lunes, 5 de febrero de 2024

LAS PARTÍCULAS ELEMENTALES DE MICHEL HOUELLEBECQ

 


    Michel Houellebecq será el próximo protagonista de nuestra nueva sesión del Aula de Lectura con su novela Las partículas elementales. Escritor polémico donde los haya, acusado de homófobo, antimusulmán, misógeno y simpatizante de la extrema derecha, es sin embargo, un escritor muy lúcido con una prosa descarnada donde elementos realistas y ficcionales se mezclan a la perfección. En sus obras retrata nuestra época y muy particularmente un segmento muy concreto de la población: la clase media francesa y en especial los funcionarios vinculados a la educación o el sector cultural. Una clase media con un cierto nivel cultural y un gran vacío existencial.

    El materialismo extremo, tema estrella de nuestro autor que achaca a la pérdida de valores morales, religiosos y a las dificultades de gozar del propio cuerpo sin prejuicios ni cortapisas, lo que sus personajes acostumbran a hacer aunque siempre con un terrible poso de amargura e insatisfacción.

    Houellebecq es muy celoso de su vida privada aunque en los últimos tiempos ha sido noticia por su pleito, que ha perdido, con un productor holandés a raíz de una película porno protagonizada por él mismo y su mujer donde, por exigencias del guion, salía haciendo un trío con la parienta y una actriz porno. Houellebecq llevó a juicio al productor porque teóricamente no debía salir desnudo en ninguna escena. Un juez holandés dictaminó que el contrato sí contemplaba este tipo de escenas, sentencia que afectó sobremanera a nuestro escritor quien a modo de catarsis ha escrito esta experiencia en un librito titulado Unos meses de mi vida. Octubre 2022-Marzo 2023 donde también narra las polémicas declaraciones que pronunció en una entrevista con el filósofo Michel Onfray (otro que tal baila) en las que poco menos que asociaba Islam con delincuencia y por las que tuvo que retractarse rápidamente so pena de querella por parte del Imán de París. 
    
    Este es el ambiente en el que suele desarrollarse Michel Houellebecq. Las partículas elementales tampoco escapó a la controversia por sus escenas de sexo pero también por la visión pesimista de la condición humana que por otra parte es marca Houellebecq desde siempre. En este libro se analizan los lazos familiares, la soledad, el post-sesentayochismo de una manera muy crítica pero también los avances de la genética aplicados a humanos. En este sentido, el epílogo ilumina el libro y explica su inicio. La técnica narrativa circular me ha recordado mucho a El cuento de la criada donde Margaret Atwood en las páginas finales de dicha obra otorgaba una dimensión histórica al distópico retrato de Gilead. 

    Michel Houellebecqu, junto a Sylvain Tesson y Yann Moix conforman el triunvirato de escritores asociados, en el caso de Houellebecq, y sin duda vinculados, en el caso de los otros dos, a la extrema derecha francesa. Este asunto lo destapó el periodista François Krug, integrante del periódico Le Monde en su libro Réactions françaises. Enquête sur l'extrême droite littéraire en el que destapaba las relaciones de estos tres escritores con la extrema derecha y sus convicciones fascistas, antisemitas además de un profundo desprecio por las mujeres, especialmente las que tienen más de 35 años. En Las partículas elementales, la obsesión de Bruno Clément por las jovencitas es una constante del libro aunque solo en una ocasión se atreverá a pasar al acto. Yann Moix afirmó públicamente y sin el menor reparo que las mujeres de más de 50 años eran "infollables" (traducción exacta). Yo diría que el infollable es él. Como dicen en los culebrones: un desubicado completo.

    Sylvain Tesson que tiene una amplia obra, es un autor que podríamos calificar de popular. Autor sobre todo de libros de viaje, ha sido elegido este año como padrino del evento "La primavera de los poetas". Su elección ha sido un bombazo puesto que numerosas voces se han erigido contra este autor que prologó una novela racista, Le Camp des Saints escrita por Jean Raspail que Marine Le Pen considera profética y que trata sobre la invasión de Francia por parte de poblaciones originarias del Ganges. Así como suena. Estemos o no de acuerdo con Sylvain Tesson, no me parece muy acertado cancelarlo ya que es un escritor de talento que tiene derecho a tener sus propias opiniones aunque no coincidan con las nuestras. De izq. a derecha Sylvain Tesson y Yann Moix.

   


    Y si hablamos de profecías que menos que señalar Sumisión, la particular profecía de Michel Houellebecq sobre la elección de un presidente musulmán, Mohammed Ben Abbas. que con la ayuda de la izquierda llega al poder en Francia. La moderación de la que ha hecho gala este personaje desaparecerá en cuanto alcance la Presidencia pasando a revelarse como un fundamentalista islámico cuyas primeras medidas son meter a las mujeres casadas en casa para reducir el paro masculino, permitir la poligamia e islamizar la Universidad y los colegios con la ayuda de las petromonarquías. La Unión Europea cambia de eje para favorecer el eje Mediterráneo musulmán. La novela acaba con una Francia al borde posiblemente de una guerra civil. El libro es incómodo, sobre todo por lo creíble que resulta. Su publicación coincidió con el atentado de Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015 cuando unos enmascarados prorrumpieron en las instalaciones de esta revista satírica matando a cinco personas al grito de 
Al·lahu-àkbar (Alá es Grande) y dejando a once heridos de considerable gravedad. Charlie Hebdo había publicado unas viñetas satirizando a Mahoma. Dado el tema de Sumisión, hubo bastante controversia. Es un libro que, como todos los de Houellebecq, da que pensar. ¿Seremos los occidentales capaces de defender los valores de la libertad o sucumbiremos a propuestas simplistas que pueden resultar peligrosas? Por otra parte, esta novela también nos muestra las teorías económicas de Houellebecq donde carga contra el sistema capitalista de flujos financieros y aboga por una economía artesanal de tipo familiar donde cada cosa tenga su valor fuera de índices inflacionarios. 

    Philippe Lançon, un superviviente del atentado, que ha sufrido un sinfín de operaciones tras sus graves heridas, ha escrito un libro durísimo, El colgajo, donde narra su sufrimiento y su duelo por los amigos perdidos. El colgajo que se refiere al estado en que quedó su mandíbula tras el atentado es uno de esos libros imprescindibles por su valor testimonial.

 

    Plataforma es también un libro muy interesante que trata sin tapujos ni hipocresías la creación de una agencia de turismo sexual que por cierto tendrá un éxito apabullante. Nada que no sepamos, el turismo sexual es una importantísima fuente de ingresos para algunos países, sobre todo pobres, que venden a sus mujeres y en especial a las más jóvenes para satisfacer los vicios de unos occidentales que no son capaces de relacionarse con mujeres empoderadas. En esta novela, Houellebecq presenta las mujeres asiáticas como paradigma de la feminidad sometida, deseosas de agradar en todo al hombre occidental que no se siente debidamente querido por las mujeres occidentales, unas virago machorras. El tema de la prostitución, que siempre aparece en las obras de Houellebecq está ampliamente tratado. Aunque parezca mentira, el libro se lee de un tirón. 

    Houellebecq es un autor que también se quiere moral y sus novelas llenas de sexo sin amor, de hombres y mujeres agraviados inmersos en una sociedad materialista, superficial y absurda, llegan a conocer el amor o por lo menos un tipo de amor aunque también suelen perderlo provocando una fractura mental con distintas consecuencias. Houellebecq considera que la sociedad occidental está en total decadencia y que será absorbida por sociedades más tradicionales con unos valores sólidos aunque intolerantes.

    El premio Goncourt es el más popular de Francia porque implica un éxito editorial asegurado. Este premio se le negó sistemáticamente a Houellebecq por causa de los temas que trata en sus libros hasta que en 2010 se le concedió dicho galardón por El mapa y el territorio,  de temática más ligera, un libro híbrido entre ficción y autoficción donde Houellebecq no solo se autoparodia sino también al mundo cultural francés y más exactamente el parisino compuesto por personajes tan absurdos y pomposos como Philippe Sollers, fallecido el año pasado. Laurent Binet, en La séptima función del lenguaje, un libro muy irreverente y que ponía a caer de un burro pero con mucha gracia y estilo a los intelectuales estructuralistas, desde Roland Barthes hasta Michel Foucault, pasando por Derrida, Deleuze y Julia Kristeva (viuda de Sollers) en una especie de juicio condenaba a Sollers a ser castrado por su nula contribución a la vida intelectual. Esta novela es buenísima y os la recomiendo. 

                

    A la hora de autoparodiarse y no tomarse demasiado en serio, Houellebecq no escatima recursos. No ha tenido ningún problema en protagonizar un pseudo-documental sobre su propio secuestro por una banda delirante que se interesa por su obra con las más variopintas preguntas, acostándose con una prostituta marroquí,... entre otras cuestiones. "El secuestro de Michel Houellebecq", película totalmente enloquecida se estrenó en 2014 y está dirigida por Guillaume Nicloux. No es para nada un canto al talento de Houellebecq ni nada por el estilo, sino una especie de reality alucinante. No me imagino a ningún escritor español de renombre prestándose a esto. Os dejo el trailer.


    No ha sido esta la única incursión de Michel Houellebecq haciendo de él mismo. En la película "Thalasso", dirigida también por Guillaume Nicloux y estrenada en 2019, nuestro escritor comparte cartel con Gérard Depardieu. La película se resiente de un Depardieu que ya apuntaba lo que cristalizará en ese vergonzoso reportaje donde de gira por Corea del Norte (lo que ya es) profiere expresiones soeces particularmente hacia las mujeres, todas ellas al servicio del actor como guías o acompañanantes en lo que ha sido su caída en desgracia. Aunque un grupo de famosos lo ha defendido, la verdad es que creo que este ha sido el batacazo definitivo de un actor que parece haber perdido cualquier atisbo de decencia. Houellebecq magistral. Trailer aquí debajo.

    
        Michel Houellebecq es un autodidacta que antes de dedicarse por entero a la escritura desempeñó varios trabajos en lo que podríamos denominar el sector Servicios. Aunque sus capacidades intelectuales le permitían postular a cualquiera de las instituciones académicas francesas más importantes, nunca se presentó a un examen. La lucha del individuo en un sistema económico que lo fagocita es el tema de su libro Ampliación del campo de batalla donde muestra la deshumanización del trabajo y por extensión la pérdida de consciencia de sí mismo del individuo. A pesar de que Houellebecq nunca se definiría como marxista, Marx  habría sin duda aplaudido la brillante ilustración del concepto "alienación del individuo".

    Entre sus muchos trabajos, Houellebecq desempeñó el de Jefe de Sección en el Ministerio de Agricultura y fruto de su alucine por las políticas agrícolas de la Unión Europea es Serotonina que transcurre parcialmente en España, un país que nuestro autor conoce y visita con frecuencia donde a parte de las obsesiones sexuales de su protagonista y sus críticas al turismo masivo, nos brinda un catálogo de las directivas de Bruselas sobre agricultura que si son ciertas es como para echarse a temblar. En su brevísimo libro Lanzarote Houellebecq carga contra el turismo masivo en las Islas Canarias y eso que no sabía lo que se avecinaba con influencers fotografiándose en paisajes de ensueño que por arte y magia de las redes sociales se convierten en paisajes dantescos. Aqui debajo la cala Es Caló des Moro que tras haber aparecido en Instagram, causó el efecto llamada que la ha convertido en el lugar más masificado de Mallorca.


    Michel Houellebecq también ha analizado en sus libros el fenómeno de las sectas que se instalan en lugares apartados para llevar una vida más espiritual pero sobre todo con mucho amor libre. Así como en Las partículas elementales vemos varios intentos de creación de espacios sectarios, en La posibilidad de una isla ya evocaba este tema con la historia de Daniel1, un ilustrador que ha hecho su fortuna a base de sketches provocadores sobre temas de actualidad. Harto de su vida materialista y del sexo con una cuarentona cuyo cuerpo le repugna (Houellebecq genio y figura hasta la sepultura), Daniel se embarca en una secta radicada en Lanzarote donde sus adeptos esperan a unos extraterrestres que tienen el secreto de la eterna juventud. Mientras tanto porque ya se sabe que a los extraterrestres rogando pero con el mazo dando, se dedican a clonar a los adeptos con el fin de ir pergeñando esa humanidad perfecta. El narrador es Daniel25 que tampoco es feliz y busca la posibilidad del título. Esta novela es un poco farragosa porque Houellebecq saca todas sus obsesiones filosófico-erótico-social-religiosas y a veces cansa.

    Su último libro Aniquilación, Houellebecq vuelve a sus temas de siempre, la política esta vez con una estrella televisiva que puede llegar a Presidente de Francia. Todo ello a través de las derivas de Paul Raison, típico héroe houellebecquiano que no cree en nada. Es una novela coral que nos presenta una Francia desintegrada por la violencia y las contradicciones del progresismo "woke" pero donde el protagonista no es un obseso sexual y los personajes están tratados con algo más de compasión y empatía. Novela muy larga con muchas digresiones, sigue siendo un buen ejemplo de la poderosisima escritura de este autor.

    En su afán por cambiar la Humanidad, Houellebecq ha creado repetidamente nuevas formas de vida siempre desde la ciencia. Así en Las partículas elementales, nuestro autor nos muestra el resultado de las investigaciones de Michel Djerzinski que ha logrado crear unos seres no sometidos a la decadencia y la corrupta moral occidental.
    Ahí Houellebecq se encuentra con los autores de ciencia-ficción más notables como Asimov, Philip K. Dick, Ursula K. Leguin, Margaret Atwood o China Miéville que han creado también humanidades distintas aunque lejos de las perfecciones que Houellebecq les otorga. 
    Fundación de Isaac Asimov, Oryx y Crake de Margaret Atwood o Los desposeídos son extraordinarias ficciones que muestran nuevos mundos con sus habitantes. Las tres son excelentes!!!

 




    Sin duda alguna la extraordinaria película "Oppenheimer" (1923) dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Cillian Murphy que parece un clon del científico ha despertado un gran interés por la vida y obras de estos personajes.

    La ficción también se ha acercado a algunos científicos con novelas que valen muchísimo la pena. Cuatro autores para mí indispensables: John Banville, Benjamín Labatut, Daniel Kehlman y Martí Domínguez.

    John Banville, escritor de raza donde los haya, ha escrito su maravillosa Tetralogía Científica compuesta por las novelas Copérnico, Kepler, La carta de Newton y Mefisto.  En las tres primeras novelas escribe unas biografías originales, entreveradas con la Historia pero también con nuestro presente. En la cuarta, leemos la personal revisitación de nuestro autor al mito de Fausto. Puro Banville y puro gozo. imprescindible.


    El chileno Benjamin Labatut ha revolucionado el mundo literario con su muy peculiar aproximación a la ciencia del siglo XX y los hombres que la crearon desde los más puros presupuestos literarios. Un verdor terrible y Maniac nos muestran a esos hombres geniales y sus hallazgos, en estos dos casos, terribles y destructores. Es también un retrato muy contemporáneo que nos muestra las derivas de un siglo XX y nos deja intuir las que nos corresponderán vivir en los siglos venideros. Una prosa poderosa, volcánica y al mismo tiempo fría y áspera constituyen las marcas de identidad de un autor que entiende la ciencia de una forma perturbadora y absolutamente contemporánea. Es genial!!!


    El alemán Daniel Kehlman en La medición del mundo evoca el encuentro en Berlín en 1828 de Alexander von Humboldt el gran naturalista viajero y Carl Friedrich Gauss, matemático y astrónomo donde rememoran su juventud y su ansia por medir el mundo. Novela más tradicional y quizás de menos brillantez estética que las arriba mencionadas, es no obstante, una visión muy interesante y divulgativa sin caer en la elegía o una admiración beata. Muy buena!!!

    
    
    Martí Domínguez, doctor en Biología, ha desarrollado una muy interesante carrera literaria con sus novelas sobre personalidades históricas como por ejemplo Voltaire, Goethe o Rousseau. En este caso concreto, me gustaría destacar dos novelas cuyos protagonistas son científicos, muy bien escritas, donde entendemos muy bien las motivaciones de estos hombres de ciencia pero sobre todos sus resultados y las consecuencias para la sociedad de su época hasta nuestros días.
    La primera es Las confidencias del Conde de Buffon. La premisa de partida es bastante banal, un investigador descubre en los sótanos del Museo Nacional de Historia Natural de París un manuscrito firmado por Georges Louis Leclerc, el conde de Buffon que resultan ser sus memorias. A través de este hallazgo, Domínguez nos traslada a la Francia de la Ilustración donde vemos transitar a los filósofos pero también asistimos a la construcción de los seis tomos de la imponente Historia Natural escrita por este insigne científico Ilustrado. El tópico del manuscrito encontrado se sublima para ofrecernos un retrato de la Ilustración perfecto.
    El segundo es algo más sombrío. El espíritu del tiempo narra la trayectoria del único científico nazi que recibió el premio Nobel de Medicina en 1973: Konrad Lorenz. Aunque Domínguez nunca escribe el nombre de Lorenz para darle a esta historia un sesgo más universal, muestra cómo la oscuridad humana puede poner hallazgos científicos positivos al servicio de los peores instintos y de las más odiosas acciones. Lorenz puso sus conocimientos a disposición de la solución final y en esta obra Domínguez ilustra lo que la filósofa Hannah Arendt llamó "la banalidad del mal".
    Los numerosos premios que ha recibido Martí Domínguez por su obra demuestran la calidad de sus novelas. Un autor indispensable.







   Después de este viaje por diversas narrativas, no dejemos nunca de 

PENSAR LA LITERATURA, PENSAR EL MUNDO.

Y cómo no, la lectura es

    ¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!

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