre los tejemanejes de las industrias farmacéuticas para convertir Africa en su laboratorio de pruebas humano y de paso hacer negocio con medicamentos caducados. Es este un libro durísimo hermanado con El jardinero fiel de John Lecarré que también destapaba los chanchullos de la farmacocracia con el talento y la contundencia inigualables de este autor. Y es que John Lecarré siempre tuvo mucho que decir sobre los resortes del poder y lo dijo muy bien, y creo que incluso mejor cuando acabó la Guerra Fría.
Henning Mankell no escribía sobre Africa desde la vena viajera o su sofá, sino que vivía seis meses en Mozambique pero no practicando una semi-caridad tan del gusto occidental sino llevando la cultura a los que no tienen acceso a ella. Creó un teatro en Mozambique porque consideraba que la miseria moral engendraba miseria económica y creía firmemente en el poder liberador de la cultura.
Aunque en su autobiografía Arenas movedizas, redactada un poco precipitadamente porque sabía que su cáncer estaba muy avanzado, solo dedica una página a su inmortal comisario, en mi opinión salvo El hombre de la dinamita, Un ángel impuro y El cerebro de Kennedy, la serie Wallander es netamente superior.
Henning Mankell, a diferencia de sus coétanos escritores de novela negra, acabó la saga Wallander en El hombre inquieto donde nuestro comisario sucumbe al temible Alzheimer justo en el momento de su jubilación. Este inmenso policía nos dejó en beauté y echándolo mucho de menos.
Mankell, siguiendo también la estela del comisario Maigret, de Simenon, el primer autor que puso a un policía en una novela, es un hombre con sobrepeso, diabético, que vive en la calle Mariagatan de Ystad, en un piso muy modesto, a vueltas con su hija Linda con quien tiene una relación cariñosa y afectiva, buscando el amor como puede tras su divorcio de Mona, que limpia su casa los sábados por la mañana, que ama la ópera por encima de todas las cosas y cuyo padre, es el pintor de dos únicos cuadros, un paisaje con urogallo y otro sin. No desvelaré nada pero los cuadros del padre de Wallander tienen misterio.... El comisario Maigret, a diferencia de Wallander, está felizmente casado con Louise que le prepara unos platos suculentos pero, al igual que el comisario sueco, siente una enorme empatía por los asesinos a los que muchas veces deja escapar porque lo considera justo.
Patrice Leconte, el multipremiado cineasta francés, director, entre otras, de "El marido de la peluquera", o de "Monsieur Hire", basado también en una novela de Simenon, ha estrenado este año su versión de Maigret en la película "Maigret et la jeune morte" donde Gérard Depardieu encarna al mítico comisario. Las críticas han sido estratosféricas de buenas. El trailer desde luego tiene muy buena pinta.
Maigret por Patrice Leconte
Si soy sincera prefiero Wallander a Maigret pero Simenon revolucionó la novela policíaca, haciendo la transición entre el clásico whodunit y la novela negra propiamente dicha, donde el contexto social es parte fundamental de la trama. La mejor y más conocida representante del whodunit es Agatha Christie. En sus novelas hay un cadáver y Hércules Poirot o Miss Marple, gracias a sus inigualables dotes de observación, encontrarán el detalle que conseguirá descubrir al asesino. Como véis, nada más lejos del realismo de la novela negra. No obstante, y aunque el whodunit no es lo mío, una escritora canadiense, Louise Penny, ha conseguido la cuadratura del círculo al crear al comisario québécois Armand Gamache y una localidad con tintes imaginarios llamada Three Pines donde es muy difícil llegar y lugar de residencia de personajes variopintos y, para fortuna de nosotros lectores, donde siempre ocurre un asesinato. Me encanta Armand Gamache!!! La serie está publicada en la editorial Salamandra. Quizás os suene porque a nuestra admirada Louise Penny se le ha ocurrido la peregrina idea de escribir un libro con Hillary Clinton. No sé ni el título porque mejor pasamos.
Aunque escritores como Raymond Chandler o Dashiell Hammet también supieron hacer en sus novelas una crítica implacable contra el sistema, la verdad es que tanto Philip Marlowe como Sam Spade, se levantaban por la mañana, rendían cuentas a quién les había contratado, recibían una buena paliza a mediodía por haberse metido en dónde no les llamaban pero, a las 17 horas ya estaban degustando en su bar habitual un buen dry martini acompañados por una rubia despampanante. Aunque un poco caricaturesco, esta era la premisa más habitual de estos libros que son, sin embargo, la inspiración de las mejores películas de cine negro de los años 40 y los primeros escritores en mostrar la gran ciudad en todo su dinamismo pero también su crudeza. Eso sí, Dashiell Hammet tuvo el buen gusto de emparejarse con Lillian Hellman, feminista a capa y espada y autora de la obra teatral La calumnia que luego llevaría a la pantalla grande William Wyler con dos interpretaciones magistrales de Shirley McLaine y Audrey Hepburn. Os dejo el trailer porque de verdad la película vale la pena.
La calumnia
Debajo Lillian y Hammet y al lado Raymond Chandler.
Mankell también permitió descubrir que en los países nórdicos se cultivaba una novela negra de excelente calidad. Así, por ejemplo el noruego Gunnar Staalesen y su detective Varg Veum. Desgraciadamente, solo se ha traducido un libro de Staalesen al español lo que me parece una lástima. Se trata de Los círculos de la muerte, espléndida muestra de Nordic Noir. También sigo con fruición al islandés Arnaldur Indridason y su comisario Erlendur, quizás el más triste y desamparado de los comisarios, divorciado, con una hija drogadicta, víctima del síndrome de alienación parental y traumatizado por la desaparición de su hermano menor durante una tormenta de nieve en circunstancias poco claras. Aunque parece La familia de Pascual Duarte, son novelas apasionantes, que transcurren en un país tan peculiar, como Islandia. de naturaleza salvaje y población muy homogénea. Una radiografía de un país, sus problemas y sus fantasmas y muy en concreto la pérdida de su identidad. Indridason ganó en 2013 el premio RBA de novela negra por un libro excelente, la novela Pasaje de Sombras, que no forma parte de la saga Erlendur. .Izquierda, Arnaldur Indridason, derecha Gunnar Staalesen.
El noruego Jo Nesbo, con tramas más enraizadas en la codicia y el desarrollo espectacular de un país como Noruega que en el siglo XIX era prácticamente un estado feudal y pobrísimo es otro gran exponente de la novela negra nórdica. Su detective Harry Hole lo mismo se enfrenta a un mafioso que a un serial killer. Mis dos libros favoritos de Nesbo son El reino y Macbeth, ninguno de los dos protagonizado por el detective estrella de la casa porque no me convence como personaje. Pero, si sois fans de Nesbo me parece genial!!! Lo que cuenta es siempre el criterio propio.
Pero si hay una escritora sueca que ha sabido retratar como nadie en sus novelas negras la parte oscura de la Suecia más septentrional esa es Asa Larsson. Sus novelas se devoran, la intriga es apasionante y además muestra ese lado intransigente, oscuro y fanático de una cierta religiosidad nórdica bastante más enraizada de lo que podría parecer a simple vista. Asa Larsson se educó en el laestadianismo, una corriente luterana ultraconservadora. Su primera novela Aurora boreal describe muy bien la forma de vivir y de pensar de estas comunidades religiosas. Su personaje estrella es la abogada Rebecka Martinsson que dejó los oropeles de Estocolmo para establecerse en Kiruna, una ciudad al norte de Suecia de la que es oriunda su familia. Entre vueltas al pasado y al presente de esta pequeña localidad, una autora que mantiene el pulso en todas y cada una de sus novelas.
Si la figura de Laestadius os interesa, esta es vuestra novela: Cocinar un oso de Mikael Niemi donde este religioso que también era botánico y un férreo defensor de la cultura Sami, resuelve el asesinato de dos mujeres en el bosque. Un Nordic Noir del siglo XIX que podéis completar con la Trilogía de Estocolmo de Niklas Natt Och Dag compuesta por los libros 1793, 1794 y 1795. Un viaje en forma de novela negra a la Suecia del Siglo XVIII en pleno vendaval de las ideas de la Ilustración. Buenas hasta decir basta!!!!
Y ya por último, en el apartado fanáticos religiosos una novela danesa Los pescadores de Hans Kirk. Escrita en 1928, causó sensación cuando se publicó y es hoy una obra canónica en Dinamarca. En esta extraordinaria novela, sobria pero contundente, Kirk nos narra cómo los habitantes de un pueblo de pescadores verá alterada su vida por la llegada de un grupo de pescadores devotos de una forma cristiana muy severa que intentará imponer su férrea forma de entender la existencia a unos lugareños más tolerantes y relajados. Espléndida.
No obstante, más allá del Nordic Noir hay novelistas suecos extraordinarios. Desde el ya canónico August Strindberg hasta Ingmar Bergman, que no solo era un director aplaudido y venerado por crítica y público, creador de películas míticas como "Fanny y Alexander", "El séptimo sello" o "El manantial y la doncella" pero además un escritor impresionante. Las mejores intenciones, la historia de amor desgraciado de sus padres que más tarde Billie August llevaría a la gran pantalla, es un libro extraordinario que merece su puesto en el panteón de las letras escandinavas. Por cierto, Henning Mankell se casó con Anna Bergman, la hija de Ingmar y Liv Ullmann.
No quisiera dejar de mencionar en esta entrada a Per Olov Enquist, un novelista prodigioso que ha escrito novelas históricas como por ejemplo La visita del médico de cámara, fabulosa reconstrucción del reinado del rey danés Christian VII, monarca demente y despótico a cuya Corte llega el médico Johan Friedrich Struensee, imbuido de las ideas de la Ilustración, lo cual os imagináis no le hará ninguna gracia al establishment nobiliario al que le venía muy bien un rey inoperante. Imprescindible.
Para los interesados en las cuestiones relacionadas con el porqué de la emigración sueca, un libro increíble La partida de los músicos. En esta obra fundamental Enquist narra la vida marcada por la pobreza y la explotación de los trabajadores de los aserraderos en una Suecia pobre y semifeudal, origen de la emigración sueca a los Estados Unidos, por ejemplo pero también la aparición de las ideas socialistas en un contexto de pietismo religioso riguroso. Apasionante.
Una excelente serie que retrata de manera fidedigna la emigración sueca a los Estados Unidos es la serie "Los emigrantes" dirigida por Erik Poppe. Muy, pero que muy recomendable. Os dejo el trailer.
Hablando de novela negra, no puedo dejar de mencionar a tres autores españoles en activo Alicia Giménez Bartlett y Lorenzo Silva y a uno que nos dejó este año al que tuvimos la suerte y el privilegio de tener como invitado: Domingo Villar.
Alicia Giménez Bartlett ha creado a Petra Delicado, una abogada reconvertida en policía que muestra muy bien la evolución social y profesional de la mujer española tras el franquismo. Acompañada por su Sancho Panza particular, Fermín Garzón quien a pesar de sus notables diferencias con Petra, acabará por ser el mejor compañero posible. Tengo la impresión que Alicia Giménez Bartlett cerró el ciclo Petra Delicado con su última novela que era más bien una biografía personal de Petra en Sin muertos pero lo cierto es que su último libro con nuevas protagonistas La presidenta no ha sido el éxito esperado, por lo que no descarto que Petra vuelva a aparecer.
Lorenzo Silva, creador de la pareja de Guardias Civiles Bevilacqua (Rubén) y Chamorro (Virginia) continúa sus peripecias y espero que por mucho tiempo. Lorenzo Silva a pesar de ir a libro por año consigue siempre que los libros de la saga tengan una calidad extraordinaria. El último La llama de Focea es buenísimo a pesar de que Bevilacqua sea a veces un poco cargante con su corrección política de perogrullo. Las novelas de la saga Bevilacqua y Chamorro son una auténtica radiografía de la España contemporánea y es que Lorenzo Silva no se deja ni un asunto en el tintero. Reconozco que sigo a esta pareja desde sus inicios en El lejano país de los estanques y ahí sigo enganchada.
Decir también que tanto Giménez Bartlett como Silva son escritores que no se han limitado a la novela negra sino que han producido una obra literaria paralela de gran interés. De Alicia Giménez Bartlett recomendaros Una habitación ajena, Virginia Woolf vista bajo el punto de vista de su cocinera. Una pasada de buena!!! Lorenzo Silva, por su parte. ha escrito abundantemente sobre el desastre de Annual, un tema que le interesa especialmente, ya que su abuelo combatió ahí. El nombre de los nuestros y Recordarán tu nombre son dos obras que dan a la novela histórica todo su sentido. A ser posible, tampoco os perdáis Niños feroces, una novela excelente sobre la División Azul.
Domingo Villar, fallecido en mayo pasado, con su eterna sonrisa, su bonhomía y su humildad nos ha legado a Leo Caldas, el comisario vigués taciturno, solitario, el Patrullero de las Ondas, acompañado de su ayudante Rafael Estévez, un zaragozano de libro que en Galicia pierde los nervios con el carácter de sus habitantes. Tres novelas conforman el retrato de este policía: Ojos de Agua, La playa de los ahogados y El último barco. Nos dejó demasiado pronto pero ahí queda su obra que nos acompañará siempre.
Es cierto que aunque ha habido una implosión de novela negra pero también del true crime que podríamos definir como basado en hechos reales, En este sentido, me permito recomendaros a un periodista que, sin ser Truman Capote, ha ofrecido una perspectiva distinta del true crime, con respeto y sin buscar la espectacularidad ni el morbo. Además de sus libros, Carles Porta firma una serie titulada "Crímenes" compuesta por episodios que recrean un crimen real de una manera innovadora, y que mantiene en vilo al espectador durante el metraje. Una serie muy recomendable de la que os dejo el trailer.
Dos libros muy interesantes de Carles Porta son:
- Tor. La montaña maldita
- La farmaceútica (sobre el secuestro de la farmaceútica de Olot).
En Estados Unidos hay una industria editorial de libros de True crime. El último en haber sido traducido al español es apasionante: Obedeceré a Dios de Jon Krakauer sobre un asesinato cometido en el seno de las comunidades mormonas más fundamentalistas.
Pero, ya que entre chinos anda el juego, un autor de novela negra chino, nacido en China pero exiliado, que vive actualmente en la ciudad norteamericana de St. Louis, Qiu Xiaolong, creador del detective Chen Cao, poeta en sus horas libres y policía en la ciudad de Shanghai en el apogeo de Deng Xiaoping y en un momento de profunda transformación de la economía china. Sus tramas enganchan completamente y suelen tener su origen en la terrible Revolución Cultural del que el padre de nuestro autor fue una de los millones de víctimas.
Mis preferidos:
- Muerte de una heroína roja.
- Seda roja.
El primero es una muestra de las profundas transformaciones económicas y sociales de la China contemporánea mientras que el segundo es una intriga con la viuda de Mao, la temible Jian Qing, de telón de fondo. Un paseo por la China real, sus gentes, sus calles, su comida (dan unas ganas de comer chino cuando lees a este autor!!!!), sus luces y sus sombras. No os lo perdáis!!!
Otra representante del género negro chino en el exilio es Diane Wei Liang, cuya familia también sufrió en sus carnes la Revolución Cultural y que en su faceta de escritora ha creado a Mei, una joven detective que trabaja en una agencia de detectives. Mei, proveniente de una familia tradicional, tiene que luchar por conservar su independencia en una China también cambiante. He leído El ojo de jade y Mariposas para los muertos, están muy bien y son muy entretenidos. Retrata muy bien las tensiones entre la China tradicional, sobre todo en el ámbito familiar y la China en plena vorágine capitalista.
De literatura china no puedo decir gran cosa porque no es mi especialidad y tampoco entro con demasiada facilidad en una literatura con referencias que desconozco. Sin embargo, sí hay un escritor chino que me arrebata y es el Premio Nobel de Literatura 2012, Mo Yan. La escritura de Mo Yan tiene muchas referencias a la literatura occidental logrando amalgamar Oriente y Occidente. Es el poder de la literatura....
Mis recomendados:
- Cambios. Una suerte de autobiografía.
- Grandes pechos, amplias caderas. El libro más conocido de Mo Yan.
- El clan del sorgo rojo. Una saga familiar en la más pura tradición novelística del XIX.
- La república del vino. Canibalismo y vino. Creo que con estas dos palabras es suficiente para empezar una lectura muy gozosa.
Siguiendo nuestro lema:
PENSAR LA LITERATURA, PENSAR EL MUNDO.
Y cómo no, la lectura es
¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!
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