En 1899 Joseph Conrado publicó El corazón de las tinieblas, una muy peculiar incursión por la horrenda colonización del Congo belga. En nuestra sesión analizaremos un libro que también nos devuelve al Congo en vísperas de su independencia y más adelante, La Biblia envenenada de Barbara Kingsolver.
Esta escritora norteamericana, dueña de una obra no muy extensa pero militante por el ecologismo, la justicia social y ferozmente anticolonialista, nos describe en La Biblia envenenada el sufrimiento de cinco mujeres, la madre y sus cuatro hijas por la locura mesiánica del marido y padre de estas, Nathaniel Price. Un reverendo evangélico enloquecido y fundamentalista que decidirá en un alarde obsesivo y sin justificación llevar a su familia a un callejón sin salida en una localidad perdida del Congo belga llamada Kilanga.
Stephen King es otro de esos escritores que han sabido pulsar las neuras de su país. Así en Revival, muestra las peligrosas derivas de un pastor que se dedica a jugar con la electricidad para conquistar más almas en una especie de parodia de Frankenstein, característica muy propia de este autor, juguetón y del ala izquierda del partido demócrata que no duda en fustigar las conductas más extremas en sus libros. No soy una gran fan del escritor pero sí de la persona. Un escritor al que leen millones de personas y que contribuye, por lo menos, a no empeorar las cosas.
Los fundamentalistas cristianos de Estados Unidos tienen sus propias televisiones con esos predicadores a los que en numerosas ocasiones les pierde la bragueta pero también emisoras de radio y cantantes que incluso entran en las listas de música "socialistas y ateas", en palabras de Luther Amos Dunphy, el fundamentalista asesino de la novela Un libro de mártires americanos.
Phil Collins ya lo dejó bien claro en su canción "Jesus He know me" del que os dejo el vídeo porque lo clava.
En un registro ya completamente serio, permitidme presentaros a Amy Grant una cantante de gran éxito cuyas canciones tienen un contenido absolutamente cristiano. Como veréis, nada de saltar por el escenario, el concierto en un sofá, eso sí el teatro a rebosar. Os dejo con la canción Thy word, ya os imagináis de quién es la palabra. Todo el concierto en este plan....
Y en esta canción, la ínclita Amy Grant hace una apología del matrimonio que se resume a aguanta lo que te echen, sobre todo si eres mujer. El hombre tiene más feeling con Dios y puede aguantar menos.
La visión del matrimonio de Amy Gran
Pero, atentos, hay Heavy Metal cristiano!!! Son los Stryper!!! Y aquí los
tenemos en vivo y en directo!!!
Un auténtico delirio.... tremens.
Pero, no podemos dejar de lado la industria cinematográfica cristiana que también divulga la palabra de Dios y cómo!!!
En este enlace os pongo las diez películas de temática cristiana más vistas en Netflix. La verdad es que tiene su interés y permite ver la potencia de esta industria que está llegando a públicos cada vez más amplios.
Actores como Mira Sorvino, la maravillosa prostituta de Poderosa Afrodita (1995), la película de Woody Allen o Kevin Sorbo han encontrado en este tipo de películas un público que los adora. Si Mira Sorvino es una buena actriz, lo de Kevin Sorbo no tiene desperdicio. De un Hércules cachas ha pasado a ser un ferviente cristiano revivalista, protagonizando auténticos taquillazos y proclamando su Fe a los cuatro vientos. Ha renegado de su papel de "Hércules" por el que se le recordará más o menos para convertirse en un auténtico peñazo. Y es que hay gente a la que hacerse mayor le sienta fatal.
Sinclair Lewis, que en 1935 ya se adelantó creando una especie de Donald Trump avant-la-lettre en Esto no puede pasar aquí, también supo retratar a estos predicadores buscavidas que explotan el sufrimiento ajeno en la obra Elmer Gantry. Lo absolutamente increíble de este libro es que Estados Unidos sigue igual que en 1927 cuando se publicó esta novela que fue un auténtico escándalo. Las dos obras mencionadas unas obras maestras de vigor inmarchitable.
En 1960, Richard Brooks adaptó a la gran pantalla esta genial novela convirtiéndola en "El fuego y la palabra" con un Burt Lancaster en estado de gracia y una Jean Simmons en su mejor papel. Ganó un montón de premios, Oscar al mejor papel protagonista masculino, a la mejor actriz secundaria (Shirley Jones) y al mejor guion adaptado a Richard Brooks, un auténtico especialista en esto de adaptar guiones. Una excelente película que desgraciadamente no ha envejecido ni un ápice. Os dejo el tráiler.
Aunque, seamos justos, antes que Sinclair Lewis hubo un autor que denunció el fanatismo y la intolerancia de los Puritanos. En efecto, fue Nathaniel Hawthorne con su canónica obra La letra escarlata. Esta magnífica novela narra la historia de Hester Prynne, una mujer valiente, que vive sola, eso nunca ha gustado a la sociedad patriarcal, ya que su marido ha desaparecido en el mar, es acusada de adulterio y, por no querer revelar el nombre del padre de su hija, es condenada a llevar colgada en el pecho la letra A de Adúltera. Hawthorne que era descendiente de los jueces que juzgaron a las Brujas de Salem, condenándolas a morir en la hoguera, detestaba la sociedad puritana y no dudó en ponerla a caldo en esta imprescindible novela.
Otro Estado con un fuerte componente religioso es Utah donde la religión mayoritaria es la mormona, la única verdaderamente
norteamericana ya que fue fundada por Joseph Smith, un visionario algo
enloquecido, entre otras cosas por su férrea defensa de la poligamia y su delirante Biblia particular. Sus ideas resultaban tan extremas que
los Mormones fueron mandados a Utah, un lugar bastante inhóspito pero que hoy
en día es uno de los Estados más ricos de Estados Unidos. Hay que decir que los
Mormones son gente muy trabajadora y lo digo sin coña. Utah pudo integrarse en los Estados Unidos porque rechazó la poligamia pero en 2016 una sentencia federal dictaminó que la poligamia no era inconstitucional siempre que por ejemplo no hubiesen menores envueltas u otros abusos por el estilo. La comunidad mormona está fuertemente dividida ya que la parte oficial rechaza la poligamia e incluso aboga por una apertura pero hay otra parte completamente integrista enloquecida por volver a la época de Joseph Smith o Brigham Young.
Sobre la bondad de estos Mormones fundamentalistas y su respeto a las mujeres que se lo pregunten a Tara Westover quien en su libro Una educación narra su propia historia. Hija de mormones fundamentalistas que creen que el final del mundo es inminente y que por ello no llevan a sus hijos a la escuela, ni les permiten tener contacto con el mundo exterior, Tara pisará un aula por primera vez a los diecisiete años, aunque tampoco sabe muy bien su edad ya que no hay ningún registro oficial de su nacimiento. Comprendió que solo la educación podía salvarla de la barbarie de sus padres y logró obtener un Doctorado en Cambridge. Ya no tiene contacto con su familia. Esta historia no es del siglo pasado sino totalmente actual. Todo lo que se cuenta es real y, sin embargo, parece mentira. Vale la pena leerlo porque además está muy bien escrito, sin autocompasión, ni odio.
No quisiera dejar de mencionar en esta entrada a Marylinne Robinson, una portentosa escritora, de honda espiritualidad, que escribe una novela social, no exenta de crítica pero donde los personajes encuentran en la comunión con la Naturaleza y en su creencia en Dios, una suerte de felicidad y una esperanza en la vida, a pesar de ser esta muchas veces difícil. Es una escritora que me ha cautivado totalmente. Se sea creyente o no, poco importa, su prosa es envolvente y sus personajes creíbles y emocionantes. Una autora ya canónica!!! Os recomiendo su trilogía que consta de los siguientes libros.
- Gilead.
- En casa.
- Vida hogareña.
Tres libros gozosos para el espíritu!!!
Margaret Atwood, en cambio, convertirá Gilead en una auténtica pesadilla en El cuento de la criada donde nos presenta también un estado teocrático en la que la mujer solo tiene tres categorías: esposa, criada y Martha. Este libro es una auténtica obra maestra, soy una fervorosa lectora de esta obra a la que vuelvo siempre porque muestra la fragilidad del estatus de la mujer que, a la mínima, puede volver al estado de reproductora y criada sumisa. Margaret Atwood es una de las escritoras más lúcidas que he leído jamás. Se merece un seminario entero. Un libro verdaderamente imprescindible cuya lectura considero obligatoria.
Un agradecimiento especial va para Douglas Kenendy, un escritor norteamericano que no me acaba de encantar pero cuyo libro In God's country es para mí una inexcusable referencia para entender la religiosidad del Bible belt y ha sido una guía de incalculable valor para elaborar esta entrada.
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