lunes, 27 de marzo de 2023

LA HIJA DE BURGER DE NADINE GORDIMER

     El racismo ha sido posiblemente el elemento más identificador de la abominable colonización y Sudáfrica uno de sus ejemplos más lamentables y dramáticos. Nadine Gordimer supo describir como nadie no solo la opresión de los que viven bajo un yugo colonial interminable sino también qué significa ser opresor en una sociedad donde el color de la piel es la vara de medir. En este sentido, un libro que tiene alguna relación con este Aula de Lectura es el de Charles King Escuela de Rebeldes: cómo un grupo de espíritus libres revolucionó las ideas de sexo, raza y género porque este ensayo ameno e interesantísimo tiene como protagonista a Franz Boas, y a sus discípulas Ruth Benedict y Margaret Mead. Estos antropólogos fueron los primeros en demostrar científicamente que el color de la piel no era en modo alguno un signo diferenciador de falta de inteligencia ni de inferioridad. Y ahí seguimos....

 

    Nadine Gordimer, la autora de la que vamos a analizar La hija de Burger, supo muy bien describir el ambiente enrarecido de una Sudáfrica inmersa en los momentos más duros del apartheid.


    En la obra que nos ocupa, La hija de Burger, Nadine Gordimer se mete en la piel de Rosa Burger, la hija del mítico Lionel Burger, un activista comunista anti-apartheid blanco que morirá en la cárcel. Por lo tanto, ya de entrada Gordimer parte de un punto de vista poco habitual, el de un blanco que lucha por acabar con el racismo. Pero esta novela no es solo eso, no es una hagiografía al uso sino una muy acerada reflexión sobre cómo el activismo de los padres condiciona la vida familiar. Rosa Burger es "la hija de Burger", depositaria del legado de su padre, un legado que tratará de olvidar durante un interludio en la costa francesa pero que regresará a ella como un bofetón. 

    Y es que la herencia familiar y no precisamente la monetaria, sino la ideológica es un tema lo suficientemente importante como para haber sido desarrollado por otros escritores, bien en forma de novela, bien en forma de narración autobiográfica.

    Un libro magnífico que habla precisamente sobre cómo el activismo y el heroísmo de un padre afecta el devenir de su familia es Un libro de mártires americanos de Joyce Carol Oates. Este libro que ya prefiguraba la deriva religiosa de unos Estados Unidos sumidos en una polarización extremista desde hace ya bastante tiempo es también una reflexión sobre la religión y la pena de muerte. Augustus Voorhess, un médico abortista heroico que trabaja en las peores condiciones posibles practicando abortos en una pequeña ciudad de Ohio, es muerto a tiros por Luther Dunphy, un evangelista alienado y radical. La muerte de Augustus mostrará la profunda disfunción familiar que su dedicado compromiso con las mujeres víctimas de abusos y a las que ayuda a abortar, ha creado con una esposa incapaz de mantener las riendas de la familia y una hija Naomi que se convertirá en la biógrafa oficial de su padre. La hija del evangelista radical, Dawn, criada en medio de una violencia omnipresente, será boxeadora. No contaré nada más de esta extraordinaria novela, rica en matices y una muestra más del incomparable talento de Joyce Carol Oates quien junto a Jonathan Franzen constituyen los mejores cronistas de la América contemporánea.
   

    Otro ejemplo de estas herencias que modelan la vida y el carácter es el de Jane Lazarre, autora de El comunista y la hija del comunista. Lazarre, una interesantísima periodista que aúna en ella las cualidades del periodismo literario estadounidense, narra en esta suerte de autobiografía la compleja e intensa relación que tuvo con su padre, un emigrante judío, huido de los pogromos, imbuido de los más altos ideales de justicia y libertad. Miembro del Partido Comunista norteamericano, combatió en la Guerra Civil española con la brigada Abraham Lincoln, pero también conoció el maccarthysmo y la caza de brujas, de la que, como os podréis imaginar, fue víctima. En este apasionante libro que mezcla documentos reales con las propias vivencias de la autora, Lazarre muestra a veces su resentimiento hacia un padre que admira pero cuya militancia le impide ser un padre presente. Un libro magnífico que también muestra la profunda decepción de todos aquellos que lucharon por un mundo mejor que finalmente no ha sido exactamente el esperado. También Jane Lazarre ha sido la hija de.

          

    James Ellroy, uno de los mejores escritores de novela negra de los Estados Unidos,  ha reflejado en todas sus novelas el desamparo de la mujer en una sociedad competitiva y patriarcal por lo que es considerado, a pesar de ciertas opiniones conservadoras, un escritor feminista. La madre de Ellroy fue asesinada brutalmente cuando este era un niño. En Mis rincones oscuros, Ellroy decide elucidar la muerte de su madre, ofreciéndonos un relato  a corazón abierto, sobre lo que pensaba de su madre, cómo prefirió creer una versión en la que más o menos ella se lo había buscado (había sido violada) y cómo toda su vida y su obra son un constante homenaje a la madre que no conoció y cuya muerte y corta vida está siempre presente. Un libro imprescindible para entender a Ellroy al que vale la pena leer, el auténtico cronista de la ciudad de Los Angeles más negra.

 

    Para los cinéfilos del Aula de Lectura, os diré que la película "L.A. Confidential" está basada en la novela homónima de James Ellroy. Dirigida por Curtis Hanson en 1996 y protagonizada por Russell Crowe, Kevin Spacey, Guy Pearce y Kim Basinger, nos muestra a un policía, Crowe, que no soporta el mal trato a las mujeres. Una excelente película. Os dejo trailer.


    El escritor colombiano Héctor Abad Faciolince en El olvido que seremos, narra la historia de su padre, el doctor Héctor Abad Gómez que hasta el día en que fue asesinado, siguió luchando por el derecho de los pobres de Medellína una vida digna . El incesante combate de Héctor Abad está muy bien reflejado en un libro muy íntimo, donde el hijo mira con admiración al padre heroico cuya familia le apoyaba y que se enfrentó a su propia clase social. Un libro admirable, emotivo pero no sentimental. Una lectura muy recomendable.

 


   Fernando Trueba ha llevado al cine esta novela y la verdad es que lo ha hecho bien. Película de 2020, protagonizada por un Javier Cámara que parece haber nacido en Medellín y muy parecido al auténtico Héctor Abad, la película tiene el tono intimista adecuado pero también la acción requerida en su retrato de una Colombia en tiempos de gran violencia. Trailer aquí debajo.


    Y en Colombia seguimos porque Juan Gabriel Vásquez ha escrito otro relato de padres que influyen de modo decisivo en la vida de sus hijos, en este caso en las de Sergio y Marianela Cabrera, hijos del gran actor Fausto Cabrera,  maoísta convencido. La aventura de Sergio y Marianela Cabrera en la China de la Revolución Cultural es de por sí alucinante pero el paso de ambos por la guerrilla de las FARC es increíble. El libro se titula Volver la vista atrás y es magnífico, como todo lo que escribe Vásquez. No era fácil describir el entusiasmo por la Revolución cultural china de los Cabrera, sobre todo ahora que sabemos sus nefastos resultados pero el libro nos muestra, con sus claros y sus sombras la influencia de un padre en la vida de sus hijos. Solo puedo recomendar su lectura porque es un libro único.
    En las fotos, a la izquierda Juan Gabriel Vásquez y  a la derecha Sergio (con gafas) y Marianela Cabrera (justo en medio de los dos profesores chinos).



   También Paul Theroux en La costa de los mosquitos nos muestra cómo Allie Fox, el resentido y conspiranoico anti-sistema de la novela embarca a su familia en un viaje de no retorno a la costa hondureña donde se sitúa una pequeña aldea que este padre de familia enloquecido ha comprado y dónde piensa construir un mundo utópico que, por supuesto, no saldrá como esperado. Es una novela apasionante narrada por Charlie Fox, un adolescente que considera a su padre un genio pero que acabará viendo su peor cara.
    La película basada en la novela me gustó mucho con un Harrison Ford perdiendo los papeles y llevando a su familia a una calle sin salida. Dirigida con brío por Peter Weir, se beneficia además de la interpretación de Helen Mirren y del malogrado River Phoenix. Trailer debajo.


    La herencia familiar es uno de los temas más importantes de La hija de Burger pero está claro que la aberración racista sudafricana  ha vertebrado prácticamente toda la obra de Nadine Gordimer. Y lo que es todavía más interesante, nadie como ella, con el permiso de Coetzee y Brink, han sabido mejor describir qué es ser un opresor donde el blanco lo tiene fácil y el negro crudísimo.
    La gente de July escrito por nuestra autora muestra muy bien cómo una pareja de blancos, los Samle que siempre ha tratado a los negros con consideración y respeto pero que inequívocamente se han beneficiado de la situación, se ve obligada a causa de graves disturbios a refugiarse en casa de su criado de toda la vida, el July del título. Ahí, no solo se verán confrontados con la forma de vida de la población negra, sino que descubrirán otro July muy alejado del hombre servil y atento al que están acostumbrados y que dan por sentado. Una novela magníjica, escrita con escalpelo y que muestra el miedo del poderoso frente a una situación que se le escapa por completo. Espectacular!!!

    El conservador es otro de los indispensables de Nadine Gordimer. En esta ocasión, su protagonista Mehring, es un rico hombre de negocios blanco que, desencantado de la vida que lleva, su exmujer se ha ido a Estados Unidos, su hijo, del que sospecha que es homosexual, está implicado en movimientos anti-apartheid y desprecia a su padre,  decide abandonar la relativa seguridad de la ciudad y comprarse una granja donde poder vivir el sueño del granjero colonial. Como no tiene ni idea de cultivar la tierra, Mehring tiene que emplear a trabajadores negros de los cuáles no se fía. Un día, el cadáver de un hombre negro aparece en sus tierras y a partir de ahí, se va a desencadenar una paranoia y un miedo cerval hacia los negros que trabajan en su granja. Nunca el opresor fue mejor descrito con todo su miedo y sus pies de barro. Un libro obligatorio.
    
    
                     

    Nadine Gordimer fue recompensada en 1991 con un merecidísimo Premio Nobel no solo por su magnífica contribución literaria sino también por su activismo sin fallas contra el apartheid. 

    La literatura, sin embargo, no ha sido la única que ha mostrado su desprecio por el apartheid. Un músico sudafricano, blanco como la nieve pero con alma zulú, enseñó al mundo la ignominia del apartheid y fue uno de los primeros en fusionar pop con las melodías africanas más autóctonas. Este prodigio se llamaba Johnny Clegg y nos dejó hace algunos años.

    No puedo resistirme a poneros el video de Asimbonanga, dedicado a Nelson Mandela y en esta ocasión con este héroe de nuestra época compartiendo escenario. Un vídeo emocionante y triste a la vez.


    Y aquí Johnny Clegg bailando como el auténtico africano que siempre fue. Larga vida a Johnny Clegg!!!


    Un cantante británico de origen guyanés publicó un disco que contenía una canción fuertemente anti-apartheid pero no era un lamento, sino la canción más marchosa imaginable. La Joanna de la canción no es una señora sino Johannesburgo.  Eddy Grant se marcó un éxito y un recordatorio mundial contra un régimen abyecto. Puntazo!!!


    Nadine Gordimer vio el final del apartheid pero no se mostraba demasiado optimista en cuanto a la evolución política y económica de su país. Su testamento literario Mejor hoy que mañana narra la vida de una familia de raza mixta en la Johannesburgo actual. Si bien parece que el racismo más acérrimo ha desaparecido, la corrupción y las desigualdades sociales heredadas de un sistema injusto ponen al borde de la quiebra a una Sudáfrica todavía de resaca del apartheid. Es una novela muy bien construida, con unos personajes ricos en matices pero que deja un sabor algo amargo. 

    Este mismo sabor amargo nos lo brinda Damon Galgut en su novela La promesa. En esta subversiva novela, Damon nos muestra la profunda crisis que atraviesa una familia de granjeros sudafricanos blancos. El punto de partida es el funeral de la madre al que acuden los tres hijos del matrimonio que detestan, cada uno a su manera y con intensidad variable, la herencia del apartheid. Lo que sí tienen los tres muy claro es que Salomé, la criada negra de la familia, que lleva años sirviendo en la casa tiene derecho a que le otorguen la propiedad de una casita en la que ha vivido toda su vida. Esto no será del gusto del padre quien pasará olímpicamente del tema. Este hecho dará lugar a diferentes reacciones muy en consonancia con el momento de transición que estaba viviendo Sudáfrica en aquellos momentos. Esta novela ganó el Booker Prize en 2021 con todo merecimiento. Sudáfrica está lejos todavía de ser el país de la armonía.

    
    Nuestro querido Henning Mankell también denunció los excesos del apartheid en la saga Wallander. Fue en La leona blanca donde el inexplicable asesinato de una agente inmobiliaria en Ystad desencadenará una trama para atentar contra un dirigente sudafricano anti-apartheid por parte de un grupo de extrema derecha. Mankell siempre estuvo donde era necesario estar.


  La literatura sudafricana está conociendo un esplendor en estos últimos años gracias a las incorporaciones de numerosos novelistas jóvenes que, sin embargo, reivindican el magisterio de Coetzee, Brink o Gordimer.

    Me gustaría despedir esta entrada de blog con la gran Miriam Makeba, otra gran activista anti-apartheid que llevó su protesta por todos los rincones del mundo en la lengua de su etnia, el xhosa. Su "Pata-pata" es ya patrimonio de todos.


  Siguiendo nuestro lema:

PENSAR LA LITERATURA, PENSAR EL MUNDO.

Y cómo no, la lectura es

¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!