En nuestra próxima sesión comentaremos y analizaremos Nada se opone a la noche de la francesa Delphine de Vigan. Aunque esta autora ya había escrito un libro de bastante éxito, Las horas subterráneas donde miles de parisinos podían verse retratados yendo y volviendo al trabajo en metro y por extensión cualquier habitante de una ciudad europea, fue Nada se opone a la noche la obra que nos reveló a una escritora clara, límpida que expresa con sencillez y sin miedo la convivencia con una madre bipolar. Enmarcado dentro del género de la autoficción, de Vigan como ha hecho también Emmanuel Carrère nos cuenta no solo la historia en algunos momentos ficcionada de su madre, sino que nos revela un proceso de escritura complicado por la implicación emocional de su autora en lo que cuenta.
A raíz de la pandemia, la enfermedad mental ha pasado a ser un tema más conocido y algo menos tabú. En Nada se opone a la noche, de Vigan se enfrenta con valentía a la enfermedad de su madre e incluso se aventura a dar una causa concreta como el posible abuso incestuoso de Georges, el proteico padre de Lucile.
La famosísima frase de Tolstoi sobre las familias que reza así: "Todas las familias felices se parecen, solo las infelices lo son cada una a su manera" aplica muy bien a esta familia Poirier que de cara a la galería son una familia perfecta pero en cuyo interior hay bastante oscuridad.
La familia es un territorio muy fértil para la literatura. Y, siguiendo a la frase de Tolstoi está claro que las familias felices tienen poca chicha, lo que interesa son las familias problemáticas.
Un autor que combina familia problemática y enfermedad mental es el norteamericano Jeffrey Eugenides quien en Las vírgenes suicidas plantea una crítica a educaciones fanáticas. La madre de las cinco hermanas suicidas es una católica ultrafundamentalista que encerrará a sus hijas y a su marido en una espiral de locura de donde solo podrán salir sus hijas a través del suicidio. Es una novela impresionante que muestra los estragos emocionales de una educación enloquecida en cinco adolescentes sensibles.
Hay película y está muy bien. Sofia Coppola supo imprimir a sus actrices protagonistas la fragilidad necesaria e hizo de Kathleen Turner una fanática que da más miedo que la madre de Carrie por su normalidad aparente. Hay que echarse a temblar cuando se dice de alguien "Es muy normal....".
Pero también Jeffrey Eugenides ha tratado la enfermedad mental en su libro La trama nupcial donde la protagonista, Madeleine, irremediablemente romántica a la antigua usanza se enamorará de un joven tenebroso tipo Rochester que es un bipolar no diagnosticado y con el que vivirá una relación bastante complicada. Este autor que también ha tratado la transexualidad en Middlesex con la misma alegría que John Irving viene a criticar en La trama nupcial el estigma y las dificultades de integración de las personas con una enfermedad mental. Una novela dura que la empatía de su autor convierte en una obra notabilísima.
Rosa Montero en El peligro de estar cuerda reivindica la locura creativa, planteando que el creador, sea cual sea su área de actuación, es probablemente proclive a sufrir una cierta inestabilidad mental. Este libro que se lee muy bien, no enmascara las dificultades que sufren las personas con problemas mentales para adaptarse a la sociedad y sus múltiples exigencias, sean escritores o no. Lo cierto es que hay numerosos ejemplos de escritores mentalmente inestables tales como Virginia Woolf, Sylvia Plath o Philip K. Dick que sufrieron, y mucho, por causa de lo que ellos sentían como inadecuación a la vida. Su legado ha sido, sin embargo, nuestra salvación.

Siri Hustvedt también ha analizado las relaciones entre escritura y enfermedad mental pero no en creadores sino en pacientes hospitalarios. De hecho, ha impartido talleres de escritura creativa en varios hospitales psiquiátricos de Nueva York y de esta experiencia surgió el libro Los espejismos de la certeza. Reflexiones sobre el cuerpo y la mente donde Siri Hustvedt hace gala de su increíble sapiencia aunque el libro es durillo. Me ha encantado volver a encontrarme con la Siri cronista de novelas y de su propia familia en el maravilloso ensayo Padres, madres y demás: Apuntes sobre mi familia real y literaria. La mejor Siri.
También Emmanuel Carrère, un gran escritor y uno de los pocos que ha repetido en el Aula de Lectura, ha mostrado en su más reciente libro Yoga cómo fue diagnosticado de trastorno bipolar de tipo II, todo ello sobre fondo de divorcio, estancia en un hospital psiquiátrico, el atentado de Charlie Hebdo y los retiros espirituales laicos que en la pluma de Carrère parecen el camarote de los hermanos Marx. Excelente como siempre!!!!
Y de familias complicadas sabe mucho el escritor chileno José Donoso, uno de los integrantes del boom latinoamericano que por cierto ha escrito el mejor compendio sobre este brillantísimo periodo de las letras hispanas que con la retirada de Mario Vargas Llosa acaba. Su Historia personal del boom es un resumen estrictamente literario de lo que esta explosión representó en el ámbito hispano pero también mundial. Pilar Donoso, hija adoptiva de este insigne escritor, siguiendo la máxima de Tolstoi sobre las familias infelices puso la suya a parir. Si he mencionado lo de adoptiva es porque ese parece ser el meollo de su sentimiento de no pertenencia y de su profunda sensación de abandono. Pilar Donoso cortó con su familia, el libro es durísimo y presenta a José Donoso y a su mujer como dos auténticos monstruos, el rencor es absoluto lo que a la postre convierte el libro en un catálogo de agravios en ocasiones difíciles de creer. Aunque este libro creó mucha polémica en el mundillo literario, fue desautorizado rápidamente aunque el mal ya estaba hecho. Pilar se suicidó poco tiempo después de su prublicación. En la foto José Donso, su esposa María Pilar y su hija Pilar en tiempos más gozosos.
Tener un escritor en la familia puede ser un gran inconveniente porque el autor no dudará en escribir sobre su propia familia y, a veces aprovechará para ajustar cuentas.
Algo de eso debió ocurrirle a Delphine de Vigan porque su siguiente libro: Basada en hechos reales venía a ilustrar esta cuestión. En este libro, menos intenso y más humorístico que Nada se opone a la noche, Delphine de Vigan tiene a algunos miembros de su familia muy enfadados por la exposición de lo que ellos consideran los trapos sucios familiares y, de hecho, al principio del libro vemos a la autora recibiendo amenazas. Tras el éxito de su anterior novela que la autora no nombra pero que el lector entiende que es Nada se opone a la noche, Delphine está en un parón creativo, no consigue escribir nada. En una fiesta, conoce a L. , una negra literaria de famosos que escriben su autobiografía. Ahí se desencadenarán una serie de acontecimientos de pesadilla. Un libro buenísimo que se lee de un tirón y del que Roman Polanski se inspiró para su película homónima. Desde luego no es la mejor de su filmografía pero Eva Green es una actriz fascinante y Emmanuelle Seigner no le va a la zaga. Os dejo el trailer.
Delphine de Vigan admira muchísimo a Stephen King por su agilidad en las tramas y su imaginación desbordante y algo de este aclamado y súper ventas autor nos conecta en el libro de Delphine con Misery, la inquietante novela donde un escritor de éxito, Paul Sheldon, caerá en las manos de la enfermera psicópata Annie Wilkes quien quiere cambiar el final de una obra de Paul para que Misery, la protagonista de la saga literaria, no muera. En este libro Stephen King trata con respeto, aunque sin contemplaciones, la figura del fan literario y por extensión la de los acosadores de famosos. Hay película y es excelente, dirigida en 1990 por Rob Reiner, con una Kathy Bates que se sale de buena y un James Caan que lo borda. Trailer obligatorio.
Delphine de Vigan ha adquirido un oficio extraordinario a lo largo de los años convirtiéndose en una escritora atenta y sensible a la realidad de nuestro mundo contemporáneo y así lo ha demostrado con su último libro: Los reyes de la casa, traducido espléndidamente por un viejo conocido de este Aula de Lectura, Pablo Martín Sánchez. En Los reyes de la casa de Vigan analiza el fenómeno de los niños influencers. Esta obra empieza como una novela negra con la desaparición de Kimmy, una niña de seis años con miles de seguidores en su cadena de Youtube. A medida que se desarrolla la búsqueda de la pequeña, aparece toda la oscuridad y el afán de notoriedad de la madre de la propia niña, una adicta a los programas de telerrealidad que ha hecho de sus hijos un escaparate publicitario. Es una novela que no tiene desperdicio además de ser un sutil y acertado análisis de la influencia de las redes sociales y de las múltiples sombras que acechan a los protagonistas de todo este lío. Con este libro nuestro lema Pensar la Literatura, pensar el Mundo adquiere todo su sentido.
Se ha hecho una serie que sin estar mal no llega a la altura del libro ya que toda la reflexión alrededor de las dos protagonistas de la novela, la madre de Kimmy y una aguerrida policía que literalmente flipa con esta explotación infantil queda relegada en favor de una intriga que es lo menos importante del libro. Aún así, se deja ver, sobre todo si no se ha leído el libro con anterioridad.
Las gratitudes, aunque en mi opinión menos brillante que las anteriores es, sin embargo, una aproximación interesante al envejecimiento, en una época donde casi parece una palabra tabú y el edadismo es la marca distintiva de nuestra sociedad, bastante superficial y absolutamente carente de lecturas. A través de Mischka, que sufre afasia y está perdiendo sus habilidades para hablar, de Vigan nos confronta con el pasado francés, en especial con la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial. Está muy bien porque Delphine nunca falla a pesar de que el pasado de Michka no acaba de estar muy bien resuelto.
Un poco más arriba he mencionado a Jeffrey Eugenides quien en Las vírgenes suicidas muestra la nefasta influencia de una madre rígida y fundamentalista sobre sus hijas. También Delphine de Vigan nos habla en Nada se opone a la noche de la herencia familiar, a veces demasiado pesada. Así, los problemas mentales de Lucile podrían haber estado latentes pero un posible incesto con su padre habría desencadenado con mayor gravedad el problema. Incesto del que no parece haber sido consciente Liane. Y en este apartado no quisiera dejar de mencionar la terrible polémica que ha salpicado a la excelsa escritora Alice Munro quien habría ignorado los abusos cometidos sobre su hija por su marido. Más allá de lo cuestionable de la actitud de Munro cuya obra puede leerse de modo distinto por esta circunstancia, espero que no sea cancelada porque desde luego me parecería un error mayúsculo. La obra debe separarse del autor o autora por complicado y difícil que nos pueda en ocasiones parecer.
Las relaciones madre-hija tienen sin duda sus complicaciones y la literatura nos ha brindado brillantes ejemplos.
Así, en La madre de Frankenstein nuestra siempre añorada Almudena Grandes, relata la historia de Aurora Rodríguez Carballeira, la madre de la malograda Hildegart, una niña prodigio que su madre creó, igual que el Dr. Frankenstein creó a su criatura, obviando que Hildegart pudiera sentir o pensar algo diferente de aquello para lo que había sido creada. La novela que pertenece al ciclo de Episodios de una guerra interminable es magnífica, primero porque los personajes están esculpidos con delicadeza y todos los matices posibles pero también porque nos muestra como las ideas eugenésicas florecieron durante gran parte del XIX y tuvieron su correlato en personajes tan siniestros como Aurora o por supuesto Hitler quien aplicó la eugenesia sin contemplaciones. Vale la pena leerla, como todos las novelas de Almudena Grandes sobre la Guerra Civil. Una escritora comprometida que sin duda hubiese alzado su voz, crítica pero argumentada, en este año en el que se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Franco que muestra, una vez más, que España y muy concretamente algunos elementos que la componen ha perdido la cabeza. Cuánto te echamos de menos Almudena!!!!
Me permito recomendaros una excelente película estrenada el pasado año: "La Virgen Roja" dirigida por Paula Ortiz y con un elenco espectacular encabezado por Najwa Nimri que no tiene nada que envidiar a la Amparo Soler Leal de "Mi hija Hildegart" dirigida por Fernando Fernán-Gómez. A Nimri la acompañan Alba Planas, el siempre estupendo Patrick Criado y Aixa Villagrán, otra actriz de probada solvencia. Es una película contemporánea, de discurso feminista claro y reivindicativo de las mujeres luchadoras que nada tenían que ver con el ideario franquista posterior. Os dejo el trailer.
Las escritoras victorianas tenían claro que una madre siempre era un problema. De ahí que, como muy bien señala Colm Tóibin en su estupendo ensayo Nueve maneras de matar a tu madre, las grandes heroínas victorianas son todas huérfanas. Jane Eyre, Dorothea Brooks o Katherine Earnshaw sean huérfanas. Pero también les sucede a los héroes, David Copperfield o Pip de Grandes Esperanzas. No fuera a ser que la mamá se interpusiese en la trama y diera su opinión.
En los últimos tiempos las relaciones madre-hija e hijos están siendo en general, desacralizadas Ser madre no parece ser ya la panacea y la maternidad parece más un campo de batalla entre contendientes que una relación armónica y plena. Y si encima es niña, ya ni os cuento.... Sin embargo, debo decir que esta no es una cuestión cien por cien contemporánea, escritoras tan veteranas como Vivian Gornick ya abordaron esta cuestión en sus libros. Así, esta maestra insuperable de la observación y la buena escritura ya plantea en su fabuloso ensayo Apegos feroces la contienda sorda que Vivian y su madre tienen entre manos desde la viudedad de esta última. Y si lo de la maternidad os importa un rábano, no hay problema, este libro es un paseo literario por Nueva York que os dejará sin aliento.
En el año 2024 se ha reeditado El papel pintado amarillo de Charlotte Perkins Gilman. Escrito en 1892, este cuento relata una depresión post-parto mal atendida en la que el marido de la protagonista en la más pura tradición patriarcal, va a ir encerrando a su mujer en la habitación de papel amarillo del título. Esta novella (relato corto) se convirtió en el momento de su publicación en un auténtico escándalo y un clamoroso éxito. Es además una obra canónica de la literatura de terror y un puntal de la narrativa feminista. Ya sabéis que el encerramiento de las mujeres ha sido una de las formas más crueles de sometimiento femenino. Que se lo pregunten sino a Antoinette Cosway alias Bertha Mason sobre lo que significa ser la loca del desván.
Quisiera acabar mencionando otro libro muy interesante sobre la depresión postparto, muy común a pesar de haber sido sistemáticamente silenciada, y un buen ejemplo de ello lo tenemos en el muy interesante libro de Mar García Puig, La historia de los vertebrados donde esta política y escritora narra su propia depresión postparto tras un embarazo duramente logrado gracias a los avances en reproducción. Además de describir muy certeramente su propia desazón ante una maternidad tan deseada y a la vez tan angustiosa, la autora hace una historia obstétrica de este trastorno en un libro muy ameno y que nos hace reflexionar sobre cómo la maternidad ha sido una prisión femenina más.
Y de maternidad y paternidad hablaremos mucho en nuestra sesión de la Trilogía de Cromwell.... Hasta entonces, recordad que
PENSAR LA LITERATURA ES PENSAR EL MUNDO.
Y cómo no, la lectura es
¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!