lunes, 28 de octubre de 2024

UNA LIBERTAD LUMINOSA DE T.C. BOYLE

 


    En la sesión del miércoles 30 de octubre, comentaremos y analizaremos Una libertad luminosa de Thomas Coraghessan Boyle, conocido más habitualmente como T.C. Boyle.

    Este libro tiene como punto de partida el descubrimiento del LSD en los laboratorios Sandoz en Basilea en 1943 en un capítulo muy oportunamente titulado "Los orígenes" para convertirse en una muy personal aproximación al universo de Tim Leary a través de los ojos y las vivencias de los dos personajes principales de la novela: Joanie y Fitz.

    Timothy Francis Leary fue un inteligentísimo y brillante psicólogo que introdujo el uso de las drogas recreacionales como parte de una experiencia holística y mística. Carismático, totalmente revolucionario en sus planteamientos, él y Richard Alpert lograron cambiar la percepción de las drogas, además de abrir la puerta al movimiento contracultural en los Estados Unidos que tanta influencia tendría en el mundo occidental. Su papel como gurú de pago, su especial relación con Aldous Huxley y su vinculación con el mundo artístico y hollywoodiense (se casó con la madre de Uma Thurman y fue padrino de Winona Ryder)  han contribuido a convertirlo en un especie de charlatán con ínfulas que no debería opacar su extraordinaria capacidad intelectual o su utópica voluntad de cambiar las grandes certezas del imaginario occidental sin contar haber sido una de las personas más perseguidas por el Estado norteamericano.

    La editorial Alpha Decay publicó en 2015 LSD Flashbacks. Una autobiografía. No está mal, sobre todo cuando habla de sus influencias intelectuales, muy enfadado cuando muestra la implacable persecución judicial en su país y muy extravagante cuando habla de su propia vida. 

 


    No me resisto a empezar esta entrada de blog con una canción. No es muy original, lo reconozco pero sí muy significativa de lo que nos cuenta esta novela: la canción de Los Beatles: Lucy in the Sky with Diamonds (abreviatura LSD),  la oda que este grupo inmortal cantó a sus propias experiencias con el LSD (la foto de arriba muestra a Leary con Lennon y Yoko Ono en una de sus múltiples protestas). El vídeo nos lleva a las descripciones de Fitz o Joanie cuando están colocados. Un testimonio histórico de la consideración del LSD como motor creador.

Lucy in the Sky with Diamonds

  Antes de entrar a hablar sobre el movimiento contra-cultural del que el ecologismo, por ejemplo, es gran deudor, me gustaría presentar a Thomas Coraghessan Boyle, uno de mis escritores favoritos. Contracultural él mismo, T. C. Boyle ha escrito la historia de los Estados Unidos desde un prisma muy personal, con una altura de miras impecable y, utilizando la perspectiva de sus personajes ficticios frente a los personajes reales.

    Impedimenta, la editorial que Enrique Redel, pareja de Pilar Adón, dirige ha publicado algunos libros de T. C. Boyle. Entre ellos, Los Terranautas, El pequeño salvaje, Música acuática, Cuentos incompletos y Las mujeres. Este hecho ya habla por sí mismo del cuidado y la exquisitez de una editorial que empezó paso a paso hasta convertirse en un referente editorial por su cuidado catálogo de autores.

    Muy apegado a la realidad, sobre todo de su país, T. C. Boyle reescribe la historia mostrando los fallos de la misma como la dominación patriarcal o los excesos coloniales.

    Los Terranautas es una crítica implacable a los reality shows de encerramiento. En este libro, se trata de un experimento que permitiría evaluar cómo se adaptarían los humanos a la vida en otro planeta. Todo esto retransmitido en plan Gran Hermano y con el público opinando y marcando la pauta del programa. No diré más pero el resultado es una novela estupenda que se lee sin pausa. 

    El pequeño salvaje es la historia del niño salvaje de l'Aveyron, llamado Victor de l'Aveyron que fue descubierto a los nueve años viviendo como un lobo. Su historia como os podéis imaginar es tristísima. En este libro, T. C. Boyle deconstruye el mito del hombre criado por animales cuyos ejemplos más popular son Tarzán de los Monos o Mowgli, el personaje creado por Rudyard Kipling. François Truffaut realizó una de sus mas bellas películas relatando la historia de Victor. Efectivamente la película de 1970 se llama "El niño salvaje" y está también protagonizada por él mismo, un director que siempre supo reflejar el sufrimiento de los niños en un mundo inhóspito. Trailer aquí debajo.

El niño salvaje

    Música acuática relata la historia de Mungo Park, el explorador y naturalista escocés que recorrió el Níger en el siglo XVIII. En esa maravillosa amalgama entre lo real y lo ficticio, una de las mejores cualidades de la escritura de T. C. Boyle, encontramos el personaje de Ned Rise, un delincuente que nos permitirá atisbar las actitudes colonialistas y depredadoras de Park en particular como metáfora de la empresa colonial europea. T. C. Boyle no cree en la veracidad de los documentos históricos ya que considera que están escritos para blanquear y embellecer lo que no era más que una acción expoliadora. Un libro buenísimo, un punto enloquecido pero que casa muy bien con la dureza física de tales expediciones.


    Las mujeres es un libro muy curioso que repasa la vida amorosa del arquitecto Frank Lloyd Wright, el creador de la Residencia Kaufmann o Casa de las Cascadas o Fawcett Farm, dos edificios emblemáticos de este creador.


 

    En la que tenemos aquí debajo, Taliesin West es donde se desarrolla el libro de Boyle. Situada en las áridas llanuras de Phoenix (Arizona) esta casa era el proyecto más personal de Lloyd Wright donde recibía a sus numerosos discípulos venidos de todo el mundo. T. C. Boyle nos muestra las mujeres de Lloyd Wright, una de las cuales, Martha Bortwick murió asesinada a manos de su criado incendiando de paso Taliesin que tuvo que volver a reconstruirse. Su decidida apuesta por el punto de vista de las mujeres de Wright hace de esta novela una lectura apasionante.





    No diré mucho de Cuentos incompletos porque no los he leído y, en principio, no es el género que más me interesa pero seguro que valen la pena.

    T. C. Boyle tiene un sólido corpus literario en su haber y me gustaría hablaros de algunas de sus novelas que, aunque no estén traducidas, merece mucho la pena conocer.

    The inner circle nos muestra los complicados inicios de Alfred Kinsey, el zoólogo autor del famoso informe Kinsey que puso patas arriba la percepción de la sexualidad americana tan prisionera del férreo puritanismo. Kinsey que estaba más que decidido a sacar la sexualidad de la cueva marital, tendrá en John Milk, un estudiante recién llegado a la Universidad de Indiana a su más fiel seguidor y cual Fitz se embarcará con su maestro no en un viaje por el LSD sino por el sexo con consecuencias inesperadas. Contada desde el punto de vista de Milk, esta novela adictiva y desprejuiciada es una buena muestra del talento de Boyle y por supuesto de su descacharrante crítica a la pacata sociedad norteamericana, la de 1939, época en que transcurre la novela hasta la actual. Habrá que contactar con Impedimenta para que la traduzcan.


 

    San Miguel es otra muestra del indiscutible talento de T. C. Boyle donde narra las vicisitudes de dos familias en espacios temporales distintos en la isla homónima. Este libro habla de la opresión de las mujeres confinadas en espacios finitos sin otra posibilidad que la dominación patriarcal. Narrada en paralelo en 1888 y en 1930, esta novela desmitifica la expansión territorial norteamericana para mostrar las bases de un país lleno de esqueletos en el armario. Imprescindible.
   El fin del mundo de la que sí tenemos traducción en Galaxia Gutenberg es una historia coral que discurre en el Hudson Valley en Nueva York en tres periodos históricos diferentes: los últimos años del siglo XVII, cuando los colonizadores holandeses dejan paso a los ingleses, la década de 1940 en plena Caza de Brujas y finalmente la década de los sesenta con la guerra de Vietnam y la explosión de la contracultura. Como no podía ser de otro modo, T. C. Boyle carga contra los mitos fundacionales de los Estados Unidos, la histeria anticomunista y el mccarthysmo y con la nefasta política exterior de su país. No os la perdáis, sabréis más de los Estados Unidos con esta novela que con cualquier manual de Historia.
    Finalmente, quisiera destacar la novela The harder they come, que podría traducirse como "Los que pegan fuerte" donde Boyle analiza a los norteamericanos que han quedado al margen de cualquier interés por parte del Estado y que se han convertido en feroces partidarios de una libertad mal entendida que solo piensa en lo individual y no en lo colectivo. Por supuesto, todos votantes de Trump si es que llegan a votar. Pero, lo interesante de este libro es cómo T. C. Boyle muestra la locura que se ha ido apoderando de una América rural, empobrecida y sin recursos cuya único modo de expresión es la violencia. Impresionante y sombría.

    Y tras este pequeño pero intenso paseo por la obra de T. C. Boyle me gustaría hablar de un movimiento que ha sido decisivo en la historia cultural norteamericana y cuyos inicios nos narra muy bien Una libertad luminosa.

LA CONTRACULTURA: UNA HERENCIA QUE PERVIVE

    La contracultura norteamericana se compone de una serie de movimientos, incluso subculturas que cuestionaron frontalmente la autoridad y la moral norteamericanas salidas de la IIª Guerra Mundial para reivindicar más libertad tanto individual como de expresión así como mayor igualdad, siendo el ejemplo más relevante, la igualdad entre hombres y mujeres.
    Una serie que refleja perfectamente esta cuestión es "Mrs. America" protagonizada por Cate Blanchett en el papel de Phyllis Schlafly, mujer ultraconservadora dispuesta a aniquilar la segunda ola del feminismo y una Rose Byrne como Gloria Steinem, ambas extraordinarias actrices que en lo bordan. Una serie excelente que nos muestra cómo surgió esta Mayoría Moral que hoy amenaza con llevar a Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos. Betty Friedan, la teórica feminista que con su libro La mística de la feminidad mostró el estado de ansiedad y frustración del ama de casa suburbial estadounidense o Jimmy Carter el Presidente que más hizo por las feministas ya que su secretaria personal era una activista lesbiana, son algunos de los personajes recreados en esta serie. Os dejo el trailer porque da muchas ganas de verla.


    Podemos distinguir varias grandes etapas en la historia de la contracultura norteamericana. La primera, la que va de 1940 a 1950 cuyo máximo exponente literario son Jack Kerouac, Allen Ginsberg y William S. Burroughs. El triumvirato de la Beat Generation. Buscaban deshacerse de los valores tradicionales aunque eso no les impidió tratar a sus mujeres con un desprecio inaudito. Anhelaban también la revelación espiritual a través de las filosofías orientales particularmente hindúes encontrando la liberación en el consumo de drogas y en el sexo totalmente liberado de tabúes. William S. Burroughs tituló uno de sus libros Junkie pasando esta palabra a ser sinónimo de drogadicto. Jack Kerouack escribió En la carretera, libro que mitificó para siempre la Ruta 66. Es seguramente el libro más representativo de la Beat Generation.

    
    
       

    Aquí debajo el anticapitalista y anticonformista Allen Ginsberg. Fundador junto a la poeta Anne Waldman 
The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics' en 1974. Un gran poeta laureado y reconocido. Su libro de poemas Howl (Aullido) es el más Beat.

 

    William S. Burroughs fue quizás el más iconoclasta y experimental, llegó incluso a ingresar en la Iglesia de la Cienciología pero acabaron hartándole y se fue. En una pasada de drogas y alcohol, mató a su mujer queriendo imitar a Guillermo Tell. Ese accidente marcaría su vida quedando reflejado en su obra. 

 

    Siguiendo en esta estela de la contracultura, encontraríamos a los hippies. Una libertad luminosa ya muestra los principios de este movimiento. Sin duda alguna Timothy Leary y Ken Kesey, el autor de Alguien voló sobre el nido del cuco influyeron muchísimo en el ideario hippie siendo el festival de Woodstock en 1969 el hito musical más relevante. Los hippies eran paz, amor, oposición a la guerra de Vietnam, partidarios de los derechos civiles, un incipiente ecologismo, el uso de drogas sistemático con especial predilección por la marihuana y el LSD y la vida en comuna. No obstante, la mayoría de los hippies fueron sobre todo niños bien blancos con ganas de escapar de sus asfixiantes familias que al final se disolvieron en el sistema. Buen número de ex-hippies son hoy en día votantes de Trump.  

Woodstock 69

    Ken Kesey impactó con su libro pero también fue un opuesto de Leary en su relación con el LSD y el movimiento contracultural en general. Si Leary era ritualista y mesiánico con su cohorte de seguidores, Kesey era mucho más libérrimo e irreverente. Para Kesey el LSD representó un cambio absoluto en su percepción de la realidad. Hippie casi de manual, Kesey acabó cansándose de la persecución policial. Tom Wolfe ha escrito una novela de no ficción titulada Ponche de ácido lisérgico donde relata el viaje por Estados Unidos de Kesey con el autobús que llega a Alt Hause. Me encantó pero justo es reconocer que Kesey rechazó de pleno la visión de Tom Wolfe por considerarla tendenciosa, despreciativa y no entender nada de los hippies. Juzgad vosotros mismos. 

 

    Y cómo no el trailer de la película homónima de 1975 dirigida por Milos Forman y protagonizada de forma excelsa por Jack Nicholson y Louise Fletcher. Obligatoria.


    "Easy rider", película de 1969 dirigida por Dennis Hopper mostró los límites en la tolerancia de estos movimientos que chocaban de frente con los valores de la América profunda fuertemente conservadora. Una película de impacto que hay que ver. Trailer aquí debajo.


    El movimiento por los derechos civiles con Martin Luther King, Malcolm X o Angela Davis a la cabeza forma parte de la contracultura norteamericana. Un cuestionamiento frontal de la historia de Estados Unidos reivindicando la figura de los afroamericanos descendientes de esclavos en la potencia y prosperidad norteamericanos. 
    Os recomiendo leer Como la sombra que se va de Antonio Muñoz Molina para una muy curiosa exploración de la figura de Luther King y por supuesto la autobiografía de Angela Davis, la vida de una gran mujer.


 

    El movimiento Black Lives Matter ha puesto en evidencia el racismo estructural en Estados Unidos. Nikola Hannah-Jones, una periodista del periódico New York Times puso en marcha el Proyecto 1619 que reivindica esta fecha como la verdadera fundación de los Estados Unidos y no la oficial de 1776. Porqué? Pues porque en 1619 llegaron los dos primeros esclavos africanos a la costa de Virginia, visibilizando un colectivo que ha sido olvidado en la Historia oficial. Este proyecto que organizaba coloquios y actividades en las escuelas fue prohibido por Trump y rebatido por la plana mayor de los historiadores conservadores.



 
    Por supuesto el movimiento feminista fue también profundamente contracultural. De hecho, las reivindicaciones de los afroamericanos fueron a la par que las reivindicaciones feministas. Betty Friedan y su libro La Mística de la Feminidad que destruyó el estereotipo de mujer suburbial colmada de felicidad, el activismo de Gloria Steinem que inauguró la Segunda Ola Feminista norteamericana con la creación de NOW (National Organization for Women) marcaron la agenda de los 60 y muy especialmente de los 70. La sentencia Roe vs. Wade que ha sido derogada por la conservadora Corte Suprema pasando de ser una ley federal de obligatorio cumplimiento a una ley que cada estado puede o no aplicar, ha supuesto un mazazo a las aspiraciones del control del propio cuerpo por la mujer. 
    Mi vida en la carretera de Gloria Steinem, Sobre mentiras, secretos y silencios (la cosecha de nuestras madres) de Adrienne Rich o La loca en el desván: la escritora y la imaginación literaria del siglo XIX de Sandra Gilbert y Susan Gubar pusieron el movimiento feminista en la primera línea en una estela que, a pesar de los pesares, considero imparable.

 


 
    
    El movimiento LGTIBQ+ también empezó como un fenómeno contracutural. Sus inicios fueron los disturbios de Stonewall, llamados así por la redada que tuvo lugar en el bar Stonewall Inn, un local de ambiente gay en el Greenwich Village en Nueva York. Harvey Milk, el primer activista homosexual que llegó a ocupar un cargo público como supervisor de la Junta de San Francisco en 1977 murió asesinado a manos de un compañero de la misma Junta que no soportaba trabajar con un gay.
La película "Mi nombre es Harvey Milk", dirigida por Gus van Sant en 2008 muestra muy bien la trayectoria de este hombre valiente. Sean Penn hace el papel de su vida. Aquí debajo os dejo el trailer. 


    En el plano literario, El cuarto de Giovanni de James Baldwin también se atrevió a tratar el tema de la homosexualidad y la bisexualidad. Aunque fue un libro que tuvo muchas dificultades para publicarse, está considerado hoy en día como patrimonio de la literatura universal y su autor totalmente canónico.


    Y sin duda el arte fue también un pilar de la contracultura. Desde Jason Pollock hasta el pop art de Andy Warhol, la escena cultural norteamericana por su vitalidad y dinamismo desplazó a París como capital del arte convirtiendo Nueva York en el lugar artístico por excelencia. Fotógrafos como Robert Mapplethorpe, cantantes como Patti Smith o Lou Reed son emblemas y símbolos de la contracultura. Cuadros y canciones que son ya parte de nuestro patrimonio cultural. En las imágenes Andy Warhol y su particular visión de Marylin Monroe, otro icono universal. Debajo Jason Pollock y su famoso cuadro titulado Número 31. Más abajo una emblemática foto de Robert Mapplethorpe quien aparece en la foto de al lado.

 


 

 

    Y cómo no, me permito incluir en esta entrada de blog dos canciones maravillosas de Patti Smith, la musa de Applethorpe y de Lou Reed, cantante  contracultural donde los haya. Ambos espléndidos e indispensables.



    En definitiva, la contracultura americana rechazó el conformismo, la autoridad, las convenciones, la tradición, permitió la aparición y de formas alternativas de vivir, luchó por la igualdad y la justicia de los colectivos tradicionalmente invisibilizados por la Historia oficial norteamericana y nos dejó el respeto por la Naturaleza. 
    Larga vida a la contracultura!!!!

    Y tras este paseo por la contracultura norteamericana y ya universal, recordemos siempre que:

PENSAR LA LITERATURA ES PENSAR EL MUNDO.

Y cómo no, la lectura es

    ¡¡¡PARA DISFRUTAR SIN MODERACIÓN!!!