domingo, 14 de febrero de 2021

Crimen y Castigo de Féodor Dovstoïeski - Ana Karenina de Lev Tolstoi

 
                 

En esta ocasión, hablaremos en dos sesiones de Dovstoïeski y Tolstoi, dos genios absolutos de la literatura universal, del primero comentaremos Crimen y Castigo y del segundo Ana Karenina. Dos autores rusos que nos brindan en registros diferentes un fresco de la situación social de la Rusia de antes de la Revolución. Si Dovstoïeski se confirma como el gran escritor de los Humillados y Ofendidos, Tolstoi nos traslada a la ociosa alta sociedad moscovita y petersburguesa  cuyas penurias económicas y morales están muy bien descritas. Así. el príncipe Oblonski, un auténtico parásito de clase, tiene a su mujer, otra noble de inmejorable pedigrí en una ruina absoluta, todavía más lacerante por padecerla entre los más ricos. 

El gran crítico literario George Steiner en su libro Tolstoi o Dovstoïeski parece querer poner a los lectores ante una disyuntiva preferencial. Nada más lejos de su intención, este excelso Profesor de Harvard hace hincapié a lo largo del libro en lo que denomina las "mitologías centrales" de ambos autores, que Steiner considera religiosas y, la particular relación con Dios que hacen establecer a sus personajes. Así, Levine cierra el libro de Ana Karenina con un adquirido sentido de la vida en una suerte de panteismo místico, mientras que Raskolnikov, preso en la siniestra Siberia, llega a la redención a través del amor de Sonia y la  aceptación de lo religioso. 


     

Como podéis ver, lo de Siberia no lo inventó Stalin, sino que era la práctica carcelaria habitual en Rusia. El invierno ruso, siberiano o no, ha sido siempre el mejor aliado militar de los rusos y sino que se lo pregunten a Napoléon. Ya no puedo reprimirme, Guerra y Paz, (1869) la novela de Tolstoi que rivaliza en extensión y en talento con Ana Karenina, es una soberbia descripción del infructuoso intento de este mítico general por conquistar Rusia. La práctica de la tierra quemada, junto a la crudeza del invierno fueron suficientes para frenar cualquier aspiración invasora de Bonaparte. Y, sin embargo, Bezukhov, el protagonista de esta extraordinaria novela, prolija en descripciones militares, pero dotada de la sutileza y la sensibilidad para con sus personajes que caracteriza a Tolstoi es un ferviente defensor de las ideas de los filósofos franceses del siglo XVIII y, secretamente aspira a que Napoleón invada su país e instaure el reino de la Razón. Una novela indispensable.



Tenemos varias adaptaciones cinematográficas de esta fabulosa novela, la primera que quisiera indicaros es la famosísima superproducción de mismo título dirigida por King Vidor en 1956  con lo más granado de la época: Henry Fonda, Audrey Hepburn, Mel Ferrer y Anita Ekberg. La verdad es que para mi gusto Fonda es demasiado guapo para ser el Bezukhov que nos describe Tolstoi pero, no vamos a poner demasiados reparos a una película excelente que se ve en un suspiro a pesar de sus tres horas y media de duración. Aperitivito aquí debajo.

Guerra y paz (King Vidor)

De menor a mayor duración, Serguei Bondarchuk, el afamado cineasta y actor ruso también hizo una adaptación de esta canónica novela en 1967. Su duración es de ocho horas. Se filmó durante cuatro años. Para recrear la batalla de Borodino utilizó a 120.000 soldados profesionales además de recrear con objetos de época todas las estancias donde se desarrolla la acción y, creedme, no son pocas....

No me resisto a poneros la escena de la batalla porque es espectacular, vamos ni John Ford....

La batalla de Borodino según Bondarchuk

La BBC, esta excelente cadena que Brexit o no Brexit sigue dando lecciones de buen hacer y profesionalidad, tampoco se ha resistido a los encantos de esta novela. Los abonados a Filmin pueden disfrutar de una serie cuidada al extremo, filmada en los escenarios donde transcurre la novela y cuya única pega podría ser una perfección tan absoluta rayana a veces en la frialdad. Absolutamente recomendable. Trailer aquí debajo.

Guerra y paz según la BBC

Crimen y castigo es una novela filosófica, social, crítica que ya muestra la profunda reticencia que experimentará Dovstoïeski frente al incipiente capitalismo representado por un personaje tan abyecto como cínico: Piotr Petrovitch Loujine. Creada en un momento de crisis personal de nuestro autor, esta novela plantea una cuestión que sigue siendo de actualidad: la reivindicación del "derecho al crimen" entendido como liberación de la sociedad de alguien nocivo. En el caso que nos ocupa el asesinato de la vieja usurera cuya avaricia solo aporta calamidades. Que esta cuestión ha sido estudiada, no solo a un nivel personal como en esta novela sino incluso a un nivel político, la tenemos en la teoría del tiranicidio del gran escolástico del siglo XVI, Francisco Suárez, quien consideraba absolutamente legítimo matar al mal gobernante. Lo que distingue Crimen y Castigo es la culpabilidad y el sentimiento de la inutilidad de su acto que siente Raskolnikov. Aquí debajo Francisco Suárez.


Sin duda alguna Raskolnikov es el personaje alrededor del cual gira toda la novela aunque está rodeado de grandes secundarios como Svidrigaïlov, Razoumikhine o Sonia, la prostituta humillada y ofendida, hija de un funcionario alcohólico, Marmeladov que, aunque adora a sus hijos, no es capaz de vencer su adicción. Sonia es el personaje más luminoso de esta novela, que retrata el profundo desamparo de las clases bajas en la Rusia zarista. Ella será el vehículo por el que Raskolnikov alcanzará el sosiego y la redención en la cárcel de Siberia y a través de quién aprenderá a amar de una manera liberadora. La literatura rusa ha dado grandes personajes de mujer y nuestros dos autores no son una excepción.

Dovstoieski adoraba a Balzac, y la novela El padre Goriot, encuentra un hermoso homenaje en Crimen y Castigo. Desde Vautrin, transformado en el cínico aunque enamorado Svidrigaîlov, por cierto Vautrin,  que, en su condición de mafioso, considera el derecho al crimen como una regla de vida. Dounia, la hermana de Raskolnikov, pobre pero no vencida, no permitirá que un personaje tan siniestro como Loujine la tenga sometida por vía matrimonial. Razoumikhine, el estudiante de medicina amigo de Raskolnikov, paciente, tolerante y un apoyo incondicional nos recuerda a Bianchot, otro estudiante de medicina, amigo de Rastignac con quien comparte pensión y a quien prodiga sus consejos de moderación social. 

Como hemos dicho muchas veces, los libros dialogan entre ellos y aquí tenemos otro ejemplo. Pero no es Balzac el único con quien Crimen y Castigo dialoga, también está Charles Dickens, otro escritor que levantó su voz en favor de los humillados y ofendidos, especialmente los niños, víctimas más que propiciatorias de la pobreza. Los hijos de Marmeladov y de Katerina Ivanovna son víctimas de una sociedad que deja en el desamparo a aquéllos que nada tienen. La escena de los niños cantando en la calle, disfrazados con harapos, dirigidos por una enloquecida Katerina, es una de las más terribles de este libro. Dickens, en Oliver Twist también mostró a esos niños sin hogar, sin referencias afectivas que caen en manos de traficantes humanos sin escrúpulos que los utilizan para su actividad criminal. De qué nos suena todo esto? Podemos decir que ya no existe? 

 

Y, hablando de Humillados y Ofendidos, ( es ésta una novela que concita gran fervor popular pero no tanto de la crítica. En parte porque es una historia sentimental, chico (pobre y enfermo) ama a chica pero chica ama a otro chico (tonto). Escrita a su regreso del exilio en Siberia, esta novela, una de las primeras de nuestro autor, confiere a sus personajes, Vania y Nelly, una fuerza marca de la casa que arrastra al lector a pesar de una sentimentalidad un poco indigesta.

De Dovstoieski, aparte de Crimen y Castigo, quisiera destacar El jugador y El idiota.

Dovstoieski no era ludópata pero tras la muerte de su hermano, tuvo que hacerse cargo de su cuñada, de sus sobrinos, de la amante de su hermano, del hijo de la amante que era un Dovstoieski, además de perder a un socio y a un ser muy querido. Nuestro autor, agobiado por las deudas, desesperado por pagar a los acreedores, se lio la manta a la cabeza y se instaló en Alemania, concretamente en Wiesbaden,  donde se dedicó a jugar en los casinos para poder ganar dinero. Estamos con Dovstoieski, por lo que ya os podéis imaginar la catástrofe... Pero, con los escritores no hay nunca nada perdido. Féodor escribió El jugador, (1866) una novela corta para los estándares de nuestro autor. Esta novela escrita a la vez que Crimen y Castigo nos muestra el descenso a los infiernos de su protagonista por causa de su su ludopatía. La última escena es demoledora y muestra el gran pesimismo vital de Dovstoïeski.

De esta novela hay película y es buenísima!!! "El gran pecador" dirigida en 1949 por Robert Siodmak con Gregory Peck y Ava Gardner, en el cénit de su belleza. Clip aquí debajo.

Clip El gran pecador

El idiota (1869) es mi novela preferida de Dovstoïeski. Porqué? Porque es una mirada descarnada sobre cómo la bondad innata puede ser maltratada, abusada y despreciada. El príncipe Myschkine es uno de esos personajes por los que se siente una simpatía inmediata aún sabiendo que la cosa acabará mal. También la sentimos por Natacha, una mujer que ha sido abusada de pequeña por su tutor, a resultas de lo cual siente una mancha moral indeleble que le impide lograr la felicidad. Y aquí no estamos en un ambiente de pobreza material sino de profunda pobreza moral. Es un libro extraordinario que de verdad os aconsejo leer. Los personajes son tan reales y están tan vivos que es un libro que te transporta. Para mí, obligatorio.

No quisiera dejar las Memorias del Subsuelo (1864) porque son una anomalía en la obra de Dovstoïeski, primero porque son todavía más cortas que El jugador y luego porque se alejan mucho del estilo narrativo de este autor. Escritas en forma de diario por un hombre, funcionario de profesión,  amargado, enfermo y desencantado que ha decidido vivir en un sótano. Este narrador reivindica su decadencia y se siente superior, en cierto modo, al hombre "normal" que lucha contra el sufrimiento y pretende alcanzar la felicidad. No estamos tan lejos de Raskolnikov y su distinción entre súper hombres y hombres mediocres.

Los demonios, Los hermanos Karamazov, El eterno marido, son también obras extraordinarias de este autor que os recomiendo leer y disfrutar aunque no me pare en ellas en esta ocasión. Siempre hay que volver a Dovstoïeski y sino al tiempo.....

J. M. Coetzee, el gran escritor sudafricano, quiso rendir un homenaje a un autor que está en el origen mismo de su vocación literaria. Así, en su obra El maestro de  Petersburgo, mezcla de novela de misterio y retrato psicológico, vamos recorriendo la convulsa Rusia de mitad del siglo XIX acompañados por la figura referencial de Dovstoïeski. J. M. Coetzee es un escritor que también sabe leer y que no tiene ningún problema en agradecer a los escritores sus enseñanzas, tanto en ensayos como en novelas. Muy recomendables los dos volúmenes de Las manos de los maestros, una serie de ensayos que nos hablan de literatura, de vida y de escritura.

                                   




"Todas las familias felices se parecen, las desgraciadas lo son a su propia manera". Sea cual sea la traducción de vuestro libro, esta primera frase de Ana Karenina ha sido una de las frases más reproducidas al inicio de cualquier libro. Es buenísima y nos da ya la medida del segundo autor ruso que veremos en este curso. 

Ana Karenina es mucho más que la historia de un adulterio, es la historia de dos parejas, la de Ana y Vronski y la de Kitty y Levine, además de un impresionante fresco de la Rusia post-abolición de la servidumbre por el Zar Alejandro II en 1861. Aunque la servidumbre se eliminó por ley, el hecho cierto es que las estructuras siguieron perviviendo. Ana Karenina se ve cruzada por esta cuestión, la agraria, las relaciones entre señores y empleados, la Administración, la enseñanza o las instituciones políticas.

Ana Karenina, como buena parte de las grandes novelas del siglo XIX, está basada en un hecho real, la muerte de la amante de un buen amigo de Tolstoi. El ver a esta joven tendida en una mesa con su cuerpo blanco y desnudo expuesto de una manera tan cruda, causó un tremendo impacto en Tolstoi. Nuestro autor tuvo una relación torturada con esta novela que tardó cuatro años en acabar y cuyo tono no acababa de encontrar. Finalmente, nos regaló  el retrato de una mujer que poco tiene que ver con sus coetáneas por su firmeza, su rechazo a las convenciones sociales, sus contradicciones y sus ambigüedades. Es un personaje rico, feroz, frágil, fuerte y no digamos ya nada del elenco de personajes que la rodean. Estudiados hasta en sus más mínimos recovecos, nos despiertan simpatía, hartazgo, adicción, hastío, hasta cansancio pero jamás aburrimiento. 

En esta novela, encontramos la muy habitual oposición entre campo y ciudad. La ciudad siempre como lugar social y de lujuria mientras que el campo favorece el conocimiento de la verdadera Rusia. Sin duda alguna, el campo y la imagen de los campesinos trabajando entre cantos, fuerza física y limpieza nos recuerda a los estereotipos pictóricos del realismo socialista. Por ejemplo, este cuadro del pintor Andrey Milnikov titulado "En los campos de paz" en la que la patria rusa aborda el trabajo entre cielos abiertos y una naturaleza generosa.

Esta es la visión en gran medida idealizada que el propio Tolstoi quería construir en su propiedad de Yasnaia Poliana, el lugar en el mundo de nuestro autor. 


Levine, trasunto del propio Tolstoi, intenta que su propiedad fructifique, que sea una explotación moderna, de hecho introduce el maquinismo pero, las inercias de los campesinos hacen que sea ésta una tarea ímproba. Levine no se siente a gusto en la ciudad, no domina sus códigos. En los preparativos de su boda con Kitty, está como aturdido, sin voluntad frente a una Kitty resolutiva, una de las cualidades que aportará al matrimonio. Ella es la vida práctica, doméstica, Levine el hombre de grandes aspiraciones. 

Una de las curiosidades de la novela es que, de hecho, se mueve en tres ejes, Ana-Vronski, Kitty-Levine, pero también Dolly-Oblonski que resuena con fuerza en los dos anteriores. Así, Ana va a ver cómo podría ser su futuro en la figura de Dolly, su cuñada mientras que Levine verá en Dolly la encarnación de la madre con todo su trasfondo de sacrificio y abnegación. Oblonski es opuesto a Levine y destiñe en Vronski ya que al principio se nos presentan como iguales pero Vronski va a revelarse como distinto mientras que Oblonski continuará hasta el final de la obra siendo un irresponsable y un enchufado de clase. 

Por otra parte, también Oblonski se contrapone a Alexei Alexandrovitch Karenin, un alto cargo del Estado pero no un caradura y un aprovechado como Oblonski. Ha tenido que luchar para conseguir lo que tiene y no sabe reaccionar ante la infidelidad de Ana. Su acto final no deja de sorprender y nos muestra una vez más la sutileza de Tolstoi a la hora de caracterizar a sus personajes. 

Conocemos a los personajes de Ana Karenina por sus nombres, lo que refuerza nuestra impresión de estar frente a mujeres y hombres de carne y hueso, que sufren, disfrutan, se pelean, se enfadan, se arrebatan y se perdonan. Ana Karenina, una mujer sincera, cambiará completamente al conocer a Vronski, sabrá que no debe decirle nada a Karenin hasta el día de las carreras, momento en que la novela pasa a otra dimensión.

Vladimir Nabokov, otro ruso universal, adoraba Ana Karenina que consideraba el súmmum del talento como Vargas Llosa adora a Madame Bovary. En su Curso de literatura rusa, que recoge las clases que diera en las Universidades de Cornell y Wellesley, consagra un montón de páginas a Tolstoi y Ana mientras que despacha en un par de paginillas a Dovstoïeski que le parecía un peñazo. Nabokov pensaba que para comprender una obra debía conocerse como vivían los personajes de la misma y así hace hincapié en las horas del desayuno, el almuerzo y la cena, qué se comía o bebía, etc.... La verdad es que con estas lecturas no se produce la gran revelación literaria sobre la novela rusa, entre otras cosas porque Nabokov está más ocupado en corregir a los traductores que en explicar el texto pero, es un documento valioso sobre el propio proceso de escritura de Nabokov al revelar cuáles son los puntos que le interesan. Vale la pena. 

       

De Ana Karenina se han realizado muchas adaptaciones cinematográficas y es que la novela del siglo XIX tiene una característica que la hace ideal para un medio como el cinematográfico, su poder para contarnos una historia. Por otra parte, es también una novela muy visual. En la carrera de caballos en la que participa Vronski y muestra su horrendo mal perder, casi vemos la carrera como si hubiera una cámara pegada al flanco del caballo. Es extraordinario!!! Por otra parte, es quizás la primera novela en que una perra expresa sus pensamientos durante una cacería. Lo de el "stream of consciousness" literario, Tolstoi lo practicaba ya con el reino animal. No puedo resistirme a poneros el tráiler de la película de 1935 protagonizada por Greta Garbo, entre otras cosas porque ver un speech de Freddy Bartholomew, el pequeño Lord Fauntleroy, es una auténtica primicia!!


Los cosacos (1863) es una novelita corta  inspirada en parte por la etapa de Tolstoi como oficial del Ejército en el Cáucaso. En esta novela, Dimitri Olenin, hastiado de su vida ociosa, decide enrolarse en el ejército. Ahí, descubrirá la simplicidad y felicidad de la vida de los cosacos y encontrará ese sentido vital que es lo único que, según Tolstoi, permite el acceso a la verdadera serenidad. Es una novela preparatoria para las dos grandes que vendrían después.

La sonata a Kreutzer (1889), censurada en Rusia por su descarnado tratamiento de los celos y del impulso sexual es una novela que justifica el feminicidio, por lo que no es de mi agrado. Escrita en un momento de profunda crisis personal, Tolstoi estaba convencido que su mujer le engañaba con el músico Serguei Tanéyev, es un alegato en contra de la sexualidad por su embrutecimiento del hombre y muestra la deriva semi-mística que podríamos calificar como New Age de nuestro autor. Su matrimonio con Sofía Behrs, una mujer culta, inteligente que apoyó a Tolstoi en sus aventuras patrimoniales y literarias, acabó fatal, sumiendo a ambos en una especie de depresión que cada uno intentó sortear como pudo. Tolstoi consideraba, por ejemplo, que la prostitución era un beneficio para el matrimonio ya que contribuía a la estabilidad de las familias. La polémica está servida, dura hasta nuestros días, no tanto como pilar de la unidad familiar sino como práctica que suscita gran controversia. Debajo dos fotos de Tolstoi con su mujer. Guerra y paz íntimas.



A este respecto tenemos una película muy interesante que nos muestra los últimos días de Tolstoi, el mal ambiente doméstico pero también esos círculos de admiradores y seguidores enfebrecidos que acompañaron los últimos años de un Tolstoi, convertido casi en gurú. "La última estación" (2009) dirigida por Michael Hoffmann y protagonizada por el recientemente fallecido Christopher Plummer y Helen Mirren. Aquí debajo el trailer.

Quisiera hablar de la última novela publicada en vida de Tolstoi, Resurrección (1899). Esta novela es quizás la que más acerca a Tolstoi y Dovstoïeski. En ella, Tolstoi se aleja de los salones para adentrarse en el mundo carcelario, conocer a los detenidos, polemizar con los ideólogos revolucionarios, en definitiva interrogar el pueblo, conocerlo, fuera de los paisajes idealizados de obras como Ana Karenina por ejemplo. Es una obra que muestra ya el tsunami que sacudirá Rusia en los albores del siglo XX. Es un libro adelantado a su tiempo ya que prefigura las novelas que mezclan géneros diversos. Tolstoi tardó diez años en escribirla y quería que fuera su magna obra. Palidece un poco frente a Guerra y Paz o Ana Karenina pero vale la pena por ese afán de totalidad del cosmos que logra bastante bien.


Tolstoi fue venerado por prácticamente todos los escritores rusos de la época. En él veían al guardián de las esencias rusas, de esa romántica alma rodeada de pasión, sentimientos desbocados, nostalgia, tristeza, pero también alegría intensa y un inmenso furor de vivir. Me permito poneros algunas fotografías de Tolstoi con algunos de los autores que peregrinaron a Yasnaia Poliana. Izq. Tolstoi y Gorki. Dcha. Tolstoi, Gorki y Chékhov.


           

No voy a hablar en este blog de la interesantísima literatura rusa del siglo XIX, entre otras cosas porque salvo algo de Turguenev y de Chekhov, no he leído gran cosa. No me parecería muy honesto hablar de obras que no he leído y simplemente limitarme a trasladar las palabras de otros. Pero, sí he leído una novela de 1859 que entronca con Dovstoieski, me refiero a Oblomov de Ivan Goncharov. Esta novela, alucinante y divertida a partes iguales nos muestra al hombre superfluo. Oblomov, aunque joven y saludable, no sale nunca de la cama para así evitar problemas y quebraderos de cabeza. Para vuestra tranquilidad os diré que acaba por levantarse pero no se puede afirmar que el gesto sea muy concluytente. La novela, una acerba crítica al inmovilismo ruso, tuvo un éxito tal que el oblomovismo define a una persona pasiva e indecisa.

          

Muy conectado con el oblomovismo aunque algo anterior, tenemos al personaje del norteamericano Herman Melvill, creador de un personaje increíble, Bartleby, ese oficinista al que cada vez que se le pide algo, contesta "Preferiría no hacerlo". Bartleby, el escribiente (1853) es una auténtica maravilla!!!!

                                 

Enrique Vila-Matas, el fabuloso escritor español escribió en homenaje a esta obra el libro Bartleby y compañía (2000), que nos habla de todos aquellos escritores que un día dejaron de escribir porque o bien preferían no hacerlo, o bien se pasaron al oblomovismo. Vila-Matas es un autor que sigo con devoción desde siempre por ser, además de un escritor soberbio, un lector apasionado que exige de sus lectores lo mismo.

          

Siguiendo el lema de nuestro Club,

¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!!








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