martes, 28 de enero de 2025

LA TRILOGÍA DE CROMWELL DE HILARY MANTEL

 

 

    Es un auténtico  honor presentar a Hilary Mantel, quien nos dejó prematuramente en 2022 no sin antes habernos regalado una obra maestra de la novela histórica: La trilogía de Cromwell, compuesta por los volúmenes:

- En la corte del Lobo.
- Una reina en el estrado.
- El trueno en el reino.

    Hilary Mantel nos relata en estos tres libros una aproximación muy particular a un momento histórico decisivo en la Historia de Inglaterra: la escisión de Inglaterra de la Iglesia de Roma al no aceptar esta última la voluntad inquebrantable de Enrique VIII de anular su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena, una it girl de la época por la que este rey experimentó una pasión donde la búsqueda de un heredero juega un papel preponderante. A la izquierda Catalina de Aragón, a la derecha Ana Bolena.

      

    Este hecho que grosso modo todos conocemos, está sin embargo, narrado desde un punto de vista muy particular, el de Thomas Cromwell que llegará a ser Lord Privado del Sello y el hombre en la sombra que logrará por vía judicial conseguir no solo el tan deseado matrimonio sino también la transición de la dominación del Obispo de Roma al nombramiento del Rey de Inglaterra como cabeza de la Iglesia anglicana. Situación que sigue idéntica en la actualidad. 

  

    De las ansias de Enrique VIII por ese anhelado hijo legítimo puesto que tenía un hijo natural reconocido que también morirá joven, Fitroy, hijo de Isabel Blount, llegó a casarse seis veces decapitando a dos: Ana Bolena y Catalina Howard, ambas por adúlteras. Las mujeres de Enrique VIII fueron por orden de aparición:

- Catalina de Aragón (ver imagen arriba).
- Ana Bolena (ver imagen arriba).
- Jane Seymour (imagen a la izquierda aquí debajo). 
- Ana de Cléveris (al lado de Jane Seymour).
- Catalina Howard (debajo de Jane Seymour).
- Catalina Parr (al lado de Catalina Howard).

           

       

    Ana Bolena que le vendió a Enrique VIII la moto de que podía darle un barón y le salió el tiro por la culata pudo haber sido la amante de Thomas Wyatt, uno de los más excelsos poetas de la Renaissance inglesa. Se decía que los poemas de Wyatt contenían mensajes secretos para Ana Bolena. Eso está por demostrar pero desde luego Ana tenía mejor gusto en cuestión de amantes que Catalina Howard cuyo resbalón fue Thomas Culpepper el típico guaperas cortesano, íntimo amigo de Enrique VIII. La antipática y entrometida Jane Rochford que también verá cortada su cabeza por fomentar el adulterio no se salvó esta vez. La primera cantó la traviata para inculpar a Ana Bolena, entre otras cosas porque su matrimonio con George Bolena era un fracaso total. Wyatt a la izquierda, Culpepper a la derecha.

 

    La Renaissance inglesa fue una época de gran efervescencia cultural en toda Europa, lo que Hilary Mantel recoge muy bien. En Inglaterra, la poesía experimentó una evolución muy considerable abandonando los versos propios del amour courtois y evolucionando hacia una mayor expresividad alentada por una métrica mucho más flexible denominada blank verse. El blank verse será la forma de versificación predominante en los Sonetos de William Shakespeare por ejemplo.

    El pintor Hans Holbein es una fuente de información gráfica de gran valor. Suyos son dos retratos de Enrique VIII y de Thomas Cromwell que figuran más arriba. Pero suyo es también el retrato de Thomas Moro quien fue decapitado por Enrique VIII por no aceptar su matrimonio con Ana Bolena ni la ruptura con la Iglesia católica. Thomas Moro fue el inventor de la palabra Utopía en su ya inmortal obra homónima (el no-lugar aunque las interpretaciones difieren). Por este libro Moro se ganó el respeto de todos los eruditos europeos y muy en especial de Erasmo de Rotterdam. Este librito muy ilustrativo de la apertura de espíritu de Moro a pesar de su intransigencia religiosa contiene ideas tan revolucionarias como la abolición de la propiedad, la igualdad social y la preeminencia de la educación para formar una sociedad de personas equilibradas y felices. Escrita en forma de diálogo entre Moro y el viajero Raphael Hythloday es este último quien describe la isla de Utopía. Si no habéis leído este librito que es además una crítica muy fina de la sociedad del siglo XVI, os recomendaría la edición que publicó la editorial Ariel con una introducción de China Miéville, el multipremiado escritor de ciencia-ficción y de la ya canónica Ursula K. Leguin. Espectacular.

          

    ¿Porqué narrar esta historia desde el punto de vista de Thomas Cromwell es tan original? Porque es  un personaje histórico que ha sido bastante maltratado por la historiografía oficial. Siempre aparece como un puritano avieso, conspirador cuando Hilary Mantel nos lo muestra como un hombre de Estado enérgico, anti-papista, padre de familia amoroso, protector de los débiles y un ejemplo de lo que podríamos llamar meritocracia en una época, y Mantel lo muestra muy bien, las férreas divisiones sociales dificultaban el ascenso de la burguesía a las esferas de poder. Esta situación se revertirá completamente con la Revolución Francesa, acceso de la burguesía al poder y cuya figura meritocrática más sobresaliente será Napoleón Bonaparte.    


    Pero, si por algo se caracteriza esta impresionante trilogía es porque Hilary Mantel no hace una hagiografía de un personaje cruel, interesado y arrastrado en una espiral de búsqueda de candidatas a madre del futuro rey de Inglaterra. Cuestíón esta que acabó por resolverse algo más tarde con el ascenso al trono de la mejor reina posible: Isabel I de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Ana Bolena y bajo cuyo reino dará sus primeros pasos nada más y nada menos que William Shakespeare. Isabel I que sufrió la incertidumbre de ser hija legítima, luego bastarda para finalmente convertirse en reina, entendió muy pronto la importancia de los medios de comunicación para transmitir el mensaje deseado y así le encargó al Bardo más universal una serie de piezas históricas que venían a demostrar que la dinastía Tudor era legítima a pesar de los Pole, Montague y demás que también reclamaban su derecho al trono. 

 

  Aquí debajo un trailer curiosísimo sobre las actrices que han interpretado a esta reina única.


    La trilogía de Cromwell es también un fresco de la época muy detallado pero sobre todo narrado desde lo que se ha venido a llamar metaficción historiográfica, es decir una narración histórica que combina elementos vanguardistas, por ejemplo la omnipresencia de Thomas Cromwell en los tres volúmenes donde sus pensamientos forman parte de la narración, muy alejada del narrador omnisciente habitual. Pero también el análisis de la mujer en una época donde vemos la avidez de las familias por que alguna de sus hijas fuera escogida por el Rey. Eso significaba automáticamente ascenso en las estructuras de poder y en la cercanía del monarca. Hilary Mantel nos lo muestra de manera espectacular a través de las familias Bolena y Seymour por ejemplo. Es decir, Mantel da voz a grupos tradicionalmente oprimidos como las mujeres o el pueblo llano además de mostrar un país dividido por la cuestión religiosa. 
    Hay película sobre esta especie de venta de hijas al Rey. Aunque es muy hollywoodiense sí hace un retrato bastante acertado de María Bolena, hermana de Ana, que se salvó de la quema Bolena por aceptar casarse con un plebeyo de rango inferior, William Stafford con quien sin embargo pudo vivir una vida tranquila alejada de la Corte y sus infamias. María fue utilizada por su familia para medrar en la Corte de una manera brutal y desconsiderada. Ana Bolena quedó muy marcada por el desprecio hacia María, considerada un poco por encima de una prostituta y no quiso repetir el mismo patrón con Enrique VIII. Aquí el trailer de esta película de 2008 "Las hermanas Bolena" dirigida por Justin Chadwick y protagonizada por Natalie Portman como Ana y Scarlett Johansson como María. 


    La reforma de Lutero un aldabonazo a la corrupción generalizada de la Iglesia Católica, detentora del poder espiritual pero sobre todo del terrenal. Ya en el siglo XIV, Geoffrey Chaucer en Los cuentos de Canterbury ponía a caer de un burro a tres figuras religiosas, la priora, el monje y el fraile. Los tres, en especial la priora con su coquetería totalmente disonante con su cargo y los otros dos con su inclinación a la vida secular mostraban ya la degeneración del estamento eclesiástico. Hay que tener en cuenta que en esa epoca entrar en las órdenes significaba poder comer todos los días. Hilary Mantel describe a la perfección el sistema de adoración de reliquias así como la zapatiesta que monta la mística de pacotilla Elizabeth Barton a costa de sus visiones de Wolsey y sus catastrofistas predicciones sobre el abandono del catolicismo de Inglaterra. Enrique VIII era católico a macha martillo y un devoto del ritual como muy bien nos describe Mantel. 


    La traducción de la Biblia es una de las cuestiones más debatidas en la Trilogía de Cromwell y un aspecto importantísimo del acercamiento de la religión al hombre común. A Enrique VIII no le gustaba Lutero para nada y mucho menos una alianza con los príncipes alemanes pronto independizados de la autoridad de Roma. Al final, la Biblia se tradujo durante el reinado de Jacobo I, sucesor de Isabel I y hoy en día sigue siendo la Biblia de referencia (King James Bible). Su influencia literaria en los escritores de la época y posteriores es absoluta.
    Todo este embrollo traería las Guerras de Religión en Francia que provocarían la reflexión de un magistrado de provincias francés: Michel Eyquem de Montaigne, el maravilloso Montaigne quien en sus Ensayos nos hablará de la tolerancia, de su odio de la violencia fratricida entre católicos y protestantes pero también un vehemente crítico de la conquista de América y el trato a los indios. Los Ensayos de Montaigne son una cumbre literaria europea y un fundamento del pensamiento político occidental pero también el germen de los Derechos Fundamentales que hoy en día parecen ser papel mojado. Un pensador para leer y releer en estos tiempos inciertos.

 

    Hilary Mantel aunque alcanzó fama y éxito mundiales por la trilogía de Cromwell, no en vano es la única autora inglesa en haber ganado dos Booker Prize seguidos por los dos primeros tomos de la serie de Cromwell, es, no obstante, una escritora con una sólida obra literaria en su haber.

    Empezaremos por Los fantasmas de una vida, la autobiografía de nuestra autora marcada por una niñez severa muy acentuada por la religión católica en el norte de Inglaterra donde por cierto se producen los disturbios en contra de Enrique VIII en El trueno en el reino, pero sobre todo por la endometriosis que le diagnosticaron siendo adolescente, lo que le producirá migrañas muy dolorosas pero también la imposibilidad de tener hijos. Estas memorias, nada convencionales, son un prodigio de sensibilidad. De lectura obligatoria.

    Tras la sombra es el particular ajuste de cuentas de Hilary Mantel con la era thatcheriana. Allison, la protagonista de esta novela, es una vidente que se dedica a recorrer las ferias de la circunvalación de Londres prometiendo a los incautos espectadores comunicarse con sus seres queridos ya fallecidos. Siempre está acompañada por su manager Colette, una despiadada emprendedora muy propia de la época que incita a abarcar mayores cotas de negocio para dar el pelotazo vidente. El retrato de Inglaterra que nos brinda Mantel es totalmente desolador, casi distópico. Muy interesante para los que desean saber porqué de aquellos polvos vinieron estos barros.

    La sombra de la guillotina es la incursión de nuestra autora en la Revolución Francesa, soberbia novela donde las haya. Los propios franceses se rindieron ante esta historia novelada de su Revolución que no solamente brinda un retrato brillantísimo de Robespierre, Camilles Desmoulins, Danton y demás protagonistas sino que también nos muestra el impacto que dicha Revolución tuvo en poetas ingleses como Coleridge o Wordsworth pero también en Mary Wollstonecraft, la madre de Mary Shelley, los tres fervorosos partidarios de la Revolución. Magnífica aunque la Trilogía me parece mejor.

    Experimento de amor es una maravillosa novela que explica  el proceso de desclasamiento de Carmel McBain, protagonista del libro. Hija única de un matrimonio católico, su madre la empujará a educarse para alejarse de la pobreza. Carmel lo conseguirá pero perdiendo el contacto con sus orígenes y su propia realidad. Lo que empieza siendo un relato lleno de optimismo y un canto a la igualdad de oportunidades acaba convertido en una tragedia. Un retrato muy vivo y acertado del cambio de costumbres en el Londres de los años 60. Muy recomendable y la mejor descripción que yo haya leído de lo que significa ser un desclasado. 

    No me gustaría acabar esta entrada de blog dedicada a Hilary Mantel sin hablar de algunas novelas históricas que me han gustado mucho y que os recomiendo.

    La primera es En el último azul de la escritora mallorquina Carme Riera que muestra como vivían los judíos mallorquines en el siglo XVI: los chuetas. Es una novela extraordinaria que, al igual que Mantel aúna rigor histórico con una maravillosa escritura haciendo que los personajes de este libro no solo sean creíbles sino también poéticos. Ni qué decir tiene que la considero de lectura obligatoria para los amantes de la Historia. Alfaguara sacó una edición el año pasado con motivo del 60 aniversario de su publicación. 

      

    Otro escritor español, Miguel Delibes supo recrear también de forma admirable en El hereje los inicios, muy difíciles del protestantismo en España. Best-seller absoluto, Delibes no dudó en mostrar los abusos de la Inquisición, la iniquidad de la Contra-Reforma pero sobre todo entona en esta novela un canto a la tolerancia, a la libertad de pensamiento y es una crítica despiadada de todos los fastos imperiales que obvian la brutalidad de todas las imposiciones culturales o religiosas. En estos momentos en que desde algunos sectores se está impulsando una revisión del pasado español en clave gloriosa, convendría releer esta novela que muestra las falsedades de una historiografía de vencedores. Otra novela de lectura obligatoria.

 

   Gore Vidal, el activista demócrata y progresista inveterado, objetivo número uno del mccarthismo, escribió una novela fabulosa titulada Julia
no que en algunas ediciones viene subtitulada con la frase El apóstata.  En esta novela Gore Vidal narra de forma epistolar la lucha del emperador homónimo por preservar el helenismo frente a la imparable expansión del cristianismo. El enfrentamiento entre Juliano y el emperador Constancio Galo, un intolerante rayano en la psicopatía tiene hoy muchísimas resonancias con nuestro mundo actual donde la libertad de pensamiento y el sentido crítico se están yendo al garete frente a opciones totalitarias y opresoras. La Gilead de Margaret Atwood parece estar cada día más cerca.

   

    La escritora francesa Marguerite Yourcenar también exploró la novela histórica con su ya canónico Memorias de Adriano. Escrita en forma de carta de Adriano a su nieto Marco Aurelio, esta novela recorre la vida de este emperador que organizó brillantemente la administración del imperio romano. Novela primorosamente documentada, la relación de Adriano y Antinóos centra gran parte de la misma aunque también podremos encontrar su amor por la filosofía, la música pero también su miedo a los bárbaros que le hizo construir un muro en la frontera con Escocia para evitar la invasión de pueblos hostiles. Una novela imprescindible.

    Y cómo no recomendar la Trilogía de Cicerón de Robert Harris. Este autor inglés injustamente considerado solo como autor de best-sellers de espionaje ha escrito estas tres novelas históricas que merecen muchísimo la pena. Se compone de:

- Imperium.
- Conspiración.
- Dictator.

    La historia de Roma y de Cicerón como nunca la habéis leído. Hasta la propia Mary Beard, Catedrática de Clásicas de la Universidad de Cambridge y máxima divulgadora del Imperio romano ha afirmado en numerosas entrevistas que, a pesar de su poca simpatía por el gran orador romano, adora el retrato de Robert Harris que, por cierto, no esconde los defectos de Cicerón en ningún momento. Es una trilogía extraordinaria que se lee con avidez y deleite.

  
    Y last but not least como dicen los ingleses, una mención especial a William Ospina, el escritor colombiano que ha novelado la historia de la conquista de América desde un punto de vista totalmente alejado del triunfalismo "civilizatorio" que una parte, la peor, de la historiografía española trata de reivindicar. Ursúa, El país de la canela y La serpiente sin ojos son la trilogía que este autor ha dedicado a este momento histórico capital. También me gustaría recordar que Ospina ha escrito también la génesis de la gestación de otro mito universal: Frankenstein. El libro El año del verano que nunca llegó nos muestra la estancia de Mary Shelley en Villa Diodati, la casa que había alquilado Lord Byron a las orillas del Lago Leman. Ahí, acompañada por Percy Bysse Shelley, la hermanastra de Mary, Claire Clairmont y Polidori, el médico de Byron se fraguaron no solo Frankenstein sino también el vampiro, dos arquetipos que siguen vigentes. Hay película sobre Mary Shelley que con dieciocho añitos supo plantear los interrogantes que a día de hoy siguen siendo válidos, particularmente en estos momentos de explosión científica. La dirigió en 2017 Haifaa-al-Mansour y la protagonizó Elle Fanning. Una película estupenda con una mirada feminista y sensible sobre un icono de la literatura occidental. Muy recomendable.


 

  Ni qué decir tiene que son unos pocos ejemplos de novela histórica pero que en mi opinión son un ejemplo de cómo escribir la Historia. Con rigor pero con personajes matizados e interesantes que instruyan deleitando como dijo en su día el editor Saturnino Calleja.

   Y después de este paseo por la obra de Hilary Mantel a la que seguimos añorando y algunas novelas históricas de primera, recordemos nuestro lema:


PENSAR LA LITERATURA ES PENSAR EL MUNDO.

Y cómo no, la lectura es

    ¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!

    
    

lunes, 13 de enero de 2025

NADA SE OPONE A LA NOCHE DE DELPHINE DE VIGAN

 


    En nuestra próxima sesión comentaremos y analizaremos Nada se opone a la noche de la francesa Delphine de Vigan. Aunque esta autora ya había escrito un libro de bastante éxito, Las horas subterráneas donde miles de parisinos podían verse retratados yendo y volviendo al trabajo en metro y por extensión cualquier habitante de una ciudad europea, fue Nada se opone a la noche la obra que nos reveló a una escritora clara, límpida que expresa con sencillez y sin miedo la convivencia con una madre bipolar. Enmarcado dentro del género de la autoficción, de Vigan como ha hecho también Emmanuel Carrère nos cuenta no solo la historia en algunos momentos ficcionada de su madre, sino que nos revela un proceso de escritura complicado por la implicación emocional de su autora en lo que cuenta.

    A raíz de la pandemia, la enfermedad mental ha pasado a ser un tema más conocido y algo menos tabú. En Nada se opone a la noche, de Vigan se enfrenta con valentía a la enfermedad de su madre e incluso se aventura a dar una causa concreta como el posible abuso incestuoso de Georges, el proteico padre de Lucile.

    La famosísima frase de Tolstoi sobre las familias que reza así: "Todas las familias felices se parecen, solo las infelices lo son cada una a su manera" aplica muy bien a esta familia Poirier que de cara a la galería son una familia perfecta pero en cuyo interior hay bastante oscuridad. 

    La familia es un territorio muy fértil para la literatura. Y, siguiendo a la frase de Tolstoi está claro que las familias felices tienen poca chicha, lo que interesa son las familias problemáticas. 
    Un autor que combina familia problemática y enfermedad mental es el norteamericano Jeffrey Eugenides quien en Las vírgenes suicidas plantea una crítica a educaciones fanáticas. La madre de las cinco hermanas suicidas es una católica ultrafundamentalista que encerrará a sus hijas y a su marido en una espiral de locura de donde solo podrán salir sus hijas a través del suicidio. Es una novela impresionante que muestra los estragos emocionales de una educación enloquecida en cinco adolescentes sensibles.

    Hay película y está muy bien. Sofia Coppola supo imprimir a sus actrices protagonistas la fragilidad necesaria e hizo de Kathleen Turner una fanática que da más miedo que la madre de Carrie por su normalidad aparente. Hay que echarse a temblar cuando se dice de alguien "Es muy normal....".


    Pero también Jeffrey Eugenides ha tratado la enfermedad mental en su libro La trama nupcial donde la protagonista, Madeleine, irremediablemente romántica a la antigua usanza se enamorará de un joven tenebroso tipo Rochester que es un bipolar no diagnosticado y con el que vivirá una relación bastante complicada. Este autor que también ha tratado la transexualidad en Middlesex con la misma alegría que John Irving viene a criticar en La trama nupcial el estigma y las dificultades de integración de las personas con una enfermedad mental. Una novela dura que la empatía de su autor convierte en una obra notabilísima.


    Rosa Montero en El peligro de estar cuerda reivindica la locura creativa, planteando que el creador, sea cual sea su área de actuación, es probablemente  proclive a sufrir una cierta inestabilidad mental. Este libro que se lee muy bien, no enmascara las dificultades que sufren las personas con problemas mentales para adaptarse a la sociedad y sus múltiples exigencias, sean escritores o no. Lo cierto es que hay numerosos ejemplos de escritores  mentalmente inestables tales como Virginia Woolf, Sylvia Plath o Philip K. Dick que sufrieron, y mucho, por causa de lo que ellos sentían como inadecuación a la vida. Su legado ha sido, sin embargo, nuestra salvación.

 

 

    Siri Hustvedt también ha analizado las relaciones entre escritura y enfermedad mental pero no en creadores sino en pacientes hospitalarios. De hecho, ha impartido talleres de escritura creativa en varios hospitales psiquiátricos de Nueva York y de esta experiencia surgió el libro Los espejismos de la certeza. Reflexiones sobre el cuerpo y la mente donde Siri Hustvedt hace gala de su increíble sapiencia aunque el libro es durillo. Me ha encantado volver a encontrarme con la Siri cronista de novelas y de su propia familia en el maravilloso ensayo Padres, madres y demás: Apuntes sobre mi familia real y literaria. La mejor Siri. 


    También Emmanuel Carrère, un gran escritor y uno de los pocos que ha repetido en el Aula de Lectura, ha mostrado en su más reciente libro Yoga cómo fue diagnosticado de trastorno bipolar de tipo II, todo ello sobre fondo de divorcio, estancia en un hospital psiquiátrico, el atentado de Charlie Hebdo y  los retiros espirituales laicos que en la pluma de Carrère parecen el camarote de los hermanos Marx. Excelente como siempre!!!!


 
    Y de familias complicadas sabe mucho el escritor chileno José Donoso, uno de los integrantes del boom latinoamericano  que por cierto ha escrito el mejor compendio sobre este brillantísimo periodo de las letras hispanas que con la retirada de Mario Vargas Llosa acaba. Su Historia personal del boom es un resumen estrictamente literario de lo que esta explosión representó en el ámbito hispano pero también mundial. Pilar Donoso, hija adoptiva de este insigne escritor, siguiendo la máxima de Tolstoi sobre las familias infelices puso la suya a parir. Si he mencionado lo de adoptiva es porque ese parece ser el meollo de su sentimiento de no pertenencia y de su profunda sensación de abandono. Pilar Donoso cortó con su familia, el libro es durísimo y presenta a José Donoso y a su mujer como dos auténticos monstruos, el rencor es absoluto  lo que a la postre convierte el libro en un catálogo de agravios en ocasiones difíciles de creer. Aunque este libro creó mucha polémica en el mundillo literario, fue desautorizado rápidamente aunque el mal ya estaba hecho. Pilar se suicidó poco tiempo después de su prublicación. En la foto José Donso, su esposa María Pilar y su hija Pilar en tiempos más gozosos.

    
    Tener un escritor en la familia puede ser un gran inconveniente porque el autor no dudará en escribir sobre su propia familia y, a veces aprovechará para ajustar cuentas.   
     Algo de eso debió ocurrirle a Delphine de Vigan porque su siguiente libro: Basada en hechos reales venía a ilustrar esta cuestión. En este libro, menos intenso y más humorístico que Nada se opone a la noche, Delphine de Vigan tiene a algunos miembros de su familia muy enfadados por la exposición de lo que ellos consideran los trapos sucios familiares y, de hecho, al principio del libro vemos a la autora recibiendo amenazas. Tras el éxito de su anterior novela que la autora no nombra pero que el lector entiende que es Nada se opone a la noche, Delphine está en un parón creativo, no consigue escribir nada. En una fiesta, conoce a L. , una negra literaria de famosos que escriben su autobiografía. Ahí se desencadenarán una serie de acontecimientos de pesadilla. Un libro buenísimo que se lee de un tirón y del que Roman Polanski se inspiró para su película homónima. Desde luego no es la mejor de su filmografía pero Eva Green es una actriz fascinante y Emmanuelle Seigner no le va a la zaga. Os dejo el trailer.


    Delphine de Vigan admira muchísimo a Stephen King por su agilidad en las tramas y su imaginación desbordante y algo de este aclamado y súper ventas autor nos conecta en el libro de Delphine con Misery, la inquietante novela donde un escritor de éxito, Paul Sheldon, caerá en las manos de la enfermera psicópata Annie Wilkes quien quiere cambiar el final de una obra de Paul para que Misery, la protagonista de la saga literaria, no muera. En este libro Stephen King trata con respeto, aunque sin contemplaciones, la figura del fan literario y por extensión  la de los acosadores de famosos. Hay película y es excelente, dirigida en 1990 por Rob Reiner, con una Kathy Bates que se sale de buena y un James Caan que lo borda. Trailer obligatorio.




    Delphine de Vigan ha adquirido un oficio extraordinario a lo largo de los años convirtiéndose en una escritora atenta y sensible a la realidad de nuestro mundo contemporáneo y así lo ha demostrado con su último libro: Los reyes de la casa, traducido espléndidamente por un viejo conocido de este Aula de Lectura, Pablo Martín Sánchez. En Los reyes de la casa de Vigan analiza el fenómeno de los niños influencers. Esta obra  empieza como una novela negra con la desaparición de Kimmy, una niña de seis años con miles de seguidores en su cadena de Youtube. A medida que se desarrolla la búsqueda de la pequeña, aparece toda la oscuridad y el afán de notoriedad de la madre de la propia niña, una adicta a los programas de telerrealidad que ha hecho de sus hijos un escaparate publicitario. Es una novela que no tiene desperdicio además de ser un sutil y acertado análisis de la influencia de las redes sociales y de las múltiples sombras que acechan a los protagonistas de todo este lío. Con este libro nuestro lema Pensar la Literatura, pensar el Mundo adquiere todo su sentido.
    Se ha hecho una serie que sin estar mal no llega a la altura del libro ya que toda la reflexión alrededor de las dos protagonistas de la novela, la madre de Kimmy y una aguerrida policía que literalmente flipa con esta explotación infantil queda relegada en favor de una intriga que es lo menos importante del libro. Aún así, se deja ver, sobre todo si no se ha leído el libro con anterioridad.

    
    Las gratitudes, aunque en mi opinión menos brillante que las anteriores es, sin embargo, una aproximación interesante al envejecimiento, en una época donde casi parece una palabra tabú y el edadismo es la marca distintiva de nuestra sociedad, bastante superficial y absolutamente carente de lecturas. A través de Mischka, que sufre afasia y está perdiendo sus habilidades para hablar, de Vigan nos confronta con el pasado francés, en especial con la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial. Está muy bien porque Delphine nunca falla a pesar de que el pasado de Michka no acaba de estar muy bien resuelto.

    Un poco más arriba he mencionado a Jeffrey Eugenides quien en Las vírgenes suicidas muestra la nefasta influencia de una madre rígida y fundamentalista sobre sus hijas. También Delphine de Vigan nos habla en Nada se opone a la noche de la herencia familiar, a veces demasiado pesada. Así, los problemas mentales de Lucile podrían haber estado latentes pero un posible incesto con su padre habría desencadenado con mayor gravedad el problema. Incesto del que no parece haber sido consciente Liane. Y en este apartado no quisiera dejar de mencionar la terrible polémica que ha salpicado a la excelsa escritora Alice Munro quien habría ignorado los abusos cometidos sobre su hija por su marido. Más allá de lo cuestionable de la actitud de Munro cuya obra puede leerse de modo distinto por esta circunstancia, espero que no sea cancelada porque desde luego me parecería un error mayúsculo. La obra debe separarse del autor o autora por complicado y difícil que nos pueda en ocasiones parecer.

Las relaciones madre-hija tienen sin duda sus complicaciones y la literatura nos ha brindado brillantes ejemplos.

    Así, en La madre de Frankenstein nuestra siempre añorada Almudena Grandes, relata la historia de Aurora Rodríguez Carballeira, la madre de la malograda Hildegart, una niña prodigio que su madre creó, igual que el Dr. Frankenstein creó a su criatura, obviando que Hildegart pudiera sentir o pensar algo diferente de aquello para lo que había sido creada. La novela que pertenece al ciclo de Episodios de una guerra interminable es magnífica, primero porque los personajes están esculpidos con delicadeza y todos los matices posibles pero también porque nos muestra como las ideas eugenésicas florecieron durante gran parte del XIX y tuvieron su correlato en personajes tan siniestros como Aurora o por supuesto Hitler quien aplicó la eugenesia sin contemplaciones. Vale la pena leerla, como todos las novelas de Almudena Grandes sobre la Guerra Civil. Una escritora comprometida que sin duda hubiese alzado su voz, crítica pero argumentada,  en este año en el que se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Franco que muestra, una vez más, que España y muy concretamente algunos elementos que la componen ha perdido la cabeza. Cuánto te echamos de menos Almudena!!!!

    
Me permito recomendaros una excelente película estrenada el pasado año: "La Virgen Roja" dirigida por Paula Ortiz  y con un elenco espectacular encabezado por Najwa Nimri que no tiene nada que envidiar a la Amparo Soler Leal de "Mi hija Hildegart" dirigida por Fernando Fernán-Gómez. A Nimri la acompañan Alba Planas, el siempre estupendo Patrick Criado y Aixa Villagrán, otra actriz de probada solvencia. Es una película contemporánea, de discurso feminista claro y reivindicativo de las mujeres luchadoras que nada tenían que ver con el ideario franquista posterior. Os dejo el trailer.


    Las escritoras victorianas tenían claro que una madre siempre era un problema. De ahí que, como muy bien señala Colm Tóibin en su estupendo ensayo Nueve maneras de matar a tu madre, las grandes heroínas victorianas son todas huérfanas. Jane Eyre, Dorothea Brooks o Katherine Earnshaw sean huérfanas. Pero también les sucede a los héroes, David Copperfield o Pip de Grandes Esperanzas. No fuera a ser que la mamá se interpusiese en la trama y diera su opinión. 

    E
n los últimos tiempos las relaciones madre-hija e hijos están siendo en general,  desacralizadas  Ser madre no parece ser ya la panacea y la maternidad parece más un campo de batalla entre contendientes que una relación armónica y plena. Y si encima es niña, ya ni os cuento.... Sin embargo, debo decir que esta no es una cuestión cien por cien contemporánea, escritoras tan veteranas como Vivian Gornick ya abordaron esta cuestión en sus libros. Así, esta maestra insuperable de la observación y la buena escritura  ya plantea en su fabuloso ensayo Apegos feroces la contienda sorda que Vivian y su madre tienen entre manos desde la viudedad de esta última. Y si lo de la maternidad os importa un rábano, no hay problema, este libro es un paseo literario por Nueva York que os dejará sin aliento.


    En el año 2024 se ha reeditado El papel pintado amarillo de Charlotte Perkins Gilman. Escrito en 1892, este cuento relata una depresión post-parto mal atendida en la que el  marido de la protagonista en la más pura tradición patriarcal, va a ir encerrando a su mujer en la habitación de papel amarillo del título. Esta novella (relato corto) se convirtió en el momento de su publicación en un auténtico escándalo y un clamoroso éxito. Es además una obra canónica de la literatura de terror y un puntal de la narrativa feminista. Ya sabéis que el encerramiento de las mujeres ha sido una de las formas más crueles de sometimiento femenino. Que se lo pregunten sino a Antoinette Cosway alias Bertha Mason sobre lo que significa ser la loca del desván.


    Quisiera acabar mencionando otro libro muy interesante sobre la depresión postparto, muy común a pesar de haber sido sistemáticamente silenciada, y un buen ejemplo de ello lo tenemos en el muy interesante libro de Mar García Puig, La historia de los vertebrados donde esta política y escritora narra su propia depresión postparto tras un embarazo duramente logrado gracias a los avances en reproducción. Además de describir muy certeramente su propia desazón ante una maternidad tan deseada y a la vez tan angustiosa, la autora hace una historia obstétrica de este trastorno en un libro muy ameno y que nos hace reflexionar sobre cómo la maternidad  ha sido una prisión femenina más.




    Y de maternidad y paternidad hablaremos mucho en nuestra sesión de la Trilogía de Cromwell.... Hasta entonces, recordad que

PENSAR LA LITERATURA ES PENSAR EL MUNDO.

Y cómo no, la lectura es

    ¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!