domingo, 23 de enero de 2022

EL NOMBRE DE LA ROSA DE UMBERTO ECO

  En nuestra próxima sesión, comentaremos el libro El Nombre de la Rosa de Umberto Eco, Il Professore. Semiólogo de formación, estudioso de los signos, Eco renovó el género de la novela histórica, poniendo a disposición de una intriga típica del whodunnit, su inmensa sabiduría. El resultado: una novela que conoció un éxito planetario, aunando erudición histórica y originalidad sumándole, además, una novela policíaca muy sui géneris. Eco vino a colmar las aspiraciones del lector culto al que también le gusta distraerse con una lectura amena pero no simple.
Que la sombra del Professore es alargada, la encontramos en muchos ejemplos. Quisiera señalar uno que me ha gustado especialmente y que además es español, el de Luis García Jambrina que, con su serie de novelas sobre Fernando de Rojas convertido en detective ha ido consolidando su número de lectores. Están bien y son muy entretenidas, además de transportarnos a la Salamanca de la época. Vale la pena!!!
Los libros que constituyen la serie son los siguientes:

- El manuscrito de barro.
- El manuscrito de fuego.
- El manuscrito de piedra.
- El manuscrito de niebla.

Se pueden leer separadamente. Para los interesados en la figura de Unamuno, García Jambrina es el autor, junto a Manuel Manchón del libro La doble muerte de Unamuno, no sé si origen o consecuencia del excelente documental homónimo. Aquí debajo Luis García Jambrina.


Umberto Eco sitúa además El nombre de la Rosa en un contexto histórico que ha sido víctima de muchos malentendidos y prejuicios: la Edad Media. Y no contento con eso, Eco sitúa la acción de la novela en un momento de confrontación ideológica entre dos corrientes enfrentadas, los seguidores de las enseñanzas de San Francisco de Asís con sus normas de pobreza y cercanía con los necesitados o los partidarios de convertir a la Iglesia en un poder muy terrenal. No olvidemos que la Iglesia en la Edad Media concentraba el poder intelectual, la mediación con Dios y el dominio político.
Que el poder terrenal de los eclesiásticos era ya un problema, lo veremos unos cuantos años más tarde,  hacia 1380, con los fabulosos Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, una implacable crítica contra ese estamento clerical de muy dudosa virtud pero también contra otros estamentos de la sociedad como el militar o la nobleza. Estos cuentos se narran en la Tabards Inn, una posada donde coinciden varios peregrinos que se dirigen a la tumba del mártir Thomas Beckett en Canterbury. 
Estos cuentos, inspirados en El Decamerón de Bocaccio, no solo conforman el corpus literario escrito en inglés, sino que son divertidísimos porque lo que nos cuentan son unas historias de caraduras, hipócritas y aprovechados que siguen vivitos y coleando en nuestros tiempos. No os los perdáis!!!!


La Edad Media es una época literariamente muy fecunda y en toda Europa además. En España, tenemos el Arcipreste de Hita, autor de El Libro de Buen Amor, escrita alrededor de 1349. Es esta una obra fascinante, casi precursora de la autoficción porque mezcla la autobiografía con la interpretación del Arte de Amar de Ovidio, fábulas eclesiásticas, una indisimulada admiración teñida de erotismo hacia la mujer, una crítica contra el dinero, entre muchos otros temas. La verdad es que nuestro Arcipreste veía cómo el mundo se le escapaba de las manos y que para los eclesiásticos como él amantes de la buena vida, la cosa se estaba poniendo cruda. Aunque lo que voy a decir puede sonar a anatema, es el Stefan Zweig del medievo, un hombre que vio claramente que el mundo iba a peor. Imprescindible, no hay excusa para no leer a estos autores. Editoriales como Castalia o Cátedra tienen ediciones comentadas que, aunque requieren un esfuercillo, nos sumergen en una Edad Media que, lejos de ser un mundo estático y aislado, estaba en plena ebullición. Los ilustrados dieron una imagen muy negativa de la Edad Media por no ajustarse a los imperativos de la razón. Los Románticos se afanaron en destruir, esta imagen idealizándola en muchos sentidos y convirtiéndola en un estereotipo. Heredera de este  estereotipación, es la pseudoestética medievalista de una serie como "Juego de Tronos".


También la saga de El señor de los Anillos de John Ronald Reuel Tolkien bebe del imaginario y la filosofía medieval. En nuestros días, Tolkien sería un feroz pro-Brexit, El Señor de los Anillos es una exaltación de la esencia inglesa con un tufillo racista. Esta obra tuvo mucho éxito en la Alemania nazi, lo cual no acabó de gustar mucho a nuestro autor al que nunca le gustaron ni el antisemitismo ni las teorías sobre la raza aria. Negó por activa y por pasiva que la Tierra Media donde viven los Hobbits fuera "nórdica" en el sentido que le daban los nazis. 
Las películas que se han hecho de este libro han devuelto a la popularidad a J. R. Tolkien aunque infantilizando esta obra culta y dotada de gran profundidad intelectual. Me temo que es el signo de los tiempos. 
Os dejo el tráiler de la película "La comunidad de los anillos", dirigida por Peter Jackson en 2001 y protagonizada por Elijah Wood, Ian McKellen y Viggo Mortensen.


Para disfrutar de la literatura medieval, no está nada mal acudir a algunos historiadores que han sabido transmitir su pasión por esta época histórica en sus libros. Os lo advierto, el Medievo engancha!!!
El primero de estos historiadores es el  francés Georges Duby que, con las herramientas propias de la historia de las mentalidades, nos mete de lleno en una sociedad compleja. Me encantó El Año Mil donde Duby retrata el terror que producía a nuestros antepasados medievales el cambio de milenio con su corolario de sectas, "gurús" new age y toda una fauna que no se aleja demasiado de los rollos esotéricos de autores como Paulo Coelho o Rhonda Byrne, estos últimos cultivadores de una mentalidad medieval sin gracia.
Lectura obligatoria: la Historia de las Mujeres que Georges Duby coordinó junto a una formidable historiadora feminista todavía en activo, la gran Michèle Perrot. Es una historia de la mujer rigurosa, amena, dura porque la historia de la mujer no es ninguna panacea pero es un libro indispensable, aunque solo sea para que no decaiga el combate feminista.

    

Si queréis leer una mezcla de "Succession", "Ozark" y "El Padrino", este es vuestro libro: Montaillou, aldea occitana de 1234 a 1324 del historiador francés Emmanuel Leroy Ladurie. Este ilustre historiador francés, autor de este primer best-seller histórico, es miembro de una corriente histórica que revolucionó los estudios historiográficos: la Escuela des Annales. Esta escuela fue pionera en considerar que la Historia no era la de las grandes gestas guerreras, la de los vencidos, sino la microhistoria, la de la gente de a pie, la historia vista desde abajo. Por ello, estos historiadores se dedicaron a investigar los archivos parroquiales con el fin de entender cómo vivía la gente de la época. El libro más popular fue este de Montaillou, arriba referenciado, aldea situada en el Sudoeste francés cuya vida era una auténtica telenovela. Es muy entretenido, y aunque ahora estamos más acostumbrados a leer la Historia de los Vencidos en hermosa expresión de Miguel León Portilla, la ajetreada vida de estos habitantes medievales es finalmente bastante parecida a la nuestra. Muy recomendable!!!

                        


Régine Pernoud, medievalista francesa, ha sido también una gran divulgadora de la vida de la mujer en la Edad Media. Sus libros son interesantísimos y muy amenos de leer, ha publicado biografías de Blanca de Castilla o Leonor de Aquitania, aunque mi preferido es la biografía que dedica a Christine de Pizan, una pionera del feminismo y primera escritora que ya en la Edad Media cuestionaba los roles de género en su maravilloso libro La ciudad de las damas. 

       

Si os apetece adentraros en el ocaso de esa Edad Media que ya prefigura el Renacimiento, un libro imprescindible: El otoño de la Edad Media de Johan Huizinga. Escrito casi poéticamente, Huizinga nos muestra la transición entre el mundo medieval y el mundo del Renacimiento a través de la obra de los pintores primitivos flamencos como Jan van Eyck o Pieter Brueghel el Viejo. No os lo perdáis!!!

                         

En esa transición se encuentra también una de las obras canónicas de la literatura española, La Celestina, Tragicomedia de Calisto y Melibea del Bachiller Fernando de Rojas. La Celestina le disputa a Cervantes la invención de la novela ya que la crítica la considera como una mezcla de novela y drama. Obra filosófica que muestra la lucha de los contrarios en la batalla de la vida,  la lucha de clases por su advertencia de no dejarse manipular por los sirvientes que acabarán pervirtiendo a sus amos y también, cómo no, una nada velada advertencia sobre los peligros de dejarse llevar por la pasión. Personajes, especialmente La Celestina, dotados de una fuerza extraordinaria han hecho perdurar esta obra a caballo entre dos eras.
Debajo, retrato de Fernando de Rojas y La Celestina tal como la imaginó Picasso.


         

El nombre de la rosa es una novela de múltiples niveles, desde el nivel más culto hasta el de la trama simple. De ahí que Jean-Jacques Annaud se lanzase a hacer una película basada sobre el libro y que le saliera muy bien. Protagonizada por un Sean Connery que se sale y por un Christian Bale muy en el papel de novicio flipándolo, además de  un cásting de sobresaliente que incluye a F. Murray Abraham como el Inquisidor Bernardo Gui, la película demuestra que el nivel de la trama puede seguirse sin ninguna dificultad. Muy recomendable!!!


Esta magnífica novela homenajea de manera festiva a Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes pero también del Dr. Watson. Guillermo de Baskerville y Adso de Melk tienen muchas reminiscencias del inmortal detective y de su ayudante. La capacidad de observación y  deducción de Baskerville no tiene rival. Antiguo inquisidor, es ahora un franciscano preceptor del joven benedictino Adso de Melk. Baskerville es discípulo de Guillermo de Ockham cuya filosofía, aplicada al mundo detectivesco viene a decir que la explicación más simple es la que más se acerca a la verdad (navaja de Ockham). 
Las aventuras de Sherlock Holmes conocieron un éxito de tal calibre que hasta Conan Doyle se vio obligado a resucitarlo. La última serie sobre Sherlock la ha realizado la BBC con su talento acostumbrado y resulta una puesta al día francamente interesante de este detective. Protagonizada por dos monstruos interpretativos como Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, es estupenda.


Conan Doyle hizo sus pinitos como detective y abogado de causas a priori perdidas, como nos narra muy bien Julian Barnes en su magnífica novela Arthur & George. En esta novela, Barnes nos cuenta la historia real de George Edalji, hijo de clérigo anglicano hindú y madre inglesa que será víctima del racismo de sus vecinos y al que Sir Arthur Conan Doyle, ya famoso por su personaje de Sherlock Holmes, defenderá públicamente. Buenísima!!!! Izquierda: Julian Barnes, derecha: Arthur Conan Doyle.

   

Pero Guillermo de Baskerville no es el único clérigo que ha protagonizado novelas. Sin ir más lejos, tenemos a otro monje benedictino, el hermano Cadfael, creado por la lingüista Edith Pargeter con el seudónimo de Ellis Peters. Éxito multitudinario, el hermano Cadfael resuelve también asesinatos y es un experto en hierbas medicinales. También vive en un contexto turbulento, el período conocido como La Anarquía (1137-1145), una cruenta guerra civil entre el rey Stephen y la emperatriz Maud. La verdad es que no pueden compararse a la novela de Eco pero son una lectura entretenida para cuando no queremos rompernos la cabeza.
Derek Jacobi, antes de perder la suya con el tema de si Shakespeare existió o no, protagonizó una serie que me encantó y disfruté muchísimo. Leer a Ellis Peters me parece un rollo pero ver a Derek Jacobi interpretando a Cadfael es una gozada. Ellis Peters a la derecha.

                          

La época en la que vive el monje Cadfael es la misma que la de Los pilares de la tierra. Otro libro y un autor, Ken Follett, que han contribuido a poner de moda la Edad Media. No me extenderé mucho sobre este libro porque lo dejé, me aburría muchísimo y no me gusta este tipo de escritura tan brutalmente guionizada. No obstante, Ken Follett tiene millones de seguidores y justo es reconocer que algo tiene, aunque yo no sepa apreciarlo.



No quisiera dejar de mencionar a otro famosísimo clérigo, el Padre Brown, protagonista de Los relatos del Padre Brown de G. K. Chesterton. El Padre Brown es un cura católico, Chesterton se convirtió al catolicismo, al igual que otro escritor inglés, Graham Greene, hoy en día de capa caída por su misoginia y su metafísica de niño malo, pero toda una referencia en los años 40. 
El Padre Brown es un cura gordito, de apariencia inofensiva y bonachona pero un hacha a la hora de resolver los crímenes más peliagudos que imaginarse puedan. Su método no es tanto lógico-deductivo como su profundo conocimiento del alma humana. Esto es muy interesante porque policías como el comisario Maigret, creado por Georges Simenon o el también comisario Wallander de Henning Mankell, son capaces también de ir más allá de los hechos para ver el crimen como un acto ante todo humano. 

 

Ana María Matute vivió su resurgir literario con una novela totalmente medieval Olvidado Rey Gudú que devolvió a los lectores el gusto por damas, caballeros y fenómenos sobrenaturales al estilo Excalibur. Aunque esta novela gustará a los amantes del universo medieval, va  más allá para erigirse en fábula moral.  Al igual que El nombre de la Rosa, los varios niveles de esta novela la convierten en una experiencia lectora muy gozosa.



Permitidme acabar con el rey medieval por excelencia, el rey Arturo, considerado el rey ideal, entre la realidad y la ficción, armado con la mítica espada Excalibur. Desde Geoffrey de Monmouth, origen de la leyenda, pasando por Thomas Malory que escribió La muerte del Rey Arturo (1485), hasta John Steinbeck con Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros (1976), hemos disfrutado con Merlín, Lanzarote, la reina Ginebra, Morgana Le Faye y un sinfín de aventuras que nos han familiarizado con una Edad Media mítica e irreal pero que es parte de nuestra memoria literaria sentimental. 


  




Para acabar os dejo con la mejor película sobre el rey Arturo, "Excalibur", dirigida en 1981 por John Boorman con una jovencísima Helen Miller en el papel de la malvada Morgana, hermanastra del rey Arturo.  Y para nuestro gozo infinito, de fondo musical "O Fortuna" de la cantata "Carmina Burana" compuesta por Carl Orff.  Espectacular!!!


Siguiendo el lema de nuestro Club,

¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!!