lunes, 21 de febrero de 2022

EL HOMBRE DE CALCUTA DE ABIR MUKHERJEE

 

 
 En nuestra próxima sesión comentaremos el libro El hombre de Calcuta del escritor angloindio Abir Mukherjee. Nos encontramos en esta obra con el clásico whoudunnit aunque ambientado en un momento histórico muy interesante: 1919,justo después de la Primera Guerra Mundial y en un país, la India, bajo dominio británico.

Es esta la primera novela de varias aunque de momento solo se haya traducido al español la primera de la saga, la que marca el inicio de la colaboración entre Surrender-Not Sanerjee y el capitán Sam Wyndham. Este último es un integrante de la policía británica en la India, adicto al opio y la morfina, que además padece un fuerte Síndrome de Estrés post-traumático.

Esta novela, de estructura simple y estrictamente cronológica, transcurre a lo largo de seis intensos días y está ambientada en la ciudad de Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental.
Calcuta es una ciudad muy interesante y un destacadísimo centro cultural. Fue ahí donde se tradujo por vez primera en India a Shakespeare y a Molière y sigue siendo hoy en día una capital altamente cultural con un montón de librerías, cines, galerías de arte y numerosísimos congresos culturales. Otra característica de Calcuta, que también aparece en esta novela, es la cantidad de edificios oficiales de estilo neoclásico, imponentes para mostrar a los nativos la potencia de los colonizadores. No hay más que ver el Taj Mahal para darse cuenta de lo que podían hacer los hindúes. La lógica del dominio colonial, ya sabéis.

Este y otros temas relacionados con la deconstrucción del arte y la arquitectura nos los explican muy bien Mary Beard, Simon Schama y David Olusoga en el fabuloso documental "Civilizations" de visión obligada. 


También de Calcuta era el premio Nobel de Literatura Rabindranath Tagore, el primero no europeo en obtener este galardón en 1913.





Abir Mukherjee, altamente didáctico, no pierde ni una sola posibilidad de mostrarnos la ignominia colonial con su corolario de racismo, explotación y desprecio que tan bien encarna la Sra. Bebbit, dueña de la pensión, de nombre tan ridículo como pomposo, Royal Belvedere. Unos individuos que considerándose más británicos que nadie, no podrían probablemente adaptarse a la vida mucho más difícil de Inglaterra y donde sobre todo eran unos don nadie.

India fue "La joya de la corona" ("The Jewel in the Crown") que describe con poesía pero sin concesiones a la galería la magnífica serie homónima. Para mí unas de las más logradas a la hora de explicar el hecho colonial. Protagonizada por lo más granado de la escena británica y ambientada con un esmero difícilmente superable, convirtió la novela The Raj Quartet  en un éxito planetario. Paul Scott, su autor, que sirvió en el ejército británico en India durante la Segunda Guerra Mundial, supo contar muy bien quiénes integraban la misión colonial. En líneas generales, los mediocres de clase alta y gente de baja extracción que veían en las colonias una forma de medrar en un entorno favorable, sobre todo por ser blancos que no hubieran obtenido jamás en su lugar de origen. Es una novela larga pero que aborda valientemente las complejas relaciones entre Gran Bretaña y la India.


Abir Mukherjee sitúa su novela en una época poco usual para las novelas negras: 1919, un año después de finalizar la Primera Guerra Mundial. En El hombre de Calcuta, ya se va percibiendo las ansias de hindúes por independizarse de los británicos, independencia que culminará en agosto de 1947 con la decisiva intervención de Mohatma Gandhi y su política de "no violencia". Algo totalmente inédito en la Historia aunque con el tema musulmán, no habrá nada que hacer y surgirá Pakistán, un país por cierto de fuerte emigración hasta el punto que cualquier inmigrante con aspecto de hindú será denominado "Paki" por los siempre delicados y sutiles racistas.

La película de Richard Attenborough (1982) sobre Gandhi, aunque extensa, explica muy bien la trayectoria de este hombre pequeño en estatura pero de enorme altura moral que llevó a su país a la independencia desde postulados aparentemente incompatibles con la acción política a la que estamos habituados. La interpretación de Ben Kingsley le valió un Oscar y no es para menos.


La Primera Guerra Mundial ha sido fuente de inspiración para excelentes novelas. Una guerra cruenta y sin resolver que dejó cercenada una generación y un conflicto abierto que estallaría veinte años después.

Aquí van mis recomendaciones: 

- Nos vemos allá arriba de Pierre Lemaître.
- El mundo de ayer. Memorias de un europeo de Stefan Zweig.
- Viaje al fin de la noche de Louis-Ferdinand Céline.
- Sin novedad en el frente de Erich María Remarque.
- Johnny cogió su fusil de Dalton Trumbo.
- Testamento de juventud de Vera Brittain.
- La trilogía de Pat Barker compuesta de Regeneración, El ojo en la puerta y El camino fantasma.

En cuanto a las películas, también hay un montón. Aquí debajo una pequeña selección.

- "Senderos de gloria" de Stanley Kubrick (1957).
- "Largo domingo de noviazgo" de Jean-Pierre Jeunet (2004).
- "El pabellón de los oficiales" de François Dupeyron (2001).
- "1917" de Sam Mendes (2019).
- "Feliz Navidad" de Christian Canon (2005). 

Por cierto, Pat Barker ha escrito dos libros muy interesantes sobre las mujeres en la Ilíada que os recomiendo ya que el papel de la mujer en las guerras ha sido muchas veces determinante, además de constituir desde la noche de los tiempos las víctimas silenciadas.
El silencio de las mujeres y Las mujeres de Troya son dos librazos que no debéis perderos.



EL COLONIALISMO: FUENTE INAGOTABLE DE REFLEXIÓN LITERARIA

La colonización de la India duró desde mediados del siglo XVIII hasta 1947. Un país con una cultura milenaria que hoy en día, aunque totalmente inmerso en la economía global, sigue aferrado a sus costumbres. Es un país complicado, la mayor democracia del mundo pero, un país donde todavía existen las castas y donde la desigualdad es manifiesta. 

Acerca de la actitud de los británicos en la India, quisiera poneros un poema de Rudyard Kipling, el creador de El libro de la selva y Mowgli, que Walt Disney se encargó de infantilizar al máximo con la película homónima. El poema se titula La carga del hombre blanco y aunque no lo escribió para apoyar la colonización británica, sí lo hizo para apoyar la política imperialista de los Estados Unidos. Da lo mismo, es un poema racista, que reconoce abiertamente la superioridad del hombre blanco y lo atribulado que está con tanto ser inferior que dominar. Aunque un poeta realmente extraordinario, es un tipo que aborrezco.

Llevad la carga del Hombre Blanco.
Enviad adelante a los mejores de entre vosotros;
Vamos, atad a vuestros hijos al exilio
Para servir a las necesidades de vuestros cautivos;
Para servir, con equipo de combate,
A naciones tumultuosas y salvajes;
Vuestros recién conquistados y descontentos pueblos,
Mitad demonios y mitad niños.

Llevad la carga del Hombre Blanco,
Con paciencia para sufrir,
Para ocultar la amenaza del terror
Y poner a prueba el orgullo que se ostenta;
Por medio de un discurso abierto y simple,
Cien veces purificado,
Buscar la ganancia de otros
Y trabajar en provecho de otros.

Llevad la carga del Hombre Blanco,
Las salvajes guerras por la paz,
Llenad la boca del Hambre,
Y ordenad el cese de la enfermedad;
Y cuando vuestro objetivo este más cerca
En pro de los demás,
Contemplad a la pereza e ignorancia salvaje
Llevar toda vuestra esperanza hacia la nada.

Llevad la carga del Hombre Blanco.
No el gobierno de hierro de los reyes,
Sino el trabajo del siervo y el barrendero,

El relato de cosas comunes.
Las puertas por las que vosotros no entrareis,
Los caminos por los que vosotros no transitareis,
Vamos, hacedlos con vuestra vida
Y marcadlos con vuestra muerte.

Llevad la carga del Hombre Blanco,
Y cosechad su vieja recompensa
La reprobación de vuestros superiores
El odio de aquellos que protegéis,
El llanto de las huestes que conducís
(¡Tan laboriosamente!) hacia la luz:
“Oh amada noche egipcia,
¿Por qué nos librasteis de la esclavitud?,

Llevad la carga del Hombre Blanco,
No oséis rebajaros,
Ni clamar ruidosamente por la Libertad,
Para encubrir vuestro cansancio.

Por todo lo que gritáis o susurráis,
Por todo lo que hagáis o dejéis de hacer,
Los silenciosos y descontentos pueblos
Os juzgarán a vuestro Dios y a vosotros.

Llevad la carga del Hombre Blanco,
Olvidad esos tiempos de la infancia,
Los laureles ligeramente concedidos,
La fama fácil y sin fundamento;
Venid ahora, a buscar vuestra hombría,
A través de todos los años ingratos,
Frutos, aguzados con la costosa sabiduría,
El juicio de vuestros compañeros.

Sin comentarios.



Una de las películas que más ha dado que hablar en los últimos tiempos es "Tigre Blanco", dirigida y escrita por Ramin Bahrani en 2021y protagonizada por un excelente Adarsh Gourav, narra el ascenso de un ambicioso y listo chico pobre en un empresario de éxito. Todo sazonado con una amoralidad y una crueldad muy propias de esta economía globalizada y darwinista donde el más fuerte gana. Una película imprescindible porque aunque india, tiene muchas resonancias en la sociedad occidental.


Hubo un precedente antes con el formidable éxito que cosechó en 2008 la película "Slumdog Millionaire" dirigida por Danny Boyle, un director que sabe imprimir, sin duda, mucho ritmo a sus películas y cuyo guion, tan falaz como eficaz, conquistó al público. La necesidad del final feliz y la superficialidad en su visión de la India la dejan en una película entretenida, lejos de la reflexión de "Tigre Blanco", mucho más interesante en mi opinión.

El cine hindú es colosal, una gran industria, Bollywood que produce miles de películas al año para consumo propio del país. Es un cine claramente de evasión, donde los bailes con sus espectaculares coreografías son la base de la mayoría de las películas. El argumento por supuesto es bastante flojo y de un machismo algo difícil de soportar. Pero, os recomiendo ver alguna porque la primera vez que ves una flipas por su colorido y por su exotismo tan cercano a la idea que Occidente suele hacerse de la India. Eso sí, los actores y las actrices guapísimos!!!


La India siempre tiene ese aura de espiritualidad, de sensualidad, a través de su música, de sus colores y de sus olores. Los Beatles vivieron su época hindú, con gurú particular por medio, lo que dio origen a muchos gurús caraduras que sacaron bastantes cuartos a unos occidentales sedientos de espiritualidad y hartos de la facilidad de sus vidas en un Occidente laicizado y materialista.
Acordaos de la canción "My Sweet Lord" compuesta por George Harrison que dedicó al dios hindú Krishna, un movimiento religioso que significativamente se creó en Nueva York.


Un documental muy interesante que refleja esta necesidad de comunidad, de estrechar lazos, de salir de una sociedad materialista, nos la ofrece "Wild, wild country", donde se narra la odisea de los seguidores del gurú Bhagwan Shree Rajneesh en su afán por construir un "ashram" en un solitario paraje de Oregón. El acoso y derribo de las autoridades de este Estado es digno de ver. Un documental que no esconde las luces y sombras de este tipo de líderes religiosos. Imprescindible porque es excelente, sin maniqueísmos,


De cómo un país tan ajeno a Italia pudo conquistar a una de sus ciudadanas nos lo cuenta Javier Moro en el espléndido relato El Sari rojo. Una biografía de Sonia Gandhi, de soltera Maino, hija del alcalde católico de un pequeño pueblo del sur de Italia, conoció a Rajiv Gandhi en un curso de inglés en Londres, se trasladó a la India, ingresando en una de las familias más emblemáticas de ese país, la Nehru-Gandhi. La verdad es que su adaptación fue muy rápida, llegando a convertirse tras el fallecimiento de su marido en atentado, en presidenta del Partido del Congreso. Una vida novelesca ciertamente muy bien narrada por Moro. Debajo, Sonia y Rajiv Gandhi el día de su boda.



La música hindú ha tenido en Ravi Shankar uno de sus mejores embajadores. Os dejo aquí una muestra de su maestría tocando el Sitar. Un ídolo de la música. Si gustáis de los masajes relajantes, os pondrán siempre música de Ravi Shankar y lo del Nirvana lo corroboro. 


No soy ninguna especialista en cultura hindú por lo que solo esbozo unas pinceladas de su enorme riqueza en todos los campos pero también, cómo no, en la literatura y en el ensayo.

Empezaremos por un libro que me encantó, Un buen partido de Vikram Seth. El pretexto de una boda servirá para enfrentar a las dos Indias que siempre están ahí, la tradicional y la que preferiría combinar una cierta occidentalización, sobre todo femenina con el respeto a una tradición, vivida más como referente cultural que como imposición. Es un libro perfecto, redondo. Los personajes están muy bien dibujados, hay crítica y ternura a la vez. Es un libro en mi opinión imprescindible para conocer la India sin prejuicios.

                       

Cómo olvidar a Salman Rushdie a quien el imán Jomeini le colocó una fatwa porque según él se había reído de Mahoma en sus Versos Satánicos. Estuvo unos cuantos años encerrado en su casa de Londres bajo protección policial. Hay que decir que la fatwa sí consiguió cargarse a los traductores de Rushdie al japonés y al italiano, además de a su editor noruego. Que los libros importen no debería ser esto.
No me gustó este libro porque no entré en este tema esotérico de los dioses y demás, no volviéndome a interesarme por Rushdie hasta La decadencia de Nerón Golden, más acorde con mis gustos. Un paseo por la Norteamérica pre-Trump con unas referencias literarias, cinematográficas y culturales que entiendo muchísimo mejor. 
Su libro Quijote también me ha encantado por lo que supone trasplantar a un personaje de fuerte raigambre quijotesca a la Norteamérica actual. Lo he disfrutado muchísimo y me permito recomendarlo. 


Arundhati Roy, la novelista que nos deslumbró con El dios de las pequeñas cosas, un libro que también muestra las contradicciones de la India con un estilo inigualable, narra la historia de una familia de Kerala, con sus miembros desperdigados por el mundo, mostrando los desgarros de un país con un pasado colonial que ha marcado de forma indeleble a sus habitantes. Este libro mereció muy justamente el Booker Prize en 1997. Muy recomendable.

La última novela de Roy, El Ministerio de la Felicidad Suprema, de claras resonancias orwellianas, es una revisión de la historia de la India desde la perspectiva poscolonial, dando voz a la gente común. Otra maravilla más de esta narradora increíble.

Pero Arundhati Roy es también una activista por un mundo más justo e igualitario. Viene desarrollando desde hace ya  muchos años una infatigable labor a favor de proyectos sociales en el ámbito rural indio, muy empobrecido, así como en los suburbios de las grandes ciudades como Delhi o Bombay, verdadera antesala del horror.
Su último libro de ensayos, Mi corazón sedicioso, es una declaración de intenciones sobre los problemas de la India contemporánea pero también de otros problemas tales como el cambio climático o la voracidad del capitalismo. Una autora imprescindible.



No quisiera dejar de mencionar a un escritor canónico, admirado y temido por su afiladísima lengua y su sarcasmo que, sin embargo, es uno de los grandes, aunque ya no contemos con su presencia.

De ascendencia india, aunque nacido en Trinidad y Tobago, Vidiadhar Surajprasad Naipaul, conocido como V. S. Naipaul ha sido el escritor que mejor ha sabido describir en sus libros el resentimiento del colonizado y las dificultades de mantener las raíces en la dinámica colonial. 
El libro que mejor expresa este desgarro es Una casa para el Sr. Siwas. Esta novela narra las peripecias del Sr. Siwas del titulo, un periodista al que han despedido de su puesto de trabajo y que decidido a escapar de las garras de la familia de su mujer, con la que se ha casado por culpa de un malentendido, busca como un loco tener su propia casa donde pueda ser él mismo. La perfecta metáfora del colonizado.
Considerada una de las cien mejores novelas del siglo, es una muy buena introducción a la complicada situación que entraña la colonización: sentirte extranjero en tu propia casa.
Además de ser un novelista dotadísimo, V. S. Naipaul ha escrito numerosos ensayos sobre la India, practicando un periodismo culto con un montón de referencias literarias y culturales. 

Mis recomendaciones:

- El escritor y el mundo: Ensayos.
- Momentos literarios.
- Una zona de oscuridad: el descubrimiento de la India.
- Entre los creyentes: un viaje por el Islam. Aunque publicado en 1982, este libro sigue de plena actualidad. Naipaul fue de los primeros en darse cuenta de la radicalización del Islam.

Para los amantes del cotilleo literario, Paul Theroux, autor de la novela La costa de los Mosquitos, llevada al cine por Peter Weir y protagonizada por Harrison Ford, Helen Mirren y un jovencísimo River Phoenix, escribió una novela sobre su tormentosa relación con Naipaul, La sombra de Naipaul, donde pone a parir al ilustre escritor pero que rezuma tanta admiración que lo convierte en una auténtica carta de amor. Hay final feliz, poco antes de su muerte, Naipaul aceptó reconciliarse con su discípulo resentido.



Y, hablando de ensayistas, un pensador fundamental: Pankaj Mishra. Especialista en las relaciones entre Oriente y Occidente, Mishra ha escrito un ensayo fundamental sobre nuestra convulsa época: La edad de la ira. Una historia del presente donde analiza la irrupción de un pensamiento conservador, misógino y racista preguntándose cómo ha podido suceder y remontándose al siglo XVIII, el Siglo de las Luces que prometió libertad, igualdad y fraternidad pero que falló lamentablemente en sus promesas. De aquellos lodos, estos barros. Un libro imprescindible con un enfoque innovador.

Otro libro interesantísimo es De las ruinas de los imperios. La rebelión contra Occidente y la metamorfosis de Asia donde analiza la influencia política y cultural de Occidente a través del prisma de los procesos poscoloniales. Es apasionante y entronca muy bien, por ejemplo, con "Tigre Blanco" pero también con El hombre de Calcuta que, en su versión cinematográfica y libresca, respectivamente, señalan ya estas cuestiones.

Su último libro, Fanáticos insulsos. Liberales raza e imperio analiza de manera muy lúcida la crisis del liberalismo en Occidente con su inevitable corolario de fanatización y vuelta a unos orígenes idealizados. Nos suena de algo el Brexit?

Un pensador imprescindible y accesible. Recomiendo su lectura casi obligatoriamente.



Namasté y, siguiendo el lema de nuestro Club,

¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!

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