viernes, 26 de febrero de 2021

ORGULLO Y PREJUICIO DE JANE AUSTEN

 
 En nuestra próxima sesión comentaremos el libro Orgullo y Prejuicio de la quizás, junto a George Eliot y las hermanas Brontë. la más popular de las escritoras inglesas. Esta novela, publicada en 1813, es probablemente la más conocida de sus obras aunque las demás no desmerezcan.
La frase que abre este libro es junto a la que abre Ana Karenina un hito literario: "Es una verdad universalmente aceptada que un soltero con posibles ha de buscar esposa". Y realmente nunca una frase expresó tan bien el meollo de la cuestión ya que, sin duda,  este es  uno de los temas fundamentales de las novelas de Jane Austen, sobre todo porque durante siglos ese fue el tema prioritario en la vida de las mujeres. 

Jane Austen es una novelista que despierta pasiones pero que también tiene sus detractores, Mark Twain la detestaba y no logró jamás escribir correctamente su apellido que escribió siempre como Austin. Hay miles de Asociaciones Jane Austen en el mundo, de hecho en España también hay una. Os pongo el enlace aquí debajo:


El mundo anglosajón es especialmente prolífico en asociaciones literarias y podemos afirmar que son muy activas organizando peregrinajes literarios a Bath o Kent, los lugares más emblemáticos, no solo de la literatura "Jainita" sino también de la propia autora. 

Jane Austen no es una novelista victoriana, nació en 1775, su época es la Regencia. Acordaos que la reina Victoria de Inglaterra nace en 1819 y empieza a reinar en 1837. La Regencia es el período histórico comprendido entre 1811 y 1820 cuando se considera que el rey Jorge III no es apto para gobernar y es Jorge IV quien asume el trono. La Regencia comportó un considerable cambio de costumbres, una mayor libertad en el pensamiento y en los comportamientos y literariamente entronca con el Romanticismo y con una autora que conocemos bien por haber comentado y leído su obra más importante: Mary Shelley.

La Regencia prefigura la Revolución Industrial pero sin ser todavía el momento en que las estructuras económicas cambien de manera brutal y los gentiles esquires (pequeños propietarios de tierras), el medio social de las novelas de Jane Austen, sean una reliquia del pasado aunque eso sí, muy mitificado. 

Sobre el rey Jorge III, tenemos película de Nicholas Hyntner "La locura del rey Jorge", estrenada en 1994, e interpretada por Nigel Hawthorne y Helen Mirren. Nigel Hawthorne es un actor inglés que para aquéllos que gustéis de series inteligentes, mordaces y sin tapujos, protagoniza la serie "Yes, Minister" donde interpreta al alto funcionario más interesante habido y por haber. Os la recomiendo de veras para una diversión auténticamente inteligente. Os dejo trailer de la película.


La época de la Regencia aporta, por ejemplo, una nueva moda en el vestir, con trajes vaporosos, alejados del duro corsé que llevarán las victorianas apenas unos años después. Para la mujer, no obstante, el tema no cambia, sigue férreamente sometida a una sociedad patriarcal sin fisuras.

Las novelas de Jane Austen, amables, ligeras, son, sin embargo, una despiadada disección del mercado de mujeres, de su sometimiento a pesar de un aparente reinado doméstico y la expresión más genuina de la vida en una sociedad patriarcal. Aunque las heroínas de Austen salen mucho de paseo, siempre están encerradas, en una casa u otra. Ir andando como hace Elizabeth Benett para ir a cuidar a su hermana Jane a Netherfield, está mal considerado. Por supuesto, siempre pensando en el bien de la mujer, que no sea atacada, o molestada pero en realidad ejerciendo un férreo control sobre cada uno de sus movimientos. 

No obstante, las novelas de Jane Austen tienen, para bastantes lectores,  el sabor nostálgico de una época  en la que los hombres y las mujeres se enamoraban de verdad y para siempre, obviando, naturalmente, las cuestiones de clase que abundaban en el mayor sometimiento de estas últimas, la presión para encontrar marido y, por tanto, la aceptación de lo que les tocara en la lotería matrimonial y sino pensad en Charlotte Lucas casada con el Reverendo Collins, un auténtico imbécil, sobre todo porque a la pobre Charlotte se le estaba pasando el arroz. 

Orgullo y Prejuicio ha tenido una segunda parte escrita por P.D. James, la famosísima escritora de novelas policíacas y creadora del primer inspector poeta: Adam Dalgliesh. La muerte llega a Pemberley, una novela de misterio en la mejor tradición de P.D. James donde asesinan a.....Wickham!!! En este libro vemos a Elizabeth y Darcy casados y padres de un niño pero... este inesperado asesinato pondrá de relieve algunas tensiones en la perfecta familia formada por Lizzy y Darcy. 
La novela es entretenida sobre todo cuando se ha leído Orgullo y Prejuicio. Hay una serie estupenda de mismo título que hará las delicias de todos los amantes de los dramas ingleses de época. Muy recomendable. Os dejo tráiler. Y debajo  P. D. James, una excelente autora de policíacos.





Los hermosos paisajes ingleses, los diálogos y la escenografía de las novelas de Jane Austen han hecho de ellas un terreno abonado para las adaptaciones cinematográficas. Hay miles y no voy a reseñarlas aquí pero, lo que sí diré es que ninguna es capaz de trasladar en imágenes la fuerza de lo narrado por esta autora. Las películas son preciosas, servidas por actores magníficos pero, no cambio ninguna película de las obras de Jane Austen por su equivalente en papel. Me pasa con muchos autores pero en el caso de Jane Austen es radical, si sus libros me subyugan, las películas basadas en sus obras me aburren. Es una impresión personal que no tiene mayor interés pero quería destacarlo porque en un blog que habla mucho de cine, no va a ser así esta vez. Dicho esto, veremos en el Cine-club la película "Love and Frienship", basada en una novela perteneciente a la juvenilia de Jane Austen (obras de juventud).

En este sentido, nuestra autora sigue pareciéndole a muchos y muchas el epítome del amor romántico. Julia Quinn, la autora de la saga de Los Bridgerton, se ha inspirado en la época de la Regencia y muy especialmente en Jane Austen para sus novelas histórico-románticas. Netflix la ha convertido en una lujosísima y visualmente espectacular serie de mismo nombre. Sin contar con todas las falsedades históricas como la de tener un reparto inclusivo en una época donde las grandes fortunas empezaban a cuajar gracias al comercio de esclavos, os podéis imaginar para qué iban a entrar un negro o una negra  en un salón de cualquier casa si no era para fregar. El argumento de la serie y de los libros es un rollo inacabable de amores, desamores y demás. Dicho esto, Julia Quinn tiene su público y debo reconocer el inmenso talento de Shonda Land para encandilar a los espectadores en una serie que está teniendo muchísima repercusión.

También quisiera recordar que las novelas románticas, popularmente llamadas rosas, son una parte muy importante de la industria editorial, con millones de lectores que esperan ansiosamente las novedades, por ejemplo, de la escritora Megan Maxwell. Esta autora, junto a Julia Quinn entre otras,  han vendido millones de ejemplares de sus obras, ya les gustaría a muchos que sus libros fueran esperados y leídos con tanto fervor!!! Julia Quinn a la izquierda, Megan Maxwell a la derecha.

 

En lo tocante a Jane Austen y sus "románticas" historias de amor, la crítica literaria feminista entendió muy pronto de qué iba todo esto y entró a saco en la supuesta perfección de unas historias atemporales con final feliz. Esta corriente literaria, totalmente afianzada en los estudios literarios, supo ver en la poesía de Emily Dickinson, en las novelas de Jane Austen, de las hermanas Brontë y de George Eliot (Mary Anne Evans), la angustia soterrada en la que vivían las mujeres creadoras del siglo XIX, escondidas bajo seudónimo masculino como George Sand, la escritora francesa, o las propias Brontë que publicaron sus novelas como Currer y Acton Bell (Charlotte y Anne Brontë). La verdad es que Emily estaba por encima de su propia condición de mujer, vivió toda su vida encerrada en casa con un contacto muy limitado con el exterior pero sus pasiones supo reflejarlas como nadie en Cumbres borrascosas.

Y, hablando de crítica literaria feminista, el libro fundador: La loca del desván. La escritora y la imaginación literaria del siglo XIX. Sus autoras: Sandra M. Gilbert y Susan Guber. Es un libro indispensable para entender la mujer literata del siglo XIX así como sus novelas. Estas dos Profesoras de Literatura, discípulas de Harold Bloom, para que luego se le critique como reaccionario intratable, se dieron cuenta a lo largo de un curso que impartieron conjuntamente sobre la literatura de mujeres, que las escritoras del siglo XIX habían instaurado una mirada femenina en sus obras donde recogían los anhelos, angustias y preocupaciones de las mujeres de su época. Heroínas con sueños de encierro y fuga, dueñas de un yo desdoblado salvaje opuesto a su yo dócil. Resumiendo, metáforas de malestar, tanto físico como psíquico. 

Pregunta: Quién es la loca, más que en el desván, en el ático?

De la importancia de este libro habla  algo tan insólito como que un libro de crítica literaria llegara a ser finalista del Premio Pulitzer en el apartado de no ficción en 1980 y que obtuviese el Premio Nacional de la Crítica Literaria en 1979. Es un libro indispensable para todos aquéllos interesados en la literatura femenina del XIX. Que sigue siendo una obra referencial lo prueba la publicación en 2011 de Gilbert & Gubar's Madwoman in the Attic after Thirty Years, editado por Annette Federico y con prólogo de Susan Gilbert. Este libro intentaba ser una puesta al día del libro primigenio pero no deja de ser un homenaje a estas autoras que dieron una nueva mirada a la mujer escritora del siglo XIX. Y por si todo esto no fuera suficiente, el modo de escribir de literatura de Gilbert y Gubar abrió la puerta a una renovación de la crítica literaria que ha dado frutos excelentes. Para muestra dos botones: Nuevas maneras de matar a tu madre de Colm Toibin, una muy interesante aproximación a la relación de algunos escritores con sus progenitores y El libro más peligroso de Kevin Cunningham, la historia de la aparición y recepción del Ulises de James Joyce, que nos cuenta los difíciles avatares de este libro, emblema literario del siglo XX como si fuera una novela de John Lecarré. Muy recomendable.

 

                      


JANE AUSTEN, UNA GRAN NOVELISTA

Más allá de lo que se diga de Jane Austen, nos encontramos con una novelista de raza, dueña de una escritura inmensa, capaz de hacer una crítica feroz de la asfixia de la sociedad patriarcal sin mover un músculo y todo eso en medio de maneras corteses y una exquisita educación. Voy a referirme aquí a las tres novelas más importantes de Jane Austen que, junto a Orgullo y Prejuicio conforman el impresionante edificio austeniano.  

Mansfield Park (1814):

Esta novela se aleja un poco del medio social habitual de las novelas de nuestra autora. Transcurre entre los ricos muy ricos y no esos propietarios que a veces ni lo son, acordaos del problemón que tienen las Benett encima si el Sr. Benett se muere, la casa pasa a manos del Reverendo Collins. Esta novela narra la historia de Fanny Price, una heroína no muy simpática que vive en casa de los riquísimos Bertram, sus tíos, ya que su madre no puede hacerse cargo material de Fanny. Ahí nuestra heroína aprenderá a ser educada y a comportarse como una señorita de la buena sociedad. Fanny es también maltratada y humillada por una tía de la familia, la abyecta Mrs. Norris que se comporta como una auténtica acosadora, abusando de la inferioridad social de Fanny. Esta está secretamente enamorada de su primo Edmund. No diré más. 
En esta novela encontramos los temas propios de las novelas de Jane Austen: amor y dinero, herencia y meritocracia, buenas maneras opuestas a la moralidad o la oposición entre campo y ciudad. Lo que hace esta novela particularmente interesante es la importancia de la casa y la mirada tanto exterior como interior de Fanny Price, alguien dentro y fuera. 
Este libro también tiene su importancia en la historia de los estudios postcoloniales. Edward Said, el siempre llorado crítico literario hizo un brillantísimo análisis de esta novela en su mítico libro Cultura e Imperialismo. En esta obra Said mostró cómo la inmensa fortuna de los Bertram, sobre la que apenas se habla, enmascara el comercio de esclavos y el desigual intercambio económico colonial. Las continuas referencias a las colonias muestran los cimientos del poderoso Imperio colonial inglés, además de reflejar para Edward Said, la normalización del hecho colonial tanto para el público colonizador como para el colonizado.
Es un libro magnífico cuya lectura recomiendo para comprender cómo se construye la dominación cultural que conlleva una aceptación del poder opresor. En este caso, la metrópoli sobre las colonias. 

                     

Sentido y sensibilidad (1811):

La trama de Sentido y Sensibilidad se mueve casi exclusivamente alrededor del matrimonio . Elinor y Marianne, hijas de una viuda sin recursos, aspiran a casarse por amor y, os podéis imaginar que lo logran. Es ésta una novela que trata también sobre las aspiraciones de la propia familia en que sus hijos se casen con gente de posibles. Esta ansiedad hace del entorno familiar un auténtico infierno, especialmente para las mujeres, pero también para los hombres. 
Es también una de las novelas que mejor muestra los resortes de la sociedad patriarcal donde las mujeres poco o nada tienen que decir sobre sus vidas. Sin marido, las mujeres podían verse condenadas a una vida muy difícil, llena de penurias económicas cuando no directamente miserable. Aún así, en esta novela vemos mujeres como Fanny o incluso Elinor y Marianne que luchan por que el amor triunfe en su elección de marido.
Es también Sentido y Sensibilidad una de las novelas que mejor muestra la implacable estratificación social. Es una sociedad que se basa en una rígida jerarquía económica y social. Lo extraordinario de esta novela es que no hay ricos o pobres sino una gradación de riqueza y una escala social que sortear hacia arriba, bien a través del matrimonio, bien a través la frecuentación de personas de mayor categoría social. Ya hemos visto en Orgullo y Prejuicio el servilismo del Reverendo Collins hacia la insufrible Catherine de Bourgh por haberle cedido la parroquia. También se ve lo mucho que "aprecia" Lady de Burgh la compañía de personas que considera poco menos que bufones a su servicio que deja de lado en cuanto aparecen distracciones más adecuadas a su rango social.
Podemos decir que la sociedad que nos muestra Jane Austen es un terreno minado donde se necesitan estrategias para conseguir los fines que se desean. De ahí que todos los personajes de esta novela siempre están maquinando en mayor o menor grado para acceder al matrimonio o al ascenso social.
Es también Sentido y Sensibilidad la novela que mejor muestra la avaricia y el instinto depredador de una clase que, aún siendo acomodada, tiene en el dinero su única religión.

Emma (1815):

Emma, la protagonista de la novela homónima de Jane Austen es una joven rica, con una vida privilegiada y sobre todo muy independiente. El matrimonio no entra en sus planes aunque ella sí pretende arreglar la vida amorosa de los demás con el consiguiente desastre que luego nuestra protagonista procurará arreglar. Emma cuyo padre es un hipocondríaco de gran comicidad ha sido una joven mimada por su institutriz, a la que vemos casándose al inicio de la novela. Inmersa en su nuevo matrimonio, la Sra. Weston no puede aconsejar a Emma por lo que está se dedica a ejercer de Cupido y mentora de Harriet Smith, una muchacha de clase inferior. Emma aprenderá la humildad porque no deja de ser una joven con valores y conseguirá entender el amor que siente por ella el Sr. Knightley. 
Los grandes temas de esta novela son las clases sociales, los errores de apreciación pero también las limitaciones de las mujeres junto al orgullo y la vanidad. 

Hay una recientísima película "Emma" basada en la novela homónima, dirigida por Autumn de Wilde y protagonizada por Anya Taylor-Joy, la actriz de moda tras el éxito de la serie de "Gambito de Dama". Se publicita como una nueva visión feminista de esta novela y yo, sintiéndolo mucho, solo veo más de lo mismo, bonitas casas, ambientación fastuosa y ni un ápice de profundidad, resumiendo un rollo de dos horas.

Jane Austen es una autora que traspasa las épocas y que además ha sido uno de los puntos de referencia de la crítica literaria feminista y de la postcolonial. Esto nos muestra la riqueza literaria de esta autora y lo bien que supo reflejar su época y ser a la vez contemporánea. Mayor homenaje, imposible!!!


ENTRE SOTANAS Y ALZACUELLOS
 
El estamento religioso es muy importante en las novelas de Jane Austen aunque desde luego no aparece de forma muy favorable. Sus integrantes suelen ser ridículos, caricaturescos, serviles pero es cierto que tener una rectoría o una parroquia era un seguro de vida. Había que hacerlo realmente muy mal para que se despidiera al párroco. 

Para empezar, acordaos del Reverendo William Ransome de La serpiente de Essex, un hombre de religión luchando contra las supersticiones del lugar y enamorado de la darwinista Cora. 

En España tenemos a Fermín de Pas, un cura católico que, a diferencia de los pastores protestantes, tienen prohibido cualquier relación carnal por lo que ya hemos visto en qué estado emocional está este religioso, posiblemente uno de los caracteres más logrados de La Regenta. El anti-clericalismo de Clarín unido a una obediencia religiosa algo complicada, hacen del Magistral un personaje con una fuerza literaria que deja en mantillas al Reverendo Collins. 



Hablando de clérigos, no puedo dejar de mencionar a Guillermo de Baskerville, el fraile franciscano protagonista de la novela negra medieval El nombre de la Rosa de Umberto Eco. Esta mezcla de Sherlock Holmes y Guillermo de Ockham viaja acompañado por Adso de Melk, un novicio benedictino.  Ambos intentarán resolver los asesinatos de los monjes en una abadía del norte de Italia, ubicada en un paisaje inhóspito. Todo ello en el contexto del cisma franciscano que Eco nos detalla de manera amena aunque rigurosa. Il Professore consiguió hacer de nosotros lectores inteligentes y de esta novela, a priori no destinada a ser un éxito de público, un auténtico best-seller internacional y una novela canónica.
Hay película, lo sé. Y casi todo el mundo dice que es buena pero en la entrada de este blog, en la que me estoy revelando cinematográficamente imposible, confesaré que me aburrió. Aún así, destaco la tenebrosidad de Sean Connery, muy adecuada al personaje y el cásting de los monjes que es alucinante. Mi preferido, el siempre fantástico Tom Waits caracterizado como el fraile Penitenziagitè.

           

Marylinne Robinson, una de las mejores escritoras norteamericanas contemporáneas, ha escrito una excelsa trilogía donde el sentimiento religioso impregna la escritura. Se sea creyente o ateo, se disfrutan igual puesto que de lo que trata es del hombre confrontado a los dilemas existenciales. Mi recomendación es empezar con Gilead, en mi opinión el libro más logrado aunque los tres son magníficos. Esta novela ganó el Premio Pulitzer en 2006 y el National Critics Award en 2005. Me permito recordaros que estos galardones no son el premio Planeta, sino algo mucho más serio. En esta novela, el protagonista John Ames un anciano pastor Congragacionalista, cuya vida se rige por la Biblia, rememorará su vida para su hijo de siete años que sabe nunca podrá ver como adulto. En estas memorias, tendrá que asumir tanto desde un punto de vista emocional como intelectual el legado de su padre y su abuelo. A la vez, se verá confrontado con el regreso de su hijo, disoluto y rebelde, poniendo a prueba su capacidad de perdón. 
En casa y Lila son las obras que completan esta trilogía. 
Para aquéllos que gustéis de las biografías intelectuales de los escritores, Marylinne Robinson ha escrito el ensayo Cuando era niña, me gustaba leer, un libro delicioso donde además de hablarnos de lectura y escritura, critica la servidumbre tecnológica contemporánea  y hace una acérrima defensa del humanismo. Todos sus libros valen la pena.


Uno de los más célebres y admirados investigadores literarios es el cura católico Padre Brown creado por el escritor inglés G. K. Chesterton. Este cura, detective aficionado, se caracteriza por una gran intuición y una gran comprensión de las debilidades humanas, cualidades que le permiten resolver cualquier asesinato. Chesterton, periodista convertido al catolicismo y eso en Inglaterra no es baladí, defensor del distributismo, aunque de raigambre conservador, ha conseguido encandilar a lectores desde hace generaciones. La editorial Acantilado ha publicado en un solo volumen las peripecias del Padre Brown bajo el título Los relatos del Padre Brown


España tiene la suerte de haber tenido a dos místicos impresionantes: San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Avila. Los ingleses han intentado competir con Juliana de Norwich pero no hay nada que hacer.... La mandrágora de Santa Teresa de Jesús, sus éxtasis y su formidable capacidad para la metáfora la sitúan en la estratosfera de la poesía, al igual que San Juan de la Cruz. Esta pequeña introducción me sirve para presentar un libro que me encantó: Teresa, amor mío, escrito por la crítica estructuralista Julia Kristeva. Los que hayáis leído La séptima función del lenguaje conoceréis a esta teórica porque es uno de los personajes que Laurent Binet caricaturiza en este libro. El estructuralismo, del que Julia Kristeva fue una de las más famosas cultivadoras, es particularmente obtuso y cuando vi este libro pensé en uno de esos textos incomprensibles. Pero, nada más lejos de la realidad porque esta obra es una de las aproximaciones más originales a la figura de Teresa de Jesús que imaginarse puedan. Es un libro extraordinario, mezcla de autobiografía intelectual pero sobre todo un formidable estudio de esta mística española, alejándola de los tópicos para centrarse en la personalidad de una mujer adelantada a su tiempo. Altamente recomendable!!!

             

George Bernanos, perteneciente a esa corriente de escritores que optó por un catolicismo militante, teñido de espiritualismo y de talante conservador, fue el autor de un libro muy interesante por su protagonista principal, un cura joven e idealista en lucha con sus conflictos espirituales y comprometido con sus feligreses en un pueblo francés en los años 30, Ambricourt en el norte de Francia. El Diario de un cura rural es un libro que muestra cómo los anhelos de este cura, deseoso de ayudar y aliviar los males espirituales de este pueblo, se topará las más de las veces con una total indiferencia o incomprensión, lo que le llevará a cuestionarse su Fe justo cuando debe enfrentarse a una grave enfermedad.  Si el libro se hizo famoso fue, además de por sus indiscutibles cualidades literarias, por la película de mismo nombre realizada por Robert Bresson en 1951. Trailer aquí debajo.


Por último, quisiera hablaros de Nathan Price, el ministro Baptista, fanático y embebido de superioridad religiosa que decide llevarse a su mujer y sus cuatro hijas al Congo para evangelizar a los nativos africanos. Este personaje, odioso donde los haya, es uno de los protagonistas de un libro magnífico, La Biblia envenenada de Barbara Kingsolver, una autora por la que siento auténtica devoción. Este libro que critica sin piedad la actitud colonial de los occidentales en Africa, es también un cuestionamiento de la política exterior de los Estados Unidos durante la época de la descolonización. Orleanna Price, la mujer de este reverendo fundamentalista es uno de los personajes más logrados de la novela junto a las cuatro hijas del matrimonio, Rachel, Leah, Adah y Ruth May que sufrirán con todo rigor la desesperada e inútil cruzada por la Fe de su enloquecido padre, personajes emotivos que hacen de este libro una auténtica obra maestra. Kingsolver es una escritora política y, para comprender cómo funciona la lucha de clases en un país como Estados Unidos que la niega, nada mejor que leer su libro Conducta migratoria. Lo entenderéis todo y si habéis leído White Trash de Nancy Eisenberg, lo disfrutaréis el doble. A la izquierda Barbara Kingsolver, a la derecha (no ideológica) Nancy Eisenberg.

                   


Hablando de disfrute y siguiendo el lema de nuestro Club,

¡¡¡ PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!

domingo, 14 de febrero de 2021

Crimen y Castigo de Féodor Dovstoïeski - Ana Karenina de Lev Tolstoi

 
                 

En esta ocasión, hablaremos en dos sesiones de Dovstoïeski y Tolstoi, dos genios absolutos de la literatura universal, del primero comentaremos Crimen y Castigo y del segundo Ana Karenina. Dos autores rusos que nos brindan en registros diferentes un fresco de la situación social de la Rusia de antes de la Revolución. Si Dovstoïeski se confirma como el gran escritor de los Humillados y Ofendidos, Tolstoi nos traslada a la ociosa alta sociedad moscovita y petersburguesa  cuyas penurias económicas y morales están muy bien descritas. Así. el príncipe Oblonski, un auténtico parásito de clase, tiene a su mujer, otra noble de inmejorable pedigrí en una ruina absoluta, todavía más lacerante por padecerla entre los más ricos. 

El gran crítico literario George Steiner en su libro Tolstoi o Dovstoïeski parece querer poner a los lectores ante una disyuntiva preferencial. Nada más lejos de su intención, este excelso Profesor de Harvard hace hincapié a lo largo del libro en lo que denomina las "mitologías centrales" de ambos autores, que Steiner considera religiosas y, la particular relación con Dios que hacen establecer a sus personajes. Así, Levine cierra el libro de Ana Karenina con un adquirido sentido de la vida en una suerte de panteismo místico, mientras que Raskolnikov, preso en la siniestra Siberia, llega a la redención a través del amor de Sonia y la  aceptación de lo religioso. 


     

Como podéis ver, lo de Siberia no lo inventó Stalin, sino que era la práctica carcelaria habitual en Rusia. El invierno ruso, siberiano o no, ha sido siempre el mejor aliado militar de los rusos y sino que se lo pregunten a Napoléon. Ya no puedo reprimirme, Guerra y Paz, (1869) la novela de Tolstoi que rivaliza en extensión y en talento con Ana Karenina, es una soberbia descripción del infructuoso intento de este mítico general por conquistar Rusia. La práctica de la tierra quemada, junto a la crudeza del invierno fueron suficientes para frenar cualquier aspiración invasora de Bonaparte. Y, sin embargo, Bezukhov, el protagonista de esta extraordinaria novela, prolija en descripciones militares, pero dotada de la sutileza y la sensibilidad para con sus personajes que caracteriza a Tolstoi es un ferviente defensor de las ideas de los filósofos franceses del siglo XVIII y, secretamente aspira a que Napoleón invada su país e instaure el reino de la Razón. Una novela indispensable.



Tenemos varias adaptaciones cinematográficas de esta fabulosa novela, la primera que quisiera indicaros es la famosísima superproducción de mismo título dirigida por King Vidor en 1956  con lo más granado de la época: Henry Fonda, Audrey Hepburn, Mel Ferrer y Anita Ekberg. La verdad es que para mi gusto Fonda es demasiado guapo para ser el Bezukhov que nos describe Tolstoi pero, no vamos a poner demasiados reparos a una película excelente que se ve en un suspiro a pesar de sus tres horas y media de duración. Aperitivito aquí debajo.

Guerra y paz (King Vidor)

De menor a mayor duración, Serguei Bondarchuk, el afamado cineasta y actor ruso también hizo una adaptación de esta canónica novela en 1967. Su duración es de ocho horas. Se filmó durante cuatro años. Para recrear la batalla de Borodino utilizó a 120.000 soldados profesionales además de recrear con objetos de época todas las estancias donde se desarrolla la acción y, creedme, no son pocas....

No me resisto a poneros la escena de la batalla porque es espectacular, vamos ni John Ford....

La batalla de Borodino según Bondarchuk

La BBC, esta excelente cadena que Brexit o no Brexit sigue dando lecciones de buen hacer y profesionalidad, tampoco se ha resistido a los encantos de esta novela. Los abonados a Filmin pueden disfrutar de una serie cuidada al extremo, filmada en los escenarios donde transcurre la novela y cuya única pega podría ser una perfección tan absoluta rayana a veces en la frialdad. Absolutamente recomendable. Trailer aquí debajo.

Guerra y paz según la BBC

Crimen y castigo es una novela filosófica, social, crítica que ya muestra la profunda reticencia que experimentará Dovstoïeski frente al incipiente capitalismo representado por un personaje tan abyecto como cínico: Piotr Petrovitch Loujine. Creada en un momento de crisis personal de nuestro autor, esta novela plantea una cuestión que sigue siendo de actualidad: la reivindicación del "derecho al crimen" entendido como liberación de la sociedad de alguien nocivo. En el caso que nos ocupa el asesinato de la vieja usurera cuya avaricia solo aporta calamidades. Que esta cuestión ha sido estudiada, no solo a un nivel personal como en esta novela sino incluso a un nivel político, la tenemos en la teoría del tiranicidio del gran escolástico del siglo XVI, Francisco Suárez, quien consideraba absolutamente legítimo matar al mal gobernante. Lo que distingue Crimen y Castigo es la culpabilidad y el sentimiento de la inutilidad de su acto que siente Raskolnikov. Aquí debajo Francisco Suárez.


Sin duda alguna Raskolnikov es el personaje alrededor del cual gira toda la novela aunque está rodeado de grandes secundarios como Svidrigaïlov, Razoumikhine o Sonia, la prostituta humillada y ofendida, hija de un funcionario alcohólico, Marmeladov que, aunque adora a sus hijos, no es capaz de vencer su adicción. Sonia es el personaje más luminoso de esta novela, que retrata el profundo desamparo de las clases bajas en la Rusia zarista. Ella será el vehículo por el que Raskolnikov alcanzará el sosiego y la redención en la cárcel de Siberia y a través de quién aprenderá a amar de una manera liberadora. La literatura rusa ha dado grandes personajes de mujer y nuestros dos autores no son una excepción.

Dovstoieski adoraba a Balzac, y la novela El padre Goriot, encuentra un hermoso homenaje en Crimen y Castigo. Desde Vautrin, transformado en el cínico aunque enamorado Svidrigaîlov, por cierto Vautrin,  que, en su condición de mafioso, considera el derecho al crimen como una regla de vida. Dounia, la hermana de Raskolnikov, pobre pero no vencida, no permitirá que un personaje tan siniestro como Loujine la tenga sometida por vía matrimonial. Razoumikhine, el estudiante de medicina amigo de Raskolnikov, paciente, tolerante y un apoyo incondicional nos recuerda a Bianchot, otro estudiante de medicina, amigo de Rastignac con quien comparte pensión y a quien prodiga sus consejos de moderación social. 

Como hemos dicho muchas veces, los libros dialogan entre ellos y aquí tenemos otro ejemplo. Pero no es Balzac el único con quien Crimen y Castigo dialoga, también está Charles Dickens, otro escritor que levantó su voz en favor de los humillados y ofendidos, especialmente los niños, víctimas más que propiciatorias de la pobreza. Los hijos de Marmeladov y de Katerina Ivanovna son víctimas de una sociedad que deja en el desamparo a aquéllos que nada tienen. La escena de los niños cantando en la calle, disfrazados con harapos, dirigidos por una enloquecida Katerina, es una de las más terribles de este libro. Dickens, en Oliver Twist también mostró a esos niños sin hogar, sin referencias afectivas que caen en manos de traficantes humanos sin escrúpulos que los utilizan para su actividad criminal. De qué nos suena todo esto? Podemos decir que ya no existe? 

 

Y, hablando de Humillados y Ofendidos, ( es ésta una novela que concita gran fervor popular pero no tanto de la crítica. En parte porque es una historia sentimental, chico (pobre y enfermo) ama a chica pero chica ama a otro chico (tonto). Escrita a su regreso del exilio en Siberia, esta novela, una de las primeras de nuestro autor, confiere a sus personajes, Vania y Nelly, una fuerza marca de la casa que arrastra al lector a pesar de una sentimentalidad un poco indigesta.

De Dovstoieski, aparte de Crimen y Castigo, quisiera destacar El jugador y El idiota.

Dovstoieski no era ludópata pero tras la muerte de su hermano, tuvo que hacerse cargo de su cuñada, de sus sobrinos, de la amante de su hermano, del hijo de la amante que era un Dovstoieski, además de perder a un socio y a un ser muy querido. Nuestro autor, agobiado por las deudas, desesperado por pagar a los acreedores, se lio la manta a la cabeza y se instaló en Alemania, concretamente en Wiesbaden,  donde se dedicó a jugar en los casinos para poder ganar dinero. Estamos con Dovstoieski, por lo que ya os podéis imaginar la catástrofe... Pero, con los escritores no hay nunca nada perdido. Féodor escribió El jugador, (1866) una novela corta para los estándares de nuestro autor. Esta novela escrita a la vez que Crimen y Castigo nos muestra el descenso a los infiernos de su protagonista por causa de su su ludopatía. La última escena es demoledora y muestra el gran pesimismo vital de Dovstoïeski.

De esta novela hay película y es buenísima!!! "El gran pecador" dirigida en 1949 por Robert Siodmak con Gregory Peck y Ava Gardner, en el cénit de su belleza. Clip aquí debajo.

Clip El gran pecador

El idiota (1869) es mi novela preferida de Dovstoïeski. Porqué? Porque es una mirada descarnada sobre cómo la bondad innata puede ser maltratada, abusada y despreciada. El príncipe Myschkine es uno de esos personajes por los que se siente una simpatía inmediata aún sabiendo que la cosa acabará mal. También la sentimos por Natacha, una mujer que ha sido abusada de pequeña por su tutor, a resultas de lo cual siente una mancha moral indeleble que le impide lograr la felicidad. Y aquí no estamos en un ambiente de pobreza material sino de profunda pobreza moral. Es un libro extraordinario que de verdad os aconsejo leer. Los personajes son tan reales y están tan vivos que es un libro que te transporta. Para mí, obligatorio.

No quisiera dejar las Memorias del Subsuelo (1864) porque son una anomalía en la obra de Dovstoïeski, primero porque son todavía más cortas que El jugador y luego porque se alejan mucho del estilo narrativo de este autor. Escritas en forma de diario por un hombre, funcionario de profesión,  amargado, enfermo y desencantado que ha decidido vivir en un sótano. Este narrador reivindica su decadencia y se siente superior, en cierto modo, al hombre "normal" que lucha contra el sufrimiento y pretende alcanzar la felicidad. No estamos tan lejos de Raskolnikov y su distinción entre súper hombres y hombres mediocres.

Los demonios, Los hermanos Karamazov, El eterno marido, son también obras extraordinarias de este autor que os recomiendo leer y disfrutar aunque no me pare en ellas en esta ocasión. Siempre hay que volver a Dovstoïeski y sino al tiempo.....

J. M. Coetzee, el gran escritor sudafricano, quiso rendir un homenaje a un autor que está en el origen mismo de su vocación literaria. Así, en su obra El maestro de  Petersburgo, mezcla de novela de misterio y retrato psicológico, vamos recorriendo la convulsa Rusia de mitad del siglo XIX acompañados por la figura referencial de Dovstoïeski. J. M. Coetzee es un escritor que también sabe leer y que no tiene ningún problema en agradecer a los escritores sus enseñanzas, tanto en ensayos como en novelas. Muy recomendables los dos volúmenes de Las manos de los maestros, una serie de ensayos que nos hablan de literatura, de vida y de escritura.

                                   




"Todas las familias felices se parecen, las desgraciadas lo son a su propia manera". Sea cual sea la traducción de vuestro libro, esta primera frase de Ana Karenina ha sido una de las frases más reproducidas al inicio de cualquier libro. Es buenísima y nos da ya la medida del segundo autor ruso que veremos en este curso. 

Ana Karenina es mucho más que la historia de un adulterio, es la historia de dos parejas, la de Ana y Vronski y la de Kitty y Levine, además de un impresionante fresco de la Rusia post-abolición de la servidumbre por el Zar Alejandro II en 1861. Aunque la servidumbre se eliminó por ley, el hecho cierto es que las estructuras siguieron perviviendo. Ana Karenina se ve cruzada por esta cuestión, la agraria, las relaciones entre señores y empleados, la Administración, la enseñanza o las instituciones políticas.

Ana Karenina, como buena parte de las grandes novelas del siglo XIX, está basada en un hecho real, la muerte de la amante de un buen amigo de Tolstoi. El ver a esta joven tendida en una mesa con su cuerpo blanco y desnudo expuesto de una manera tan cruda, causó un tremendo impacto en Tolstoi. Nuestro autor tuvo una relación torturada con esta novela que tardó cuatro años en acabar y cuyo tono no acababa de encontrar. Finalmente, nos regaló  el retrato de una mujer que poco tiene que ver con sus coetáneas por su firmeza, su rechazo a las convenciones sociales, sus contradicciones y sus ambigüedades. Es un personaje rico, feroz, frágil, fuerte y no digamos ya nada del elenco de personajes que la rodean. Estudiados hasta en sus más mínimos recovecos, nos despiertan simpatía, hartazgo, adicción, hastío, hasta cansancio pero jamás aburrimiento. 

En esta novela, encontramos la muy habitual oposición entre campo y ciudad. La ciudad siempre como lugar social y de lujuria mientras que el campo favorece el conocimiento de la verdadera Rusia. Sin duda alguna, el campo y la imagen de los campesinos trabajando entre cantos, fuerza física y limpieza nos recuerda a los estereotipos pictóricos del realismo socialista. Por ejemplo, este cuadro del pintor Andrey Milnikov titulado "En los campos de paz" en la que la patria rusa aborda el trabajo entre cielos abiertos y una naturaleza generosa.

Esta es la visión en gran medida idealizada que el propio Tolstoi quería construir en su propiedad de Yasnaia Poliana, el lugar en el mundo de nuestro autor. 


Levine, trasunto del propio Tolstoi, intenta que su propiedad fructifique, que sea una explotación moderna, de hecho introduce el maquinismo pero, las inercias de los campesinos hacen que sea ésta una tarea ímproba. Levine no se siente a gusto en la ciudad, no domina sus códigos. En los preparativos de su boda con Kitty, está como aturdido, sin voluntad frente a una Kitty resolutiva, una de las cualidades que aportará al matrimonio. Ella es la vida práctica, doméstica, Levine el hombre de grandes aspiraciones. 

Una de las curiosidades de la novela es que, de hecho, se mueve en tres ejes, Ana-Vronski, Kitty-Levine, pero también Dolly-Oblonski que resuena con fuerza en los dos anteriores. Así, Ana va a ver cómo podría ser su futuro en la figura de Dolly, su cuñada mientras que Levine verá en Dolly la encarnación de la madre con todo su trasfondo de sacrificio y abnegación. Oblonski es opuesto a Levine y destiñe en Vronski ya que al principio se nos presentan como iguales pero Vronski va a revelarse como distinto mientras que Oblonski continuará hasta el final de la obra siendo un irresponsable y un enchufado de clase. 

Por otra parte, también Oblonski se contrapone a Alexei Alexandrovitch Karenin, un alto cargo del Estado pero no un caradura y un aprovechado como Oblonski. Ha tenido que luchar para conseguir lo que tiene y no sabe reaccionar ante la infidelidad de Ana. Su acto final no deja de sorprender y nos muestra una vez más la sutileza de Tolstoi a la hora de caracterizar a sus personajes. 

Conocemos a los personajes de Ana Karenina por sus nombres, lo que refuerza nuestra impresión de estar frente a mujeres y hombres de carne y hueso, que sufren, disfrutan, se pelean, se enfadan, se arrebatan y se perdonan. Ana Karenina, una mujer sincera, cambiará completamente al conocer a Vronski, sabrá que no debe decirle nada a Karenin hasta el día de las carreras, momento en que la novela pasa a otra dimensión.

Vladimir Nabokov, otro ruso universal, adoraba Ana Karenina que consideraba el súmmum del talento como Vargas Llosa adora a Madame Bovary. En su Curso de literatura rusa, que recoge las clases que diera en las Universidades de Cornell y Wellesley, consagra un montón de páginas a Tolstoi y Ana mientras que despacha en un par de paginillas a Dovstoïeski que le parecía un peñazo. Nabokov pensaba que para comprender una obra debía conocerse como vivían los personajes de la misma y así hace hincapié en las horas del desayuno, el almuerzo y la cena, qué se comía o bebía, etc.... La verdad es que con estas lecturas no se produce la gran revelación literaria sobre la novela rusa, entre otras cosas porque Nabokov está más ocupado en corregir a los traductores que en explicar el texto pero, es un documento valioso sobre el propio proceso de escritura de Nabokov al revelar cuáles son los puntos que le interesan. Vale la pena. 

       

De Ana Karenina se han realizado muchas adaptaciones cinematográficas y es que la novela del siglo XIX tiene una característica que la hace ideal para un medio como el cinematográfico, su poder para contarnos una historia. Por otra parte, es también una novela muy visual. En la carrera de caballos en la que participa Vronski y muestra su horrendo mal perder, casi vemos la carrera como si hubiera una cámara pegada al flanco del caballo. Es extraordinario!!! Por otra parte, es quizás la primera novela en que una perra expresa sus pensamientos durante una cacería. Lo de el "stream of consciousness" literario, Tolstoi lo practicaba ya con el reino animal. No puedo resistirme a poneros el tráiler de la película de 1935 protagonizada por Greta Garbo, entre otras cosas porque ver un speech de Freddy Bartholomew, el pequeño Lord Fauntleroy, es una auténtica primicia!!


Los cosacos (1863) es una novelita corta  inspirada en parte por la etapa de Tolstoi como oficial del Ejército en el Cáucaso. En esta novela, Dimitri Olenin, hastiado de su vida ociosa, decide enrolarse en el ejército. Ahí, descubrirá la simplicidad y felicidad de la vida de los cosacos y encontrará ese sentido vital que es lo único que, según Tolstoi, permite el acceso a la verdadera serenidad. Es una novela preparatoria para las dos grandes que vendrían después.

La sonata a Kreutzer (1889), censurada en Rusia por su descarnado tratamiento de los celos y del impulso sexual es una novela que justifica el feminicidio, por lo que no es de mi agrado. Escrita en un momento de profunda crisis personal, Tolstoi estaba convencido que su mujer le engañaba con el músico Serguei Tanéyev, es un alegato en contra de la sexualidad por su embrutecimiento del hombre y muestra la deriva semi-mística que podríamos calificar como New Age de nuestro autor. Su matrimonio con Sofía Behrs, una mujer culta, inteligente que apoyó a Tolstoi en sus aventuras patrimoniales y literarias, acabó fatal, sumiendo a ambos en una especie de depresión que cada uno intentó sortear como pudo. Tolstoi consideraba, por ejemplo, que la prostitución era un beneficio para el matrimonio ya que contribuía a la estabilidad de las familias. La polémica está servida, dura hasta nuestros días, no tanto como pilar de la unidad familiar sino como práctica que suscita gran controversia. Debajo dos fotos de Tolstoi con su mujer. Guerra y paz íntimas.



A este respecto tenemos una película muy interesante que nos muestra los últimos días de Tolstoi, el mal ambiente doméstico pero también esos círculos de admiradores y seguidores enfebrecidos que acompañaron los últimos años de un Tolstoi, convertido casi en gurú. "La última estación" (2009) dirigida por Michael Hoffmann y protagonizada por el recientemente fallecido Christopher Plummer y Helen Mirren. Aquí debajo el trailer.

Quisiera hablar de la última novela publicada en vida de Tolstoi, Resurrección (1899). Esta novela es quizás la que más acerca a Tolstoi y Dovstoïeski. En ella, Tolstoi se aleja de los salones para adentrarse en el mundo carcelario, conocer a los detenidos, polemizar con los ideólogos revolucionarios, en definitiva interrogar el pueblo, conocerlo, fuera de los paisajes idealizados de obras como Ana Karenina por ejemplo. Es una obra que muestra ya el tsunami que sacudirá Rusia en los albores del siglo XX. Es un libro adelantado a su tiempo ya que prefigura las novelas que mezclan géneros diversos. Tolstoi tardó diez años en escribirla y quería que fuera su magna obra. Palidece un poco frente a Guerra y Paz o Ana Karenina pero vale la pena por ese afán de totalidad del cosmos que logra bastante bien.


Tolstoi fue venerado por prácticamente todos los escritores rusos de la época. En él veían al guardián de las esencias rusas, de esa romántica alma rodeada de pasión, sentimientos desbocados, nostalgia, tristeza, pero también alegría intensa y un inmenso furor de vivir. Me permito poneros algunas fotografías de Tolstoi con algunos de los autores que peregrinaron a Yasnaia Poliana. Izq. Tolstoi y Gorki. Dcha. Tolstoi, Gorki y Chékhov.


           

No voy a hablar en este blog de la interesantísima literatura rusa del siglo XIX, entre otras cosas porque salvo algo de Turguenev y de Chekhov, no he leído gran cosa. No me parecería muy honesto hablar de obras que no he leído y simplemente limitarme a trasladar las palabras de otros. Pero, sí he leído una novela de 1859 que entronca con Dovstoieski, me refiero a Oblomov de Ivan Goncharov. Esta novela, alucinante y divertida a partes iguales nos muestra al hombre superfluo. Oblomov, aunque joven y saludable, no sale nunca de la cama para así evitar problemas y quebraderos de cabeza. Para vuestra tranquilidad os diré que acaba por levantarse pero no se puede afirmar que el gesto sea muy concluytente. La novela, una acerba crítica al inmovilismo ruso, tuvo un éxito tal que el oblomovismo define a una persona pasiva e indecisa.

          

Muy conectado con el oblomovismo aunque algo anterior, tenemos al personaje del norteamericano Herman Melvill, creador de un personaje increíble, Bartleby, ese oficinista al que cada vez que se le pide algo, contesta "Preferiría no hacerlo". Bartleby, el escribiente (1853) es una auténtica maravilla!!!!

                                 

Enrique Vila-Matas, el fabuloso escritor español escribió en homenaje a esta obra el libro Bartleby y compañía (2000), que nos habla de todos aquellos escritores que un día dejaron de escribir porque o bien preferían no hacerlo, o bien se pasaron al oblomovismo. Vila-Matas es un autor que sigo con devoción desde siempre por ser, además de un escritor soberbio, un lector apasionado que exige de sus lectores lo mismo.

          

Siguiendo el lema de nuestro Club,

¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!!