Toni Morrison y Colson Whitehead, dos escritores afro-americanos que nos brindan en los dos libros que comentaremos en breve en el Club de Lectura su personal visión de la esclavitud. Dos escritores a los que separan treinta y ocho años, Toni Morrison, nacida en 1931 y Whitehead, nacido en 1969 pero que gracias a la magia de la escritura, reúnen sus voces para hablarnos de uno de los episodios más infamantes de la historia de la Humanidad, la esclavitud en los Estados Unidos de América.
Veremos que ambos libros tienen resonancias de muchas épocas y que lo que nos describen puede aplicarse a otras muchas situaciones en los que el Hombre perdió totalmente la cordura.
Toni Morrison, venerable anciana de 87 años pero con la misma fuerza combativa de siempre, alcanzó fama mundial con Beloved, aunque ya era poseedora de una obra literaria magnífica. Beloved obtuvo el siempre codiciado Premio Pulitzer en 1988, publicada un año antes. La concesión del Premio Nobel en 1993 premió con todo merecimiento, una producción literaria de excelente calidad narrativa pero sin abandonar jamás la militancia activa en favor de la comunidad negra y, por extensión, de todos los oprimidos. Ella misma vivió en sus propias carnes lo que significaba ser negra y mujer, lo que la convirtió en uno de los adalides de la lucha contra la discriminación racial y la mejor defensora de los Derechos civiles en Estados Unidos. Docente universitaria, asesora en una editorial, contribuyó de manera decisiva a visibilizar la literatura afroamericana, tanto novelas como ficción.
Y es en este punto donde Colson Whitehead, nacido en 1969, en Nueva York, hijo de la discriminación positiva y de un mayor respeto hacia la comunidad negra, ha escrito su formidable novela El ferrocarril subterráneo, que tenemos la inmensa suerte de leer en este Club de Lectura. Hasta la aparición de esta novela, Whitehead era un prometedor escritor, prestigioso becario y más preocupado por temas como el desaforado consumo norteamericano que por cualquier reivindicación de la comunidad negra. Sin embargo, El ferrocarril subterráneo, por su inigualable calidad y por la temática que aborda cuyo patrimonio moral era casi exclusivo de Toni Morrison, fue un auténtico bombazo. La crítica, con toda razón, lo ensalzó, ganando simultáneamente el Pulitzer 2017 y el National Book Award del mismo año, cosa que no pasa salvo con escritores absolutamente excepcionales y creo, sinceramente, que Whitehead lo es. Hablaremos de ello más extensamente en nuestra sesión del próximo 17 de octubre.
Hay dos novelas de Colson Whitehead publicadas en España, Zona Uno, una historia sobre zombis que confieso no haber leído porque la temática a priori no me interesa y El coloso de Nueva York, trece historias sobre la ciudad de Nueva York que me parecieron interesantes pero cuya escritura está muy lejos de la perfección de El ferrocarril subterráneo.
Su novela John Henry Days, todavía no traducida en España y creo que ya urge, a pesar de ser de las primeras, deja ya entrever lo que será El ferrocarril subterráneo. En esta novela, Whitehead recrea la peripecia de un periodista afromericano interesado por una leyenda obrera del siglo XIX. No nos engañemos, donde Whitehead brilla con luz propia es en la mezcla perfecta entre historia y literatura, un auténtico genio en la confluencia de estas dos disciplinas.
TONI MORRISON, UNA LUCHADORA INCANSABLE
Aunque Colson Whitehead es un escritor lleno de talento y le auguro una extraordinaria carrera literaria, no me cabe duda que es uno de los candidatos a escribir la próxima "Gran novela americana", Toni Morrison merece su propio epígrafe, no solo por su incansable labor en pro de los derechos de aquellos que no pueden expresarse sino también por haber denunciado toda clase de opresión y haberse remontado para ello a los inicios de la historia de los Estados Unidos, además de habernos dejado un legado humano y literario sin igual en la historia de la literatura.
Muchas son las obras escritas por Toni Morrison y no voy a enumerarlas aquí, me parecería tonto, este blog no está para eso, sobre todo porque Wikipedia lo hace mucho mejor de lo que podría hacerlo yo. Prefiero limitarme a lo que sí sé hacer que es comentar algunas obras de esta escritora. Espero que os entren unas ganas locas de leerla porque Toni Morrison siempre nos cuenta historias de las que, aunque no seamos afromericanos, podemos aprender y disfrutar, esa es precisamente la grandeza de la literatura y lo que la convierte en indispensable.
En La canción de Solomon, Toni Morrison describe la toma de conciencia progresiva de un afromericano, Macon Muerte, un próspero hombre de negocios que ha luchado para adaptarse a la sociedad blanca e integrarse plenamente en ella. En esta novela, verá cómo su hijo buscará sus raíces en el Sur y se reencontrará con la verdadera historia familiar. Publicada diez años antes de Beloved, esta novela reúne muchos de los elementos que encontraremos en esa obra. Esa especie de realismo mágico sin estridencias que envuelve los episodios más violentos con un halo alucinatorio, la recuperación de la memoria, el racismo, el poder de los nombres y es que la simbología de los nombres no es un tema baladí en la obra de Morrison porque los esclavos también eran llamados con los nombres más peregrinos. Por supuesto, sus nombres africanos de origen eran cambiados inmediatamente y se les solía llamar con el apellido del amo, su nombre de pila dependía del macabro y humillante sentido del humor que éste pudiera tener el día de su adquisición. Los nombres se van repitiendo a lo largo de las generaciones, dejando el poso de los orígenes, el ya mítico africano y el esclavo.
La resonancia bíblica, siempre presente en los libros de Morrison alcanza aquí auténtico protagonismo ya que el titulo de la obra hace referencia al Cantar de los Cantares.
Este libro ha marcado a muchos lectores por su forma de narrar el peso de la historia en nuestra vida pero también cómo esconder u olvidar los orígenes puede tener consecuencias devastadoras. Un libro primordial en cualquier educación literaria.
Ojos azules es una novela espectacular. Ambientada en los inicios de los años 40, narra la historia de Pecola, una niña de 12 años, que sufre por ser negra, se encuentra fea y, por ello, reza todas las noches para que Dios transforme el color de sus ojos en azul. En la casa de al lado vive Claudia, una ñiña negra también que odia la muñeca rubia, de mejillas sonrosadas y ojos azules que le han regalado. La confluencia de estas obsesiones acabará de manera trágica para Pecola.
Ojos azules muestra sin ningún tipo de tapujos la disfuncionalidad de muchas familias negras condenadas a la pobreza, con miembros alcohólicos y concretamente con un matriarcado que no funciona al no poder asumir en solitario la atención y educación necesarias de los hijos. Padres ausentes, niños que crecen sin ninguna referencia ni ninguna orientación.
Aunque ahora ya no es así puesto que la belleza negra se ha reivindicado y muchas de las modelos más bellas son negras, en el momento de la aparición de Ojos azules este no era el caso. Describir la fragilidad de Pecola y su odio hacia sí misma por el color de su piel fue un enorme impacto en la sociedad norteamericana. La belleza negra ni siquiera era considerada como un canon a tener en cuenta, no había maquillaje, como si la mujer negra no tuviera derecho a ser coqueta, o que su belleza no pudiera ser apreciada. Modelos como Naomi Campbell, Tyra Banks o Iman no habían hecho su aparición en las revistas de moda, cambiando para siempre el canon de belleza.
Sin embargo, un artista como Michael Jackson, negro sin ninguna duda puesto que desde pequeño estaba cantando con sus hermanos, una de las tradicionales vías de ascenso social para los negros, se sometió a múltiples operaciones para parecer más blanco, lo que lo convirtió en un auténtico monstruo. Tuvo hijos con mujeres blancas y, de hecho, sus hijos parecen más blancos que negros.
Los estudios Disney, siempre atentos a la audiencia, no vaya a ser que pierdan dinero, ha creado la primera princesa negra, Tiana. También ahí han habido sus más y sus menos ya que por lo visto, los dibujantes la habían blanqueado un poco de más. Ante la avalancha de críticas en las redes sociales, Tiana es ya negra sin matices.
El hecho cierto es que podemos decir que el 90% de la población negra en los Estados Unidos tiene sangre blanca y es que en las plantaciones las mujeres esclavas tuvieron hijos con el amo, con el capataz y con todo aquel blanco que decidiera que quería una negra para pasárselo bien. Las leyes de Mendel, impredecibles a veces, hicieron que algunos de los descendientes de estas violaciones (para qué andarnos con paños calientes) salieran muy blanquitos, tan blancos que podían hacerse pasar por blancos, disfrutando de los privilegios de los blancos (Valentine en El ferrocarril subterráneo) pero también Sarah Jane, la hija de Annie, la inolvidable criada de Lora, una actriz en horas bajas. Estos personajes pertenecen al maravilloso drama de Douglas Sirk "Imitación a la vida", una película como ya no se hacen, con una Lana Turner espectacular, basada en la novela homónima de Fannie Hurst. De visión absoluta, eso sí preparad los pañuelos porque os hincharéis a llorar... Aquí el tráiler.
Hablando de películas, una ya mítica, que acostumbraban a reponer por la tele en Navidad y que, sin duda, debe formar parte de vuestra videoteca porque es una obra maestra. Reconozcámoslo aunque la visión que aparece de la gente de color es francamente discutible pero la película retrata muy bien las diferencias Norte-Sur y, además quién puede resistirse al encanto de Scarlett O'Hara y Rhett Butler? "A Dios pongo por testigo...." la frase más repetida de la historia, tampoco es de extrañar con escritores como Ben Hecht participando en el guión. Por cierto, Hattie McDonald, la criadita un poco atolondrada, la que siempre decía "Sí, señorita Escarlata... " fue la primera actriz de color en ganar el Oscar. Trailer aquí debajo.
El libro La mancha humana también nos depara alguna sorpresa sobre negros que parecen blancos en un giro de la trama muy del gusto de Philip Roth. No puedo revelar más porque sería un spoiler imperdonable, creo que es un excelente acicate para leer un libro esencial de la literatura occidental.
ESCRITORES DE LA ESCLAVITUD:
Tres esclavos liberados, Olaudah Equiano, Frederick Douglass y Phyllis Wheatley que aprendieron a leer y escribir durante su esclavitud animados por amos que supieron ver en ellos una inteligencia fuera de lo común, fueron los mayores divulgadores de las ideas abolicionistas y los primeros representantes de la literatura afroamericana.
Primero Olaudah Equiano, seguido de Frederick Douglass y por fin Phyllis Wheatley.
Olaudah Equiano, llamado primero Gustavo Vassa, como insulto al rey sueco, fue comprado por Larry King, un naviero que le enseñó a leer y escribir. Liberó a Olaudah por demostrar éste sus grandes cualidades como negociante. Reconvertido en marinero, viajó por todo el mundo. Publicó Narración de la vida de Olaudah Equiano, el africano, escrita por él mismo. Autobiografía de un esclavo liberto del siglo XVIII que causó gran impresión en el momento de su aparición y fue decisivo en los progresos de la causa abolicionista. Radicado en Londres, disponiendo de una buena fortuna, se casó con una blanca y falleció en Inglaterra.
Frederick Douglass, él mismo esclavo fugitivo, de perfil más político y militante que Olaudah Equiano, dedicó toda su vida a la denuncia del sistema esclavista. Orador dotadísimo, echaba por tierra todos los tópicos sobre la falta de inteligencia de los esclavos. Fue también un firme defensor del voto de la mujer e incluso llegó a tener una nominación a la Vicepresidencia de los Estados Unidos. Frederick Douglass abogaba por una negociación con los dueños de esclavos con el fin de ir eliminando la esclavitud a base de convencer de su inutilidad, lo que le granjeó bastantes enemigos entre sus propias filas que querían la abolición de la esclavitud sin concesiones.
Viajó por toda Europa defendiendo la causa del abolicionismo y puede decirse que fue el primer político afroamericano. Su obra más importante, Vida de un esclavo americano contada por el mismo, prologada por Angela Davis, una mujer militante extraordinaria. Está editado por una editorial muy interesante, Capitán Swing que publica obras apasionantes fuera de los caminos trillados y de la búsqueda del pelotazo editorial. Es una editorial distinta pero espectacular en sus elecciones editoriales.

Phyllis Wheatley, autora del libro de poemas Poems on Various Subjects, publicado en 1773, dos años antes de la Guerra de Secesión, es una esclava capturada en Senegal cuando era niña. Es decir, Phyllis vivió en sus propias carnes todo el horror del tráfico de esclavos. Comprada por la familia Wheatley, fomentaron sus cualidades intelectuales permitiendo que se formara. Sus poesías fueron muy apreciadas en su tiempo y llamaron mucho la atención por haber sido escritas por una esclava. L
He aquí dos de sus poemas. Como veréis, no se puede decir que Phyllis fuese una gran defensora de la causa abolicionista ya que consideraba que había sido una suerte para ella haber llegado a América, convirtiéndose en cristiana en vez de permanecer viviendo como una pagana, lo que la horrorizaba.
A la
universidad de Cambridge
Mientras que un ardor intrínseco incita a escribir,
Las musas prometen ayudar a mi pluma;
Hace poco que salí de mi tierra natal
La tierra de los errores y la oscuridad egipcia:
Padre de misericordia, fue tu mano gentil
Me trajo a salvo de esas moradas oscuras.
Estudiantes, a ti 'tis giv'n para escanear las alturas
Arriba, para atravesar el espacio etéreo,
Y marca los sistemas de los mundos giratorios.
Aún más, hijos de ciencia recibís
La dichosa noticia de los mensajeros del cielo,
Cómo fluye la sangre de Jesús para tu redención.
Verlo con las manos extendidas sobre la cruz;
La compasión inmensa en su pecho brilla intensamente;
Oye a los maldicientes, y no resiente su desprecio:
¡Qué incomparable misericordia en el Hijo de Dios!
Cuando toda la raza humana por el pecado había caído,
Se dignó morir para resucitar,
Y compartir con él en los cielos más sublimes,
Vida sin muerte, y gloria sin fin.
Mejorar sus privilegios mientras se quedan,
Vosotros discípulos, y cada hora redimiste, que lleva
O buen o mal informe de ti al cielo.
Que el pecado, ese mal pernicioso para el alma,
Por medio de vosotros os fuisteis, ni os remitiereis;
Suprimir la serpiente mortal en su huevo.
Ye floreciendo las plantas de la raza humana divina,
Un Etiopía te dice que eres tu mayor enemigo;
Su dulzura transitoria se convierte en dolor sin fin,
Y en inmensa destrucción hunde el alma.
SOBRE SER TRAÍDOS DE ÁFRICA A AMÉRICA
Fue la misericordia la que me trajo desde mi tierra pagana,
le enseñé a mi alma ignorante a entender
que hay un Dios, que hay un salvador también:
no lo conocía ni lo buscaba, me redimió.
Algunos vieron nuestra raza azabache con ojos de desprecio,
"Su color tiene un tinte diabólico".
Recuerden, Cristianos, Negros, negro como Caín,
puleté y únete al tren angelical.
Aldous Huxley con su libro Raíces y la famosísima serie posterior indagó en sus propios orígenes para reconstruir la epopeya de muchas familias afroamericanas. Su libro fue un best-seller y el personaje de Kunta Kinte toda una leyenda de la cultura popular reforzada por el enorme éxito de la serie televisiva de factura impecable y gran presupuesto. La aparición de la obra puso de moda la genealogía entre los afroamericanos y los viajes a Africa en busca de las raíces en una suerte de viaje catártico. Tanto el libro como la serie tuvieron un gran impacto y, aunque la calidad literaria del libro no sea en modo alguno comparable a los aquí comentados, justo es mencionarlo.
Trailer de la serie;
https://www.youtube.com/watch?v=5-rL0uHFEMY
Para finalizar, dos libros magníficos que muestran el horror de la esclavitud pero también la marca indeleble que deja en las generaciones futuras.
El primero, El color púrpura de Alice Walker, libro canónico sobre la condición social de la mujer negra. Escrito de forma epistolar, no deja ningún tema por tocar. Libro sensible y tremendamente eficaz, es una obra maestra. Galardonado con el Premio Pulitzer en 1983, se creó cierta polémica en el momento de su publicación por la mala imagen que transmitía del hombre afromericano. Polémicas aparte, es un libro extraordinario que vale la pena leer, pese a su dureza.
Steven Spielberg realizó una película basada sobre la obra y he decir que es magnífica. No era un libro fácil de adaptar pero Spielberg supera el reto con creces gracias a un guión sublime, a una banda sonora alucinante de Quincy Jones y a unos actores que lo dan todo y más, Danny Glover, Whoopi Goldberg, Lawrence Fishburne y Oprah Winfrey, entre otros. Desgraciadamente, en el tema premios se llevó el gato al agua "Memorias de Africa", una película en las antípodas de "El color púrpura", con unos kikuyu en plena luna de miel con los blancos (todo muy realista).
Os dejo el trailer de "El color púrpura".
https://www.youtube.com/watch?v=mhZcncXg-3c
Por último, una jovencísima y novísima escritora de origen ghanés pero nacionalizada estadounidense, Yaa Gyasi. Su libro Volver a casa parte de un planteamiento muy original, la historia de dos hermanas separadas al nacer, una se queda en Ghana y la otra es capturada por los traficantes de esclavos. Esta brecha insalvable irá conformando la descendencia de ambas hermanas. La originalidad de este libro es mostrar la situación de la población nativa en su propio país poniéndola en paralelo con el estado de la población negra en los Estados Unidos, desde el siglo XIX hasta la época contemporánea. Un tour de force literario por una autora que estoy segura dará mucho que hablar.
Siguiendo el lema de nuestro Club de Lectura,
¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!
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