En nuestra segunda sesión del Seminario Victorianos Contemporáneos, comentaremos dos libros complementarios, el primero, Retrato de una dama es una de las grandes novelas de James junto con Los Embajadores, Las Alas de la Paloma y La copa dorada. El segundo, La Señora Osmond es el excelente intento de reescribir la segunda parte de Retrato de una dama por parte de un escritor tan virtuoso como poliédrico, John Banville.
Podemos apreciar desde el primer momento cuál va a ser la orientación de nuestros dos escritores. Si Henry James va a poner el acento en la parte pseudo-aristocrática de Isabel Archer, para Banville como mujer separada y obligada por las circunstancias a arreglar sus asuntos y a moverse en otro tipo de sociedad, la dama se ha convertido en una señora.
PREGUNTAS:
- ¿Ha perdido Isabel Archer su condición de dama por haberse separado de facto de Gilbert Osmond? Lo fue alguna vez?
-¿ Cuántas damas encontramos en la obra de Henry James? ¿Cuántas en la de John Banville?
CONTEXTUALIZACIÓN DE HENRY JAMES Y JOHN BANVILLE:
Dos libros indispensables para conocer la esquiva figura de Henry James, un autor canónico de las letras universales que en vida gozó de cierta popularidad, muy apreciado por los círculos artísticos, intelectuales y aristocráticos de Londres pero cuya fama llegaría bastante más tarde, en pleno siglo XX cuando sus personajes amorales, aburridos y carentes de empatía conectarían con una de las corrientes filosóficas más importantes de la época contemporánea: el existencialismo. Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir lo reinvindicarán y convertirán a James en el autor canónico de hoy en día.
Estos libros sobre Henry James son por un lado The Master. Retrato del novelista adulto de Colm Tóibin y por otro ¡El Autor! ¡El Autor! de David Lodge. Quizás el primero sea más completo y nos brinde mayores matices de James pero el segundo se lee muy bien centrándose más en el fracaso teatral de nuestro autor con su obra Guy Domville y en su amistad con George du Maurier, abuelo de Daphne du Maurier de la que Alfred Hitchcock supo sacar un provecho inmenso hasta el punto de hacer de esta escritora toda una personalidad literaria. Hitchcock adaptó para la pantalla dos de las obras de Daphne, Rebeca y Los pájaros. Hitchcock cumplió el axioma al revés, de dos relatos normalitos hizo dos peliculones imprescindibles en la videoteca de todo cinéfilo que se precie.
Os voy a poner una escena de la película con los pájaros y Tippi Hedren, su protagonista, en primer plano. Esta actriz, rubia de verdad como le gustaban al Maestro, se convirtió en la declinante vejez de Hitchcock en una de sus obsesiones sexuales imaginarias. Buena prueba de ello es el pedazo de primer plano del beso entre Sean Connery y Tippi en "Marnie, la ladrona" que, aunque no muestra nada, lo dice todo. No haré ningún comentario salaz porque saber enseñarlo todo sin enseñar nada solo está al alcance de Hitchcok. Debajo trailer de Rebeca, una película a todo trapo esta vez con una Joan Fontaine que cree que le ha tocado la primitiva casándose con el riquísimo Laurence Olivier pero.... el ama de llaves de la difunta Rebeca se encargará de poner las cosas en su sitio.... Siempre recordaremos la frase "Anoche soñé que volvía a Manderley"....
George du Maurier, dibujante de la mítica revista satírica Punch tuvo un éxito sensacional y planetario con su novela Svengali, una historia de hipnotismo (nos suena?) absolutamente delirante pero que conectó muy bien con el público de su época mientras nuestro Henry James no vendía ni un libro y era encima considerado un rollazo. Ni qué decir tiene que nadie se acuerda de Du Maurier salvo por su nieta...Fotos de George du Maurier y su nieta Daphne.
Colm Toibin se mete con una increíble maestría en la piel de Henry James. Aunque totalmente imbuido del espíritu victoriano en su vida cotidiana, James ya no es un escritor realmente victoriano. Al igual que Oscar Wilde, de quien abundantemente se habla en este libro, quien revolucionó los códigos teatrales por no hablar de su comportamiento público, Henry James es ya el precursor de esa narración emocional y subjetiva de autores modernistas como Virginia Woolf.
Colm Toibin, crítico literario y novelista, ha sabido tratar en esta novela con delicadeza y discreción, un tema bastante espinoso como el de la homosexualidad de Henry James sobre el que no tiene dudas. David Lodge, aunque también deja entrever que a James le gustaban más los hombres que las mujeres opta más bien por una asexualidad que le permitía vivir sin enfrentarse ni a un escándalo público, ni por supuesto a lo que Henry James denomina "la trampa del matrimonio" que le hubiese obligado quizás a hacer concesiones en su total dedicación a la escritura.
El libro, estructurado en forma de analepsis, parte del gran fracaso de la única obra teatral de James, Guy Domville, en la que tenía fraguadas grandes esperanzas, tanto artísticas como financieras pero que, al obligarlo a volver a la ficción, permitió que James refinara su técnica narrativa y nos regalara las joyas de las que ahora podemos disfrutar. También tuvo mala pata que su rival fuera Oscar Wilde... Colm Toibin nos habla del proceso de creación de James, sin duda uno de los elementos más interesantes de la novela, de la soledad del autor que no encaja con su sociedad pero también de su tremendo egoísmo, del desarraigo, del ser inglés sin serlo pero también de la impotencia de la mujer inteligente, que no se conforma con el matrimonio y la maternidad y de las dificultades y amargura que esta actitud suele ocasionar en la mujer de la época. Es también esta novela una crónica acertadísima de esos riquísimos expatriados americanos que, como en el caso de los Osmond no son italianos pero tampoco americanos, del choque de mentalidades entre una América, aparentemente, sin clases y dinámica y una Europa que ya se estaba convirtiendo en el parque temático del conocimiento y la cultura que ha acabado por ser.
PREGUNTAS:
- Personajes norteamericanos vs. personajes europeos. Coged uno de cada y reflexionad sobre su actitud y su relación con los demás personajes.
- ¿Es Isabel Archer víctima de una visión norteamericana de Europa?
- Tanto Gilbert Osmond como Madame Merle son norteamericanos de origen. En qué categoría los englobaríais? Porqué?
- Personajes norteamericanos vs. personajes europeos. Coged uno de cada y reflexionad sobre su actitud y su relación con los demás personajes.
- ¿Es Isabel Archer víctima de una visión norteamericana de Europa?
- Tanto Gilbert Osmond como Madame Merle son norteamericanos de origen. En qué categoría los englobaríais? Porqué?
Curiosamente, el mismo año en que se publicó el libro de Colm Toibin, David Lodge, el hasta ahora conocido autor de novelas de campus, donde satiriza el mundo universitario inglés, sacó a la luz el libro El autor! El autor! (en Anagrama), también sobre Henry James. Si recordáis el título hace alusión a la habitual petición del público que en el caso de Henry James fue una humiliación pública delante de amigos y conocidos invitados al estreno de Guy Domville.
Este libro, que no tuvo el éxito esperado al verse oscurecido por la superior calidad del de Toibin, es sin embargo, muy bueno y nos muestra una imagen parecida pero diferente de James. Os lo recomiendo muchísimo porque, además, nos muestra la mala suerte de James. Si en el teatro, tuvo que competir con Wilde (imposible), en la ficción tuvo que competir con un autor de segunda, Viendo cómo se las trae con los espíritus el hermano de Henry, William, por otra parte, un eminentísimo psiquiatra cuya teoría sobre el flujo de la conciencia, influyó a todos los escritores modernistas, no nos extraña ni un ápice el éxito de Mr. Du Maurier.
Henry James es un autor canónico, Harold Bloom, el gran crítico literario, lo ha nombrado el Shakespeare de la prosa. No le falta razón. Os recomendaría que empezárais por Washington Square y Las bostonianas (libro éste formidable), Los papeles de Aspern o Daisy Miller para luego seguir con las tres novelas arriba mencionadas. Me apuesto lo que queráis a que os convertís en sacerdotes o sacerdotisas de la orden de Henry James. Su lectura, poco exigente en comparación con lo que ofrece es entrar y disfrutar de una cumbre literaria que pocas veces se ha alcanzado. Único problema: tras Henry James, los demás escritores os parecerán aprendices. La literatura tiene estas cosas....
Todas las obras de Henry James se han adaptado al cine ya que sus obras contienen muchos diálogos y, parecen fáciles de filmar. Sin embargo, aunque las adaptaciones han sido fastuosas, en escenarios naturales, con actores maravillosos y muy jamesianos, no logran transmitir la tensión emocional, cultural, sexual, de desarraigo y de clase que con tanta claridad nos muestra James. "Retrato de una dama", dirigida por Jane Campion no podía ser menos y en mi opinión es una excelente película. Porqué? Porque Nicole Kidman es una gran Isabel Archer pero sobre todo porque John Malkovich será siempre el mejor Gilbert Osmond posible. Aquí el tráiler:
A título anecdótico, Paola Brunetti, la mujer del comisario veneciano Guido Brunetti, es una profesora universitaria especialista de Henry James, un hermosísimo homenaje de Donna Leon a este escritor.
Hemos leído en este Club de Lectura La edad de la inocencia de Edith Wharton, en cierto modo, una continuación natural de la obra de Henry James. Sus personajes son tan ricos como los de Henry James pero más aristocráticos, más deudores de las buenas maneras pero sobre todo de la más absoluta de las hipocresías. Ahí, los aristócratas tienen apellidos que empiezan por "Van.." los descendientes de los primeros colonos holandeses, la crème de la crème y viven en enormes, aunque no siempre lujosas mansiones en la pacata, provinciana, e implacable Nueva York. Es un mundo de apariencias, de férrero darwinismo, donde las emociones están reprimidas hasta el paroxismo, en definitiva la infelicidad total. Newland Archer, enamorado de la inasible y divorciada Ellen Olenska, no tendrá escapatoria para vivir conforme a sus verdaderos sentimientos, de eso se encargará May Welland, la prima de Ellen, la perfecta prometida, buena conocedora de los códigos de su sociedad que no va a dejar escapar al buen partido que es Newland, aún sabiendo que éste no se casa por amor. Aún así, lograrán ser un matrimonio ejemplar, bien cimentado en el dinero y una excelente posición social.
John Banville, nacido en 1945, es otro de esos exquisitos escritores que tanto se dan en el ámbito literario anglosajón. Irlandés de nacimiento, no le ha impedido ser también un cronista de las clases altas británicas y sobre todo de su malestar. Ha sido premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2014. Escritor muy dotado, su prosa es muy cuidada y trata a sus personajes con gran delicadeza. John Banville ha escrito varias novelas, la más famosa es El mar con
la que ganó en 2005 el Man Booker Prize, un equivalente inglés del Premio
Planeta pero con mayor exigencia literaria y menos versado hacia lo comercial.
Las obras de John Banville están traducidas al español, concretamente en
Anagrama. Mis favoritas son Imposturas que tiene como trasfondo el mundo literario inglés, esnobismo y alta cultura a partes iguales o El intocable, una recreación de la historia de esos jóvenes Oxbridges que
se pasaron a Moscú durante la Guerra Fría, convirtiéndose en espías, dos
novelas magníficas. También es un destacado escritor de novela histórica, os
recomiendo particularmente “Copérnico” y también “Kepler”. Se ha publicado recientemente en Alfaguara La trilogía de Freddie Montgomery que no he leído pero sobre la que no tengo dudas acerca de su calidad.
John Banville es para mí muy especial porque bajo el seudónimo de Benjamin Black ha publicado una excelente serie de novela negra protagonizada por el forense Quirke y situada en la Irlanda de los años 50. El secreto de Christine inauguró este Club de Lectura por lo que en cierta manera, John Banville, alias Benjamin Black, es el padrino de este Club de Lectura y espero una figura tutelar para esta labor literaria.
Que John Banville se haya atrevido con Henry James demuestra su enorme valentía pero también una gran admiración. No es la primera vez que lo hace, ya lo hizo como Benjamin Black con La rubia de ojos negros, una recreación exacta de las novelas de Raymond Chandler. Si en esta ocasión no me parece un ejercicio muy útil aunque de una virtuosidad indiscutible, sí creo que La Sra. Osmond, escrito de manera muy jamesiana, aporta riqueza y otro punto de vista al libro de James.
PREGUNTAS:
- ¿Qué diferencias apreciáis entre uno y otro libro?
- ¿Qué temas trata Henry James y cómo corresponde Banville en su libro?
- ¿Qué aspectos de Retrato de una dama completa John Banville? ¿Con qué personajes?
- Comparativa entre Retrato de una dama y La edad de la inocencia. Diferencias y similitudes.
HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE: UN ASUNTO MUY LITERARIO:
John Banville es para mí muy especial porque bajo el seudónimo de Benjamin Black ha publicado una excelente serie de novela negra protagonizada por el forense Quirke y situada en la Irlanda de los años 50. El secreto de Christine inauguró este Club de Lectura por lo que en cierta manera, John Banville, alias Benjamin Black, es el padrino de este Club de Lectura y espero una figura tutelar para esta labor literaria.
Que John Banville se haya atrevido con Henry James demuestra su enorme valentía pero también una gran admiración. No es la primera vez que lo hace, ya lo hizo como Benjamin Black con La rubia de ojos negros, una recreación exacta de las novelas de Raymond Chandler. Si en esta ocasión no me parece un ejercicio muy útil aunque de una virtuosidad indiscutible, sí creo que La Sra. Osmond, escrito de manera muy jamesiana, aporta riqueza y otro punto de vista al libro de James.
PREGUNTAS:
- ¿Qué diferencias apreciáis entre uno y otro libro?
- ¿Qué temas trata Henry James y cómo corresponde Banville en su libro?
- ¿Qué aspectos de Retrato de una dama completa John Banville? ¿Con qué personajes?
- Comparativa entre Retrato de una dama y La edad de la inocencia. Diferencias y similitudes.
HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE: UN ASUNTO MUY LITERARIO:
El best-seller de Irwin Shaw que da título a este epígrafe nos introduce América, la tierra de las oportunidades, donde uno puede supuestamente hacerse rico si pone el empeño suficiente, y tierra abonada para la fascinación por los ricos, los que han triunfado en el modelo económico del capitalismo.
Henry James, que no era rico aunque su abuelo fue uno de los hombres más acaudalado de los Estados Unidos, fortuna que fue menguando generación tras generación, siempre se movió en círculos elevados, tanto intelectual como materialmente. Su fracaso teatral fue producto de su necesidad de dinero para mantener un elevado nivel de vida. Los emolumentos percibidos tras el fallecimiento de sus progenitores, le bastaban pero no eran suficientes para viajar, pagar los costosos alquileres de las casas donde le gustaba vivir así como mantener el ritmo de vida social requerido, máxime teniendo en cuenta que su producción literaria no figuraba entre los best-sellers de la época. En la narrativa de Henry James podríamos decir que hay una fascinación por los ricos, lo cual no le impidió mostrar sus múltiples miserias con una inteligencia poco común. Como habréis comprendido, no nos movemos en la dinámica de "Los ricos también lloran" sino más bien en una atracción/repulsión que conforma uno de los puntos fuertes de la narrativa jamesiana.
Francis Scott Fitzgerald llevará esta fascinación, sus desdichas y el origen, casi siempre turbio, del dinero a su paroxismo en su obra maestra El gran Gastby. Jay Gatsby, el multimillonario que despliega su poder económico para impresionar a Daisy Buchanan, uno de los personajes más antipáticos de la literatura universal, es en realidad el pobre chico de provincias que ha querido emular a esos ricos que le impidieron conquistar el corazón de Daisy. Nick Carraway, el narrador, ejemplo de lucidez que no se deja engañar por el desparrame material del que hace gala Gatsby es el más acerado crítico de una sociedad que entraría en crisis profunda con el crack del 29. Os dejo el trailer de la película de Baz Luhrmann de 2013 con Leonardo di Caprio y Carey Mulligan. Se deja ver muy bien pero os recomiendo la lectura del libro. Es simplemente necesario.
Scott Fitzgerald siempre acuciado por las deudas, viviendo a todo trapo con Zelda en un matrimonio tóxico, alcohol, dinero, viajes por Europa. Para conocer de primera mano al escritor, un libro maravilloso Max Perkins. El editor de libros de Andrew Scott Berg. Max Perkins fue el Editor, hoy en día las exigencias comerciales hacen muy difícil que los editores puedan dedicarse tanto a un autor. La relación profesional y personal que Perkins mantuvo con Scott Fitzgerald y Thomas Wolfe es para quitarse el sombrero. Sin más.
Foto a la izquierda de Maxwell Perkins. Derecha Zelda y Francis Scott Fitzgerald, ricos, famosos pero también alcohólicos y enloquecidos.
Y es que la serie mexicana tenía razón, los ricos también lloran pero con mucha menos intensidad que los pobres aunque les dura más porque tienen más tiempo para recrearse en ello.
La cultura popular también nos brinda muchas ocasiones de comprobar que los ricos tienen unos problemones de aúpa. No hay más que ver lo mal que lo pasa Blake Carrington, el patriarca de la serie "Dinastía", entre los negocios, los hijos y su malvada ex-mujer Alexis Colby (nunca ha estado mejor Joan Collins) no gana para disgustos. Por no hablar de su angelical segunda mujer, Krystle Carrington, abnegación conyugal en carne y hueso. Ha habido remake de esta serie.
Menos mal que Angela Channing, la matriarca de Falcon Crest, sabía poner las cosas en su sitio rápidamente. A quien la fastidiaba, le arruinaba la vida y punto. Los viñedos de California en plan guerra del Vietnam. Jane Wyman, la protagonista, fue la primera mujer del ridículo Ronald Reagan, aunque comparado con Trump, Ronald parece un estadista de primera.
Actualmente, la serie "Succession" que triunfa en HBO nos muestra también esa fascinación por los ricos en una crítica acerba de la obsesión por el poder que da el dinero.
De ser pobre y querer ser rico por carambola, sabe mucho Clyde Griffiths, el inolvidable protagonista de Una tragedia americana. Esta novela, basada en el juicio y posterior ejecución de Chester Brown en 1906, nos narra las vicisitudes del joven Griffiths, hijo de una familia humilde, predicadores evangélicos sin Iglesia pero cuyo padre, Asa, proviene de una familia rica. Clyde intentará hacer fortuna amparándose en ese parentesco con los resultados que todos conocemos o nos podemos imaginar para aquéllos que no hayan leído esta magnífica novela.
Para los cinéfilos, que en este Club de Lectura son legión, trailer de la película de George Stevens, inspirada en la novela y titulada "Un lugar en el sol" con Elizabeth Taylor y Montgomery Clift. La película no sigue muy bien la novela pero Clift es un gran Clyde.
Pero, donde hay ricos suele haber pobres. De los pobres se ocupó muy bien John Steinbeck, particularmente en Las uvas de la ira donde mostró las terribles consecuencias de la crisis económica del 29 en los campesinos norteamericanos. Vale la pena leer esta obra imperecedera y, por supuesto, cómo no, visionar la película homónima, dirigida por John Ford en 1940. Nadie mínimamente sensible puede olvidar la mirada de desesperación de Henry Fonda. Una película imprescindible.
Para aquéllos que creen que un libro no puede cambiar nada, una prueba más de que no es así, los libros cambian la vida y la sociedad, y sino que se lo pregunten a Upton Sinclair, nuestro escritor realista que con su libro La jungla consiguió cambiar toda la legislación de los mataderos en Estados Unidos.
Upton Sinclair fue un abanderado de la justicia social. La jungla, el libro más famoso de este autor, aunque fue muy prolífico, narra las condiciones de vida de los mataderos de Chicago, aunque en un principio Upton quería hacer una crítica feroz del capitalismo, lo que describió en la novela era tan brutal desde todos los puntos de vista, incluido el sanitario, que propició la creación de la US Pure Food and Drug Act en1906, que cambió la legislación vigente hasta entonces, pasando a ser un organismo defensor del consumidor. Esta novela puso freno, además, a la corrupción en la concesión de mataderos revisando también las durísimas condiciones laborales de los trabajadores.
También Victor Hugo con Los Miserables nos mostró que se podía hacer una epopeya con los más pobres de la sociedad. Jean Valjean, el preso al que el comisario Favert no quiere dejar en paz, que apadrina a Cosette, una niña explotada por los mesoneros Ténardier, unos emprendedores avant-la-lettre, tipo de gente que Hugo abominaba.
Hoy en día, autores como Isaac Rosa o Belén Gopegui, han mostrado en sus novelas la otra cara de la opulencia, sórdida, ahí no hay fascinación por los ricos sino una crítica acerba y sin compasión hacia esos poderosos invisibles que convierten el trabajo en una esclavitud encubierta o esa clase media, miedosa de perder lo poco que tiene y convertida, por tanto, en el peor verdugo de los que están por debajo. Isaac Rosa en La mano invisible por ejemplo y Belén Gopegui con El padre de Blancanieves nos dan una lección sobre cómo la literatura nos narra. Son para mí autores de cabecera sin olvidar a Almudena Grandes que en su libro Los besos en el pan ha retratado cómo la crisis de 2008 ha afectado y sigue afectando a muchos.
Siguiendo el lema de nuestro Club:
¡¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!!
